Una postal en mi nevera. De un pequeño rincón del mundo. De una plaza de pueblo como tantas.
La postal ha empezado a amarillear con el paso del tiempo. Los otros adminículos imantados que adornan el frigorífico cambian periódicamente.
Pero la postal permanece.
La mayoría de veces ni siquiera la veo de verdad, forma parte de ese universo tan conocido que ya no llama la atención.
Hoy me he despertado triste y melancólica. A veces pasa. Y la radio no ha hecho más que intensificar ese estado de ánimo con sus canciones mustias de día de lluvia. Poco apropiado para un sábado por la mañana. Quizás el locutor también se ha despertado taciturno.
Cojo las naranjas con desgana y exprimo su jugo. Lleno un vaso, me apoyo en la encimera y mis ojos van a posarse en la postal. Está torcida. Al enderezarla se cae... Y al recogerla leo el reverso. Apenas cuatro frases. La letra de mamá. Me la escribió cuando se fueron a vivir al sur papá y ella. Me escribía a menudo para que tuviese correo en el buzón. Para que no fuese tanta la distancia que nos separaba.
Pienso en mi madre cada día. Lo que le diría, lo que le preguntaría, lo que me preguntaría ella a mí. Ya comienzan a ser muchos años los que lleva al otro lado. Se quedó sin ver tantas cosas… Lo principal, su nieto. No puedo detenerme mucho en ese pensamiento sin que el dolor sea físico.
Pero también otros acontecimientos. ¡Un presidente negro en EEUU, mamá! ¡Como en 24! O las nuevas tecnologías: whatsapp, el FB, mi blog... Me tendría todo el día pendiente del móvil entre chistes, reflexiones y mensajes de amor.
Sí, a veces pasa. A veces dos personas conectan a la perfección. No fue inmediato, requirió tiempo, confidencias, alejarnos de la terrible adolescencia... Pero al final lo logramos. Me veía entrar por la puerta y ya me sabía triste, contenta, decepcionada o esperanzada. Y lo mismo me ocurría a mí.
Cuando se fue me sentí amputada. Nunca más nadie iba a entenderme como ella, habíamos construido un mundo de complicidad que se desmoronó en un instante.
No me equivoqué, pero he aprendido a vivir con ese dolor fantasma.
Solo que lees unas frases en una postal, y de repente vuelves a sentir la inmensidad de ese amor.
PS: "Postales desde el filo" es una película que habíamos visto juntas varias veces. De las que saboreas. Meryl Streep y Shirley MacLaine. ¿Qué más se puede pedir?
Hoy conecto mucho con lo que escribes.
ResponderEliminarLa pérdida de una madre es algo que duele para siempre. Crees que has aprendido a vivir con esa ausencia y cualquier día, cualquier cosa, te hace llorar de nuevo. A ti te emociona una postal y a mí tu entrada hoy, otros días son otras cosas. Muchas veces todo lo que quedó por hacer o por decir...
Maribel! Te había perdido la pista!! Me alegro de leerte.
EliminarSí, cualquier cosa puede reactivar ese sentimiento... A mí el sábado me pilló flojilla.
Un besote.
Has escrito una entrada preciosa aunque tan llena de dolor.
ResponderEliminarNo puedo acercarme a tu dolor.
Así que me callo y te mando un abrazo apretadísimo.
Gracias guapísima, estos abrazos son los que curan.
EliminarBesote grande.
Me has emocionado mucho hoy.... no puedo ponerme en tu piel aunque a veces he estado más cerca de lo que me hubiera gustado de sensación tan horrible que describes. Ojalá las cosas hubieran sido diferentes para ti pero me alegra que el tiempo que disfrutasteis juntas lo hicierais con tanta complicidad. Eso queda para siempre. Un abrazo fuerte guapa.
ResponderEliminarEso me consuela a mí también, haber podido tener tan buena relación. Es un regalo para toda la vida.
EliminarBesos guapetona.
Yo también te mando un abrazo grande. Tu madre tuvo que ser una persona genial. Besos.
ResponderEliminarLo era sister...
EliminarAbrazotes hermosa.
¡Qué pena sufrir una pérdida ! Cuando además estabais en ese estado de complicidad , pero bueno ,lo vivido ahí está y si lograsteis establecer ese nexo de unión tan difícil pues es algo de lo puedes estar orgullosa.
ResponderEliminarYo tengo a mi familia lejos y mis suegros que fueron para mí más que padres se me fueron muy pronto , mi suegro murió estando embarazada del segundo niño. Esto es algo que me da mucha pena porque ellos no han podido disfrutar de abuelos .
Sí,es una pena tremenda...
EliminarDentro de lo duro que es perder a una madre, me alegro de que ocurriese cuando estábamos unidas y éramos capaces las dos de disfrutar de ese amor. Si llega a ocurrir en plena adolescencia, cuando por naturaleza nos alejamos de nuestros progenitores, creo que hubiese sido mucho más difícil de digerir.
Un beso Seoane.
Qué duro... Yo tengo pánico a perder a mi madre desde lo de mi padre :(
ResponderEliminarUn beso enorme, cielo!!!
28+2
Lo sé Eva, te lo he visto comentar en varias ocasiones... Sé lo que cuesta gestionar nuestros miedos, pero intenta no martirizarte con esa idea y dale un buen achuchón a tu madre cada vez que estés con ella. Será una abuela fabulosa. ;)
EliminarBesotes.
Un abrazo callado...
ResponderEliminarGracias bonita.
EliminarUn besote.
Puf, se me saltan las lagrimas, jo no se que decirte, hay gente que no tiene eso nunca con tu madre, al final fuisteis unas afortunadas, Un beso enorme, lo siento mucho pero seguro que vive en ti. Me has recordado a un libro del psicólogo y psiquiatra Brian Weiss creo que lazos de amor o lazos que unen, que habla de como descubrió que estamos conectados, es un poco friki el libro supuestamente son casos reales, un besazo
ResponderEliminarMe considero afortunada, tal como dices, no todo el mundo tiene la suerte de haberse sentido tan conectado con su madre. Y te diré que ella y yo leímos a Weiss en más de una ocasión... :)
EliminarBesos preciosa.
Qué bonito, Mo. Esa conexión sigue ahí. La energía nunca se pierde, ya sabes. Un beso grande, grande.
ResponderEliminarNi se crea ni se destruye, sólo se transforma. ;)
EliminarMil gracias Álter, besotes.
No sabes cómo te entiendo. Yo tengo la misma pena con mi padre. Me llamaba casi todos los días desde la oficina para saber de mí. Charlábamos de las cosas de la vida y de todo lo que íbamos a hacer en mi próximo viaje a casa. Cuando nos dejó nos costó mucho hacernos a la idea de que ya no estaba. Se fue convencido de que nunca la daría nietos. Si me viera ahora! Con lo que le gustaban los niños! Mis dos gamberros le hubieran llenado de orgullo, porque él también fue un gamberrete en sus años mozos jajaja Que infancia y que juventud me han regalado mis padres. No tiene precio.
ResponderEliminarP.D: Yo también flipé con la versión de futuro de 24 ;)
Yo también me siento muy agradecida a mis padres. Ahora comprendo mejor que nunca el gran regalo que representa para una persona el darle estabilidad y felicidad en esa etapa.
EliminarUn besote guapísima.
Este es un post muy triste pero también muy bonito... no me imagino lo que debe ser pasar por eso...
ResponderEliminarUn beso enorme guapa!!
Gracias Días, aunque el finde me pilló baja de ánimos, me siento feliz de haber podido compartir tantas cosas con ella.
EliminarBesotes para ti también.
Qué tristeza tan grande no poder disfrutar de una persona tan importante... Me ha emocionado el post, un besazo!
ResponderEliminarLo bueno de haber pasado treinta años juntas es que me quedan millones de recuerdos, enseñanzas, guiños... Por eso no pasa un día sin que esté en mi mente. Plagó mi mundo de esos obsequios.
EliminarUn besote.
Sabes que te entiendo. A la perfección.
ResponderEliminarLo que me alegra es que lo que sientas de repente es la inmensidad de su amor, y no ya la inmensidad del dolor de su pérdida.
Benditas madres.
Un beso, hoy más fuerte que nunca aunque llegue tarde.
Lo sé Parrulina...
EliminarMil gracias por ese beso, porque llega.
Madre mía tengo los pelos de punta... me has dejado sin palabras. Un beso fuerte.
ResponderEliminarMuchas gracias guapetona...
EliminarBesotes para ti también.
Uffffff, aquí no puedo comentar.... Me duele tu dolor y me duele el mío...
ResponderEliminarFortísimo Abrazote Corazón!!!.
Lo sé guapi, lo sé...
EliminarAbrazote hermosa.
Entiendo la sensación, pues a veces encuentro cartas y escritos de mi padre, pero te confesaré que más aún me emociona una carta que le escribió mi abuelo a mi abuela, la única que se salvo de la hoguera que esta hizo porque decía que la correspondencia de otros nunca se debe leer. Yo soy feliz cuando leo en esa página amarilla una letra perfecta diciendo con tinta "amor de mis amores" <3
ResponderEliminarQué carta tan preciosa Remorada... es emocionante ponerte en su piel!!
EliminarUn besote.
Guapa leerte en esta entrada es precioso y a la vez doloroso, me encanta leer la relación que llegaste a forjar con tu madre, yo por lástima no la he llegado ha crear, aunque jejeje lógicamente la quiero con locura. Cuando escribes así haces que todo se remueva por dentro, ánimo en esos días más duros. Muaks.
ResponderEliminarMuchas gracias Montse, por los ánimos y por tener siempre unas palabras tan bonitas para mí, te lo agradezco infinitamente.
EliminarBesotes guapetona.