viernes, 24 de febrero de 2012

Pájaras mentales sobre la crianza

Aviso que hoy ando con la cabeza revuelta y las ideas en plan batiburrillo, así que espero que se entienda algo de lo que pretendo expresar...

El origen de mi empanada mental: ayer, diez de la noche, Peque en modo me-cabreo-por-todo. Mr. X diciéndome que dejase llorar un poco al churumbel, que ya está bien de consentirle en todo, que va a ser un caprichoso.

Antecedentes: Peque lleva toda la semana con gripe, y nos hemos quedado sin canguro para estos días porque los abuelos estaban de vacaciones (muy bien merecidas) y mi cangu por excelencia, mi amiga E, ha emigrado ya para vivir su love story con el hombre de su vida. Conclusión: hemos tenido que apañarnos como hemos podido, pillando yo algún día de fiesta, haciendo malabarismos en el trabajo Mr. X. Y al final las fuerzas se resienten...

Cuando nació Peque llegaron a mis manos diferentes libros (de Rosa Jové, Carlos González...) que me hicieron concebir la crianza de un modo muy distinto al que yo había entendido siempre. En mi casa me criaron con amor, con mucho amor, palabras y comprensión, pero mi madre no tenía una paciencia infinita, y no aguantaba las pataletas. Así, cuando yo me ponía cabezota, me llevaba a otra habitación y trataba de neutralizar mi cabreo poniéndose seria. Y si se daba en público, con una miradita suya yo ya entendía que estaba a punto de exasperarla y me calmaba ipso facto. Además mi madre, tan amorosa conmigo, cuando ponía cara de ogro daba miedo de verdad, ¡jajajaja! Por otro lado, mi padre, alemán y cabeza cuadrada, como él mismo dice, también era más partidario de la disciplina que del dejar a los niños hacer lo que quieran. Total, que yo salí muy buena niña, tranquila, de entretenerse sola. Pero ahora veo que no es sólo porque mi madre y mi padre me enseñasen a ser educada y moderada (que también), sino porque yo soy de temperamento tranquilo, tirando a sumisa más que rebelde (excepto en la adolescencia, pero ese es otro tema).

Y entonces vas y te conviertes en madre, y lo que habías pensado de la educación se va al carajo. Me ha salido un Peque demandante y de mucho carácter. Y además estamos entrando en la fase de las rabietas. Bueno, rectifico, hemos entrado del todo. Y cuando tiene una rabieta, por ejemplo, porque en vez de la chaqueta azul que estoy a medio ponerle, quiere la roja, pues muchas veces, para evitar el conflicto, le pongo la que quiere. Y eso con muuuuchas más cosas. Hace años, viéndome a mí misma, hubiese pensado: "Coñe, acaba de ponerle la chaqueta azul, que sino el crío siempre se sale con la suya". Pero hoy pienso: "Para que vamos a tener una pelotera tonta por esto, si quiere la roja, pues igual es porque le es más cómoda, o le da menos calor...cambiamos y listo". Y no creo que eso haga de él un tirano caprichoso que me toma el pelo, más bien intento respetar sus opiniones mientras estén dentro de un orden (de no jorobar al prójimo ni a sí mismo). Pero claro, eso supone que durante el día el pequeñajo te cambia los planes veinte veces. Hay cosas que no le permito, como tirar la comida, cosa que a veces hace, para suplicio de aquí su madre y cocinera del reino, o pegar cuando está muy cansado y enfadado. Ahí si que no consiento para nada, pero con las cosas triviales suelo ceder siempre. Y como he dicho, es muy demandante. Quiere brazos, contacto continuo. Resultado: a veces, sobre todo cuando el cansancio hace mella, supera los límites de la paciencia. Especialmente los de Mr. X. Y pa que negarlo, cuando lo veo así se me hace un nudo en el estómago. Porque además yo hace años le daba mi opinión sobre la educación de sus peques y ahora con el nuestro veo las cosas de otro modo. Moraleja: cuando seas madre te comerás tus palabras unas veinte veces por día (a veces un poco más).

