Cuando estando embarazada supe que esperaba un niño eso me sirvió para descartar muchas de las ideas que había elaborado acerca de mi eventual progenie. Todo lo que conocía de relaciones materno-filiales se basaba en la mía con mi madre. Tener a Peque rompió mis esquemas mentales, y para bien, porque nos permitió construir nuestra relación desde cero.
Ya no escribo mucho de crianza. El blog ha evolucionado conmigo, con mis necesidades, y con lo que quiero volcar en la blogosfera. Pero lo cierto es que la crianza de Peque es un reto continuo, porque nuestros caracteres son de lo más dispares. Y a medida que crece, la cosa en vez de simplificarse, se complica, porque su personalidad es fuerte y a menudo chocamos. Suelo decir que tiene un “pronto antipático”. Ante una adversidad se agobia, ofusca, y suelta sapos y culebras por la boca, ofendiéndome hasta el infinito y haciendo que me pregunte cómo podemos mejorar esa faceta de su carácter. Pero es inevitable reconocer frases y actitudes mías en las suyas, así que hay que entonar el mea culpa y recordar que yo también tengo un “pronto antipático” que he educado con la edad. A veces, de golpe, en medio de una trifulca, recuerdo encontronazos con mi madre. Y es que eran muy similares. Cabreo máximo y paz a los pocos minutos. Soy tranquila y sosegada, pero con ella me salía la mala leche (la clásica confianza que da asco). Peque no es tranquilo ni sosegado, pero la mala leche la ha heredado vía directa. Así que durante el día son varios los momentos en los que hay que contar hasta diez (y no, no siempre lo consigo, y sí, luego me arrepiento… la culpa, la maternidad, esas cosas).
Lo bueno es que ese arrojo que tiene para enviarme a freír espárragos, también lo tiene en otros momentos, y eso le ayuda, por ejemplo, a socializar de forma sorprendente en casi cualquier situación. A mí de pequeña me gustaba ir a sitios poco concurridos para no tener que interaccionar mucho con otros niños. Si vamos al parque y no hay críos, Peque se frustra. Si los hay, se va a hablar directo con ellos y a los dos minutos están jugando. Me fascina. Es más, si las madres de esos niños están por ahí y las conozco de vista del cole, raramente me animo a ir a hablar con ellas. Prefiero quedarme a mi bola leyendo y observando a Peque. Las hijas de Mr. X dicen que tendría que hacerme más amiga de “las madres del cole”, pero yo opino que Peque ya es extrovertido por los dos.
El otro día estábamos en un parque cerca de casa y estaban celebrando un cumpleaños. En la centrífuga había como quince niños y niñas de uniforme. Peque me preguntó si podía ir con ellos a jugar y yo lo animé. Al llegar, justo se estaban haciendo una foto de grupo, y lo echaron no muy cortésmente, por lo que vino llorando hasta a mí. Lo consolé, pero seguía teniendo ganas de jugar con ellos, por lo que pensé:
-Qué valiente es por ir a jugar con un montón de chavales que obviamente son amigos y que eso no le frene en absoluto.
-Qué perseverante por querer volver a ir a pesar de que lo hayan rechazado.
-Qué poco de conflictos soy yo, que me pone nerviosa tener que ir a mediar entre los quince críos con sus vigilantes madres y mi niño.
Pero cuando toca, toca, así que me levante, lo acompañé con paso fingidamente decidido hasta la caterva de infantes y les pedí que compartiesen la centrífuga con Peque. Una niña se excusó diciendo que sólo le habían pedido que se fuese para la foto (ja) y él, por fin, se sentó entre el montón de niñas con pichis.
Qué diferentes somos. Y qué similares en el fondo.
Jajaja Es verdad que hay momentos en los que nuestro peques nos hacen viajar en el tiempo, peeeero... Otras veces te preguntas de donde sacan ese carácter endemoniado o más sociable que un relaciones públicas.
ResponderEliminarPara que te hagas una idea yo era santa Dácil y más tímida que lo más tímida que te puedas imaginar. Dulce y siempre con las narices metidas dentro de un libro y... de repente... paro dos engendros directamente traídos del infierno la más de simpáticos y salados con todo aquel que no sea su mami. Me puedes explicar ¿Que ha pasado aquí? No entiendo nada. Mucho ánimo con el "pronto antipático" de Peque ;)
Jajajajajajaja! Aix, Dácil, qué gracia me ha hecho eso de parir engendros del infierno, jajajaja!
EliminarSupongo que en definitiva se trata de que con nosotras sacan lo peor y lo mejor de sí mismos... Paciencia!! XD
Muas!
Ainsss
EliminarUno de los miedos que tenía yo si hubiera tenido un hijo, es que heredara mi carácter. Soy extremadamente tímida, controlado con la edad, pero de pequeña, por lo que cuentas, muy como tú. Y lo he pasado fatal. En la adolescencia ni te cuento. Aún hoy en día, me cuesta ir a sitios donde tengo que conocer gente.
ResponderEliminarAsí que ole por peque, y por esas cosas que ha sacado de ti y las que no.
Muaks
A mí la timidez me ha jugado malas pasadas, aunque ahora lo llevo mucho mejor. Sigo sintiéndome rara en ambientes con personas desconocidas, pero no se me hace bola.
EliminarDisimulas muy bien tu timidez. ;)
Un abrazote!
Jus! Mi peque es también muy extrovertida y los 'noes' le dan igual. Yo prefiero ir a los parques con gafas de sol y libro, pero esta niña me obliga a socializar.
ResponderEliminarComo tu dices, en cosas se nos parecen y en otras vamos mejorando la especie...
;)
Jajajaja! Sí, a mí también me obliga a socializar... Con lo bien que se está al solecito leyendo... XD
EliminarMuas!
Poco a poco se va modelando el caracter, Pequebatallas es de aupa, miedo me da, a veces con un año no me hago con él... en fin. Mucha suerte y sí peque es super valiente. Un beso
ResponderEliminarViene pisando fuerte, entonces! Chicos con carácter! XD
EliminarBesotes!
Qué historias pasan cuando una es madre! Y sí, que perseverante es Peque. A mí me parece un rasgo muy positivo en las personas!!!
ResponderEliminarFeliz día!
Sí, desde luego yo me habría desanimado ante el primer rechazo y ni de coña hubiese vuelto. Me sorprendió! :)
EliminarMuas!
¿¿¿Que echaron a Peque???
ResponderEliminarVoy yo y las dejo calvas a todas!!!
Jajaja
Besos
Jaaajajajajaja! No tengo ni la menor duda, Eva! XD
EliminarBesotes!
Un día tenemos que quedar para ir a la centrífuga esa...jajajjajaj...desde que vi la foto lo tengo grabado en mi mente :P Me encanta ese carácter extrovertido y sociable de peque, espero que la Rubia no sea tímida y sea algo sinvergüenzas (yo tímida no pero vergüenzas TODAS) de momento apunta maneras... Bsss
ResponderEliminarTú vente pa mi barrio y te hago la ruta del bacalao, jajajaja!
EliminarEsa Rubia la veo yo muy decidida... al tiempo! :D
Muas!
qué curioso es encontrar las similitudes, casi tan fascinantes como las diferencias, cuánto será aprendido y cuánto será genético? cuánto hacemos en contra de lo que "nos nace" justamente para diferenciarnos?
ResponderEliminarson temas que me atraen mucho xD
a esos niños uniformados... ¬¬
Sí que son interesantes Remorada! Ese mejunje nos hace únicos!! :D
EliminarBesotes!
A mi peque me encanta, que quieres que te diga. Es un crack con mucha personalidad.
ResponderEliminarBesos
Personalidad tiene, eso lo tengo claro y meridiano, jajajajaja!
EliminarMuas!
Me has dado qué pensar al decir que Peque al ser niño no te hace repetir patrones ya establecidos, qué cierto. He de decir que tu Peque es auténtico en estado puro y que gran personalidad demostró en el parque. Besicos.
ResponderEliminarSí, lo del parque fue muy bueno. Al menos consuela ver que su testarudez no sólo sirve para sacarme de quicio. ;)
EliminarBesotes!