El ganchillo se ha convertido en mi mejor aliado. Empecé a tejer cuando papá ya estaba muy malito como forma de evasión, y durante el duelo ha sido la manera perfecta de no pensar en lo que me hacía sufrir. A la que detectaba nubarrones en mi mente, respiraba hondo y buscaba mi bolsa de labores (una bolsa preciosa, por cierto, que me confeccionó mi amiga E).
Pensé en hacer unos patucos para mis amigas embarazadas, me compré un libro fantástico con varios modelos y así nació Puto Patuco, de la frustración que me generaba no lograr un puñetero patuco decente. La práctica hace al maestro y he llegado a un nivel bastante digno de perfeccionamiento.
Este fin de semana ha habido temas diversos que han mareado mi cerebro y mi corazón. Sin apenas pensarlo he ido directa a mi rincón de sofá, he apartado los pelos (imposible conseguir que Perro y Perra no se suban cuando no les veo) y me he puesto a contar puntos. Las manos adquieren una velocidad pasmosa, a veces me sorprende a mí misma verlas en acción y ralentizo el movimiento para ser capaz de entender algo que mi cuerpo ya hace como un automatismo. Sólo existen el hilo y el ganchillo. Tejo, cuento, repaso, doy otra vuelta. A veces descubro que por un despiste llevo media labor mal. No pasa nada, tiro de la hebra, como Penélope, y vuelvo a empezar. No me molesta, sólo añade horas de apacible trabajo a mi empresa.
Y luego está el amor. Hay algo mágico en tejer para un bebé. Te conecta con ese ser que se está formando en el vientre de su madre. Con la alegría que traerá su nacimiento, con la aventura que supondrá verlo crecer. Y también con la madre expectante que fuiste, con tus miedos, tus esperanzas, tus anhelos...
La semana pasada nació por fin la bebita de mi amiga T. Fue, en sus palabras, un parto duro y precioso de tres días de duración (¡jabata!). Aquí están los patucos que le tejí.
Y en menos de una semana ha de nacer el bebé de mi amiga E. Se está haciendo de rogar (¡ánimos E, falta muy poquito!), pero cuando salga también tendrá su ajuar de patuquitos, faltaría plus.