En fin, que no quiero convertirme en una de esas madres protectoras y consentidoras que cuando su niño hace alguna trastada les suelta con un hilo de voz "Peeeeque, pórtate bien" y siguen de cháchara con la amiga. Pero tampoco quiero ser un sargento e imponer lo que yo creo que ha de hacerse a cada instante. Dicen que la virtud está en el término medio, ¿no? Pues ahí ando yo, tratando de encontrar el término medio.

Por cierto, hoy es el cumple del padre de la criatura. Pobrecito, ha (hemos) tenido una semana durilla. Espero que este finde se alegre con el regalazo que le tengo preparado. Felicitats, amor meu!

Buen finde!

viernes, 17 de febrero de 2012

Carnaval 3x3

Pues sí, me han pasado el famosísimo juego del 3x3, que no es más que un porrón de preguntas indiscretas para que nos tengamos que estrujar las neuronas un ratico. Y como a mi lo de ser entrevistada me pone, pues hala, aquí estoy dándole vueltas al coco. Por cierto, el juego me lo ha pasado Porfinyomisma, de su blog homónimo. Lo sigo hace poquito, pero he de confesar que las aventuras de sus tres churumbeles me tienen hipnotizada. Gracias por pasarme "el juego", guapetona!

3 lugares en los que has estado y te gustaría volver a estar:
-Venecia.
-St Martin (para curiosos, es una islita del caribe, pequeña pero matona...allí fue a parar mi amiga E currando de veterinaria, y allí me fui a verla para descubrir el encanto de las Antillas Menores).
-New Orleans.

3 motivos por los que te gusta formar parte de la blogosfera:
-Porque me encanta escribir.
-Porque he conocido gente fantástica.
-Porque aprendo cosas cada día.

3 libros favoritos:
-La historia interminable (Michael Ende).
-Tuareg (Alberto Vázquez-Figueroa).
-La insoportable levedad del ser (Milan Kundera).

3 cosas que te gustaría hacer y que todavía no has hecho:
-Aprender alemán.
-Conseguir hacer una pirueta decente patinando.
-Aprender a hacer tejer con agujas (es que hoy he soñado justo con esto y me que quedado con el gusanillo...).

3 palabras que te definan:
-Cariñosa.
-Soñadora.
-Cagadubtes (es un palabrejo catalán que me encanta, la traducción literal es "cagadudas", y se utiliza cuando tienes un embrollo mental del quince y no te decides entre una cosa u otra).

3 sitios donde no has estado, pero te gustaría visitar:
-Australia.
-Turquía.
-Inglaterra.

3 de tus comidas favoritas:
-Paella.
-Patatas fritas, o en puré, o a la brasa, o estofadas, o...
-Mister Corn sabor curry indio (joder, el otro día Mr. X compró una bolsita y me la zampé entera, vaya vicio...).


3 olores que te gusten:
-Incienso de sándalo.
-A recién duchada.
-La piel de mi hijo.


3 sueños:
-Trabajar pocas horas y pasar más tiempo con mi Peque (con un sueldazo, eso sí, jajaja).
-Patearme el mundo en compañía de mi familia (y si puede ser con amigos, mejor que mejor).
-Hacerme vieja al lado de las personas que quiero.

3 personas:
-Mi padre.
-Mi churri.
-Mi hijo.


3 colores:
-Negro.
-Verde.
-Azul.


3 nombres de chica:
-Mar.
-Ivet.
-Inés.

3 nombres de chico:
-Eric.
-David.
-Alex.

3 estados de ánimo que sueles tener a menudo:
-Emocionada.
-Intrigada.
-Concentrada.

3 momentos de tu vida:
-Cuando acabé la carrera (¡por fin!).
-Cuando supe que estaba embarazada.
-Cuando nació mi Peque.


3 animales:
-El perro que tengo ahora mismo durmiendo en el sofá (alias "Coco").
-La perra que tenía de pequeña en casa de mis abuelos, una Gos d'Atura cariñosa y faldera.
-El primer perro que tuve, el más bueno, fiel y amoroso de todos los Pastores Alemanes que pueblen la Tierra.

