La cosa era una caja descomunal llena de cacharros electrónicos obsoletos, cds, bombillas, pilas... que me miraba desde la habitación de los niños cada vez que pasaba por delante. La cosa debía llevarse un martes al punto verde para que allí se hicieran cargo de ella, y antes de que llegase a sus enormes dimensiones le había pedido unas cuantas veces a Mr. X que la bajase él a la zona de reciclaje, pero por una razón o por otra nunca era posible. La cosa creció exponencialmente la última semana de su existencia y yo ya estaba harta de verla ocupando espacio vital (cosa que en mi abarrotada casa es un pecado capital).
La semana pasada me quedé de rodríguez en casa. El lunes estuve valorando el llevar yo la cosa al punto verde. Discurría sobre ello mientras freía unos espárragos verdes para la cena. En contra: su peso, mi poca fortaleza física y los (aproximadamente) cien escalones que me separaban del lugar de recogida. A favor: ganar espacio (algo fundamental teniendo en cuenta que el fin de semana venían los niños y seríamos seis personas en mi queli) y dejar de ver a la cosa espiarme desde su rincón con risa sardónica.
Hasta el último momento contemplé rajarme, pero cabezota que es una, decidí que por mis ovarios la bajaba. Dejé todo preparado con tiempo y al fin, cogí a la cosa en brazos. Supe al instante que iba a arrepentirme, pero aún así salí de casa con el mamotreto en brazos.
La portera me miró con cara de susto y me aconsejó que fuese con cuidado y no me resbalase. Aún podría haber dado marcha atrás, porque ya en el vestíbulo del edificio la tensión soportada me hacía temblar los brazos y las pantorrillas, pero es que soy aries joder.
El primer tramo lo hice casi de carrerilla, sabía que a la que parase lo tendría que hacer cada tres pasos. Y así fue. Me paré justo antes de las escaleras del infierno y a partir de ahí tuve que hacer pausas cada dos escalones. O se me rajaban las manos por el afilado borde de plástico, o no veía el suelo y me jugaba el trompazo del siglo, o la espalda se me encorvaba en un arabesco nada natural. Con todos los puñeteros músculos de mi cuerpo en tensión logré llegar hasta abajo. No dejaba de mirar alrededor por si las miradas de la gente eran del tipo que indica que estás dando el cante a base de bien (el pudor es lo que tiene… ). Desde allí hasta el punto verde hay unos ciento cincuenta metros. No sé ni cómo llegué, me dolía cada átomo de mi ser y el sudor que me regaba la espalda era radioactivo. Me repetía como un mantra "a la que dejes la cosa pasará el dolor, deja la cosa y pasará el dolor". Los cojones. Solté la puñetera cosa en el punto verde y el dolor no remitió. Además el empleado me miró con hastío porque había interrumpido su sesión de tocarse los huevos y me aleccionó sobre la correcta clasificación de los residuos. Lo escuché de refilón porque creo que hasta el oído me dolía.
Empecé mi trayecto al curro y el cuerpo no me respondía. Un dolor agudo me corroía la articulación coxofemoral izquierda (se siente, deformación profesional). Iba como a cámara lenta, como en esos sueños en los que quieres correr y no hay manera. Igualito. Pero sin soñar. Putada.
Expliqué la batallita a mis amigas por whatsapp y mi querida gallinácea me dijo: "La próxima vez ponte en plan sargento... baja la cosa, baja la cosa... ¡pero tú no te muevas!". Ella bautizó a la cosa, y por supuesto ya no me sale llamarla de otro modo.
Al día siguiente mi problema locomotor no mejoró. Al incorporarme de la cama millones de alfileres me perforaron cada fibra de mis cuádriceps. Además tenía que llevarