Una noche, mientras mi bribonzuelo trataba de sobornarme con amor para que no lo duchase y le dejase ver sus adorados dibujos animados, me estrujó en un abrazo de los que cortan la respiración (literalmente) y entre besos me dijo:
-"Mami, cuando seas viejecita y yo sea mayor te cuidaré y te llevaré de paseo. A ti y a papi. Pero sólo cuando estés a punto de morirte, ¿eh?"
Parece que mientras me tenga en pie me las tendré que apañar yo sola (como decía mi madre, cría cuervos...).
Otro día, en pleno arrebato de amor materno filial, me dijo que me quería muchíííísimo (hasta la bombilla del techo, vamos) y yo aproveché para regodearme ahora que aún me soporta en modo empalagoso y le pregunté:
-"Entonces...¿no me cambias por otra mami?".
Y él negó con rotundidad. Yo planté una sonrisa bobalicona de satisfacción en mi rostro y le dije que yo también lo quería exactamente como era y que no lo cambiaba por nadie. Entonces frunció el ceño y con tono preocupado añadió:
-"Pero mami...es que yo voy a cambiar...".
Lo miré interrogante y explicó:
-"Claro mami...porque tengo que crecer mucho, hasta hacerme tan grande como tú".
Toma ya lingotazo de sabiduría de mi churumbel.
Por cierto Peque, esperemos que los genes paternos entren en juego a tu favor y crezcas algo más que yo, que aquí tu progenitora es tirando a liliputiense.
Parece que mientras me tenga en pie me las tendré que apañar yo sola (como decía mi madre, cría cuervos...).
Otro día, en pleno arrebato de amor materno filial, me dijo que me quería muchíííísimo (hasta la bombilla del techo, vamos) y yo aproveché para regodearme ahora que aún me soporta en modo empalagoso y le pregunté:
-"Entonces...¿no me cambias por otra mami?".
Y él negó con rotundidad. Yo planté una sonrisa bobalicona de satisfacción en mi rostro y le dije que yo también lo quería exactamente como era y que no lo cambiaba por nadie. Entonces frunció el ceño y con tono preocupado añadió:
-"Pero mami...es que yo voy a cambiar...".
Lo miré interrogante y explicó:
-"Claro mami...porque tengo que crecer mucho, hasta hacerme tan grande como tú".
Toma ya lingotazo de sabiduría de mi churumbel.
Por cierto Peque, esperemos que los genes paternos entren en juego a tu favor y crezcas algo más que yo, que aquí tu progenitora es tirando a liliputiense.