3 canciones (que he escuchado estos días, añado):
-"Si no saps què fer", de Xesco Boix.
-"There are places I remember", de los Beatles.
-"You are my sunshine", de Bob Dylan y Johnny Cash.

3 películas:
-"Dracula".
-"Jesucristo Superstar".
-"Madres e hijas".

3 sitios de la ciudad en la que vives:
-La plaza Sant Felip Neri.
-El bar Mirablau del Tibidabo.
-La plaza de la Virreina.

3 mentiras piadosas:

-"Sí, el peinado nuevo te queda muy bien".
-"¿Si me gusta la comida que has preparado? Claro, las acelgas me encantan...".
-"El bolso es precioso, gracias por regalármelo".

3 personajes públicos que te repateen:
-Francisco Camps.
-Paulina Rubio.
-El padre Apeles.

3 cuentos infantiles :
-La caperucita roja.
-Los tres cerditos.
-Pedro y el Lobo.


¡Acabé! Esta vez, y sin que sirva de precedente, no voy a pasarle la patata caliente a nadie. Más que nada porque si añado tres preguntas más serán 25 (si no lo he contado mal), y eso supone 75 respuestas, y quizás el que reciba el juego se acuerda de toda mi estirpe...Eso sí, si a alguien le apetece contestar, que se dé por invitado a participar!

Y para acabar, una entrada en viernes carnavalero ha de hablar un poco de carnaval, ¿no? Además, he pedido ideas de disfraz a todo quisqui y os merecéis que os explique como ha acabado la cosa. Pues bien, la santa madre de Mr. X me ha salvado el pellejo regalándome un disfraz monísimo de ratoncito. Problema: venía con un gorro con las orejas y los bigotes. Más problema: Peque no soporta nada encima de su preciosa cabecita. Esta mañana nos hemos levantado pronto, porque a eso de las siete y media he escuchado al bichejo comenzar a moverse y al tocarlo para calmarlo he visto que el pañal no ha podido contener la immensa meada nocturna y estaba empapado en pis. Nos hemos levantado y duchado y hemos ido a desayunar. Mientras comía su bocata de jamón dulce he ido maquillándolo a traición (un bigote por aquí mientras engulle un cacho pan, una naricilla de roedor cuando se bebe mi Vivesoy...). Y entonces ha llegado el momento glorioso de disfrazar a mi primogénito. Cuando ha visto que pretendía embutirlo en el traje se ha puesto en modo troglodita pateador y casi desisto, peeeero, una que es insistente y al final, después de mucho bregar, he conseguido que no se arrancase a tirones el disfraz. Lo del gorro ha sido misión imposible, pero al salir a la calle y ver las motos, que le pirran, le he preguntado sibilinamente: "Oye, ¿¿y a tí no te gustaría llevar un casco de moto??". Y se me ha quedado mirando embobado y asintiendo, con lo que le he podido colocar el gorrito orejudo a cambio de que le llamase casco de moto. Hemos llegado al cole, y hemos triunfado. Y todos sus compis estaban divinos de la muerte. Operación carnaval: éxito rotundo.

Buen finde!

martes, 14 de febrero de 2012

Perspectivas

Con 10 años los bebés y los carritos para mí simplemente formaban parte del mobiliario urbano, igual que una farola o que un puesto de la lotería. Eran parte del escenario habitual. Mi instinto maternal se limitaba a cuidar de mis barriguitas, mis demás bebitos plasticosos (cómo te echo de menos, Tiritón...) y mis pequeños Ponis. Pero era algo moderado, mis juegos eran compartidos con los dibujos, el diseñar casas de plastilina y cartón (no sé como no he acabado arquitecta) y el escribir cuentos rarunos para mi edad (algún día igual os explico el argumento de un par que no veas...).

Con 15 años y la aparición estelar de mi amiga la menstruación fui consciente de que fisiológicamente mi cuerpo era apto para la procreación. Más bien mi madre se encargó de que no se me olvidase ni por un segundo, y entró en modo "mi niña va a saberlo todo sobre el sexo para que no le pase lo que a mí" y con tanta lección sobre la anticoncepción como que no me atraían muchos los bebitos. He de aclarar que mi madre estaba tremendamente orgullosa de haberme tenido, pero quedarse embarazada sin planearlo fue un batacazo, y eso se debía a la escasa información sexual que recibió de mis abuelos. Conclusión: desde bien pequeñita me adoctrinó en los misterios del sexo y la concepción, pero a la que mi cuerpo fue declarado competente para alojar un bebote, la información pasó a ser mucho más explícita. Y explícita es explícita.

Con 20 años, empecé a notar que los bebés llamaban mi atención de una forma distinta. Supongo que de forma primigenia mi instinto maternal comenzaba a hacer de las suyas por lo bajini. Cuando mi madre se paraba a hacerle cucamonas a un rorito, en vez de pensar que chocheaba y chasquear la lengua, me sentía irremediablemente atraída por los gorgoritos del bebito y comenzaba a hacer carotas como el resto de mujeres que se habían agolpado alrededor del pequeño individuo.

Con 25 años mi reloj se puso en marcha. Fue cuando conocí a Mr. X, y al poco de salir juntos y ver que eso iba en serio, noté que mis óvulos se rebelaban por madurar y encontrar un mini Mr. X. De pronto me descubrí girando el cuello para ver los bebés que pasaban en brazos de sus madres, fascinada por sus miradas y sus perfectas manos en miniatura. Y me vi sonriéndole a Mr. X con picardía.

Con 30 años supe que algún día sería madre, porque Mr. X me hizo saber que quería ser padre de nuevo conmigo. Nos dimos un plazo de tiempo para poder planearlo tranquilamente y cuando se acercó el momento crítico empecé a devorar toda la información que podía serme útil para concebir. Aprendí sobre ciclos, hormonas, días fértiles, días hábiles, temperaturas y la madre que los parió a todos juntos. Me quedaba mirando los carritos de los niños pensando qué modelo nos iría mejor a nosotros, o si me gustaría más llevarlo en mochila, o sí sería buena la mochila X o la Y...Y lo mismo con la habitación, la cuna, la lactancia...Total, cuando llega el momento de la verdad, tu miniyo es el que pone las normas y tú te adaptas lo mejor que puedes.

33 años. Llegó mi momento. Ya no era una idea, un sueño, un proyecto...Todo eso se concretaba en el bebé rubio y tranquilo que descansaba en mis brazos entre sorbo y sorbo de teta. Por fin era madre, y eso ya no lo cambia nadie. Ahora, cuando veo un bebé, no pienso sólo "Qué ricura!", sino que veo en sus gestos y miradas los de mi propio hijo. La empatía es total y absoluta. El amor por el cachorro humano debemos tenerlo grabado a fuego en el ADN, porque el instinto de protección que me despierta cualquier niño es enorme. Y ser madre lo magnifica más allá de cualquier razonamiento. Si antes, al saber por las noticias del sufrimiento de un niño, padecía por él desde un punto de vista "racional", ahora que soy madre me duele horrores lo que hasta hace unos años podía contemplar con cierta distancia. Ya no hay distancia que valga. El día que nació mi hijo, nació en mí una nueva forma de ver la vida que me acompañará hasta el mismo día en que me muera.

lunes, 13 de febrero de 2012

¡Mi primer premio mutante!




¿Os suena la foto? Sí, hace poco me dieron un premio con la misma imagen, peeeero, resulta que como estamos ante un premio mutante, las preguntitas que lo acompañan se han metamorfoseado. Esta vez, la que me lo ha concedido es mi sister Drew. Creo que a estas alturas de la película todos conocéis su blog, pero en caso contrario, sólo puedo decir que os encantará subiros a su nube azul, ¡os invito a descubrirlo! Muchas gracias por acordarte de mí, sister!

Y ahora, ahí va el test que me propone:

1. Si el nombre de tu blog ya hubiera estado ocupado... que otro nombre le hubieras puesto?
Pues el primer nombre que pensé para el blog era "Madre del amor hermoso", pero resulta que ya tiene dueño (y tiene tela, porque lo crearon en un práctica de informática ¡y no lo han usado nunca!, lo podéis ver aquí). Cuando tuve que pensar un alternativa me volví medio lela y casi no lo empiezo sólo por eso. Unos nombres me parecían freakies, otros me sonaban mal, otros también estaban ocupados. Al final me salió Blogueando... y aunque no es una obra maestra de la inventiva, ¡ya lo identifico tanto con mi casita virtual que me encanta!

2. Serie favorita de televisión
He seguido muchas series, pero ahora mismo no sé por cuál decantarme...Me quedo con dos: "Expediente X", que me enganchó mucho en su época (pero como muchas otras, al eternizarse perdió chispa), y "Veterinaris", una de bichos de TV3 (esa la seguí -y la sigo- mucho por motivos obvios...).

3. Dónde y como conociste a tu pareja
De eso hay todo un post :).

4. Que te gustaría hacer con tu vida cuando te jubiles
Viajar y disfrutar de los placeres de la vida (estar con mi churri, mi Peque -que ya no lo será tanto- y mis amigos, comer y cocinar cosas ricas, beber buen vino, leer mucho, ir al cine, pasear, aprender cosas para las que ahora no tengo tiempo...).

5. Si te vieras obligado a ocupar parte de tu tiempo libre en alguna actividad benéfica... que tipo de actividad elegirías?
Alguna relacionada con animales o niños.

6. Campo o ciudad?
Ciudad. El campo para los findes.

7. Si tuvieras de nuevo 18 años y tuvieras que elegir qué estudiar... elegirías lo mismo que hiciste o cambiarías de opción?
Pues visto lo jodido que es compaginarlo con una vida familiar, creo que estudiaría otra cosa. Ya he explicado en alguna ocasión que me atrae mucho la psicología. Pero no sé qué profesión me solucionaría la papeleta y me haría feliz...¿Comodín del público?

8. Te dejan cambiar una sola cosa de tu pasado, cual elegirías?
Pasar más tiempo con mi madre cuando le faltaba poco para irse.

9. Recuerda el día más feliz de tu vida.
Cuando mi pequeño tesoro decidió asomar su naricilla a este mundo.

10. Como eliges los temas para tus post?
Antes de empezar el blog había temas que me apetecía tratar, y eso hice al principio. Ahora me guío más por lo que surge, cosas que me ocurren, temas que me hacen pensar. Está más vivo.

11. Qué tarea doméstica te toca más las narices hacer?
Quitar el polvo de las estanterías donde tengo muchas cositas pequeñitas. Y tirar la basura. De hecho, esto último no lo hago nunca. Cuando vivía con mis padres me encargaron a mí esa tarea y la aborrecía, porque el container dichoso estaba al otro extremo de la calle (vivíamos en una zona apartada, casi como una urbanización, pero en los lindes de la ciudad) y en invierno hacía un frío espantoso. Me debe haber quedado un trauma, porque no bajo una bolsa ni que me paguen.

Vale, primera parte del premio ¡superada!

Ahora tengo que proponer yo 11 preguntitas. Después de mucho pensar (¡es mil veces peor preguntar que contestar!), ahí van:

1. ¿Qué es lo que te hizo decidirte a tener tu propio blog?
2. ¿Saben que escribes una bitácora tus familiares y amigos?
3. ¿Se parece tu vida a la que imaginabas cuando tenías quince años?
4. ¿Qué es lo que hay que regalarte para hacerte feliz?
5. ¿Te gustan los animales?
6. ¿Sabes cuidar bien las plantas o se te acaban poniendo pochas?
7. ¿Cuál es tu mes preferido del año?
8. ¿A qué edad te enamoraste por primera vez?
9. ¿Te dan miedo las pelis de terror?
10. ¿Irías a un concurso de TV para ganar dinero?
11. ¿De qué disfrazarías a un niño de veinte meses? (Vale, lo reconozco, no ando sobrada de ideas y se me acaba el tiempo!!!)

Ok, ya sólo queda entregar el premio a 11 blogs. Allá va:

1. A Una terapeuta temprana, porque su blog está lleno de información apasionante sobre su trabajo y se nota que adora a sus niños.
2. A Jesús, de Instantes, porque en este mundillo los chicos aún son minoría. Y además es un futuro maestro que vive al cien por cien su profesión.
3. A Teresavet, de Etología Familiar. Me encanta haber descubierto su blog y poder compartir con ella dos temas que me apasionan: los niños y los animales.
4. A La mamá de Pía y Beltrán de De 2 a 4 en mes y medio, que se ha lanzado a la aventura de escribir un blog animada entre otros por mí y que seguro que nos explica cosas fantásticas de su maternidad.
5. A María de Mi pequeño koala, que está empezando una nueva etapa y le deseo que todo vaya divinamente.
6. A Jeza Bel, de Vega, mi dulce de chocolate, porque su peque acaba de cumplir un añito y por cierto, ¡tiene unos ojos impresionantes!
7. A Mamá mimosa, que hace tiempo que no escribe y quiero ver si un premio la anima a contarnos cositas.
8. A Nenica, de Aprendiendo de mis mellizos, porque me encanta leer las aventuras de sus pequeñajos.
9. A Raquel, de Las mariposas de Raquel, porque está pasando por momento difíciles y espero que el premio la ponga de buen humor.
10. A Annie, de Las cosas de mi pitufo, porque me reí un montón con la última pitufada de su peque.
11. A Nita, de Dimes y diretes, porque se acaba de casar y lo debe estar celebrando por todo lo alto, que hace dos semanillas que nos tiene sin noticias. ¡Cuéntanos el bodorrío!

Et voilà, ¡premio recibido y repartido!

viernes, 10 de febrero de 2012

La charcutera borde

Animada por uno de los últimos posts de Madi, de Entre apuntes y pañales, hoy voy a quedarme a gusto rajando de una siesa que me atendió de malas maneras esta semana...

Resulta que debajo de mi casa hay una charcutería muy pija que frecuentamos hace poco. Antes no íbamos allí porque solíamos hacer la compra en otra zona, pero como ahora tiro de lo que me pilla más cerca, probamos con esta tienda. Ya se ve desde el escaparate que te van a meter una clavada del quince, pero lo que tienen está buenísimo, y trato de no pasarme con la compra. Sobre todo les compramos unas albóndigas que hacen que son lo más, jamón dulce y serrano y unos palitos que a Peque le entusiasman. Hay varias dependientas y un sólo hombre, que es el jefe. La mayoría de las dependientas son mayores (50-60 años, diría yo) y hay una jovencita. Ya se ve que el jefe las tiene a raya, porque a veces hay medio piques entre uno y otras...El caso es que al principio no me di mucha cuenta, pero ya veo que hay dos que son unas bordes. Hace unos días incluso se lo comentaba a Mr. X, porque mientras a mí me atendía la jovencita, una de las veteranas atendía a un chico joven. El chico le pidió un pollo y que se lo partiera a cachos y las pechugas a parte, y la tía capulla va y le suelta: "¿Pero cómo las pechugas a parte? ¿Dirás deshuesadas, no? Se dice deshuesadas, que lo sepas para otra vez". Me quedé a cuadros, pensando en cómo habría reaccionado de pasarme a mí (porque el tío se quedó pasmado y casi sin saber qué decir...). Pues nada, dos días después tuve mi ración...

Los miércoles al salir del cole de Peque, como es el único día que tengo la tarde libre, aprovecho para hacer recaditos. Esta semana me fui al súper a comprar cuatro cosas y de pasada eché un vistazo a la charcutería. Si hay mucha gente ni me meto, porque con las clientas habituales se están de cháchara mil horas y Peque se me agobia, pero como había poca gente me animé a pasar y hacerme con un poco de jamón y unas croquetillas. Nada más entrar vi a dos clientes que estaban siendo atendidos por dos de las señoras. Me esperé a que me tocase y entonces salió una tercera dependienta. Con la cara de malafolla ya pagaba, pero una que es inocente y pretende no hacer caso a ciertas señales corporales, me giré para mirarla con una sonrisa en los labios. Ella me hizo un gesto con la mandíbula como diciendo: "¿Qué quieres?" y le contesté: "No, que creo que me toca". Y la tía estúpida me suelta: "Pues tu sabrás si te toca, ¿no? ¡¡Porque lo que es yo sí que no lo sé!!". Me quedé perpleja y le balbuceé algo como :"No, lo digo porque veo que esos dos clientes ya están atendidos...". Y la tía: "Muy bien, pues te toca, ¿qué quieres?". Le dije que me pusiese jamón, pero lo que pensaba por dentro era más bien: "Pues lo que quiero es que pilles ese trozo de jamón y te lo metas por el culo". Lo siento, muy soez, ya lo sé...El tema es que a mí no me sale ponerme borde. Sólo en momentos muy puntuales, y ante comportamientos muy pasados de rosca, me sale la mala leche. En situaciones así, si salto me pongo nerviosa y no digo las cosas como quiero, así que prefiero callarme. Mi madre era una artista para esto. Tenía la reacción adecuada, con las palabras precisas y en el momento apropiado. Y además, siempre con elegancia y sin recurrir a exabruptos (que ella era muy de palabrotas en casa, pero para dejar a alguien en su sitio sacaba la artillería pesada y la ironía más fina). Total, que allí estaba yo, sudando el cuello de la camisa por lo incómoda que me sentía y pensando cuál era la mejor manera de reaccionar. Y se añadía otro tema. Peque aún es un pipiolo y no se entera de la misa la mitad, pero si me ocurre lo mismo cuando sea mayor quiero que vea un ejemplo en mí, que no se amilane ante los malos modos, pero sin caer en el borderío del que se sirve tanta gente. A todo esto Peque empezó a decir: "Pito, pito!". Traducción: "Palitos, palitos!". Y le dije: "No cariño, hoy no hay palitos ni nada más". Pero creo que la malfollá no se percató del detalle. Después, como de mientras se había encontrado con una clienta de las de toda la vida y estaba de cotorreo, se puso de buen humor y acabó de atenderme correctamente.

Conclusión, que espero que la próxima vez (si la hay) me salga algo más que un balbuceo de la garganta y sea capaz de contestar como se merece a la tipeja. Eso sí, con mucha clase...

Buen finde!

martes, 7 de febrero de 2012

Gluten Free

Hoy mi entrada va en apoyo de la petición de una Ley Celíaca Española. Encontraréis toda la información sobre el tema en el blog Etología Familiar de Teresavet (que por cierto es un blog muuuuy recomendable para los amantes de los animales).

Entre mi familia y amigos más cercanos no hay nadie celíaco, pero me interesé mucho por esta enfermedad hace apenas unos meses. En una revisión de Peque la pediatra le comentó a Mr. X que lo veía muy barrigón y pálido, y que eso podía ser signo de celiaquía, incluso sin mostrar ningún otro síntoma. Es verdad que Peque tiene una panza rollo Buda, pero no había pensado en ningún momento que fuese anormal. Aunque no soy de agobiarme demasiado por cosas que no son seguras, hice algunas búsquedas en internet sobre el tema y me informé de lo que podía esperar si se confirmaba el diagnóstico. Cosas de la vida, justo entonces nos visitó una colega americana de Mr. X que se quedó unos días en casa y que es celíaca. Todas las comidas que me venían a la cabeza tenían algo que no podía tomar. Busqué posibles menús, y alguien me dijo que en los Mercadona habían muchos alimentos para celíacos, que estaban marcados con un distintivo rojo. Pues me quedé cegata perdida buscando la puñetera etiqueta roja por el supermercado y apenas salí con tres cosas decentes...Por suerte, la invitada en cuestión comía como un pajarito y con poca cosa se apañaba...

Hace poco, paseando por el barrio donde trabajo, encontré una tiendecita genial que suministra todo tipo de productos para celíacos. A buenas horas...pero al menos, si tengo otro invitado celíaco ¡ya sé dónde ir!

lunes, 6 de febrero de 2012

Gracias, Maestro

Este fin de semana, entre el frío polar y que Mr. X estaba de guardia atendiendo los infortunios sanitarios de bichitos varios, Peque y yo nos hemos atrincherado en casa, dispuestos a explorar todas las opciones de entretenimiento indoor que nuestro humilde hogar nos ofrece. Hemos jugado a las construcciones, hemos hecho teatro con las marionetas de dedo, hemos ido en el correpasillos (suerte que no tengo vecinos en el piso de abajo...), hemos visto Bob Esponja y Chuggington, nos hemos revolcado por el suelo con perro incluido y....¡hemos bailado! ¡Me ha salido un Peque bailongo!

He de reconocer que durante el primer año de Peque no me curré mucho el "cancionero infantil". No recordaba demasiadas canciones de mi infancia, sólo algunas en francés y castellano que me cantaba mi madre. Además, ella no era muy forofa de los cantantes que en aquella época hacían discos para el público infantil y optaba por ponerme música clásica. Le tenía especial tirria a Teresa Rabal (por favor, que nadie se me ofenda, que sé que tiene una legión de fans), le daba la sensación de que hablaba a los niños como si fuesen tontos, y eso la superaba...Estando el tema así fui tomando nota de las canciones que la madre de Mr. X le cantaba a Peque para jugar, dormirlo...Pero cuando mi pitufillo cumplió un añito nos hicieron un regalo genial: dos CDs del grupo “Ara va de bo”. Es un grupo que formó Xesco Boix en 1971 y las grabaciones de los discos que nos regalaron son más o menos de esa época. Yo había oído hablar de este hombre en varias ocasiones, pero no acababa de situarlo (y eso que para la mayoría de niños de Catalunya es un clásico, pero es lo que tiene tener una infancia multicultural). Al principio guardé los discos y no sabía ni donde los tenía, pero hace unas semanas di con ellos y los puse mientras preparaba la comida de Peque en la cocina. El "momento cocina" a veces es un poco estresante, porque Peque quiere que lo coja en brazos y yo suelo tener las manos ocupadas. La radio lo distrae un rato, pero enseguida se cansa. Decidí probar con el mítico Xesco Boix. Y funciona, vaya que si funciona. Le chiflan todas las canciones, y como a mi también me gustan mucho (tanto que a veces me las pongo estando sola) se divierte al verme bailar y cantar mientras ando con las manos en la masa. Muchas melodías son típicas catalanas, otras son clásicos de Norte América, o Suecia...Pero el ritmo folk y la voz de Boix les dan un algo muy especial.

A raíz de hacer este descubrimiento he ido leyendo lo que he encontrado sobre Xesco Boix. Era un comunicador excelente y adoraba a los niños, se entendía a la perfección con ellos. Pensaba que los críos son genuinos, que los adultos deberíamos aprender de ellos y no a la inversa. Como hija de pintora que soy, sé que la sensibilidad que poseen los artistas les hace ser tan maravillosos creadores como carne de cañón para la vida moderna, y a Xesco le venció una depresión que lo llevó a poner fin a su vida con tan solo treinta y ocho años. Sirva este post de modesto homenaje a un hombre que me hubiera encantado conocer y que hace que mi hijo salte, baile, cante y sea feliz.

Sé que la mayoría de los que os pasáis por aquí no habláis catalán, pero yo creo que la música tiene ese don de transmitir a pesar del idioma. Os pongo dos videos. El primero son unos fragmentos de grabaciones de la época en los que se ve a Boix rodeado de su público fiel (y que pertenecen a un documental que se hizo sobre su vida). En el segundo no aparece él, pero es del grupo que fundó y es una de la canciones preferidas de Peque: “El gripau blau” (“El sapo azul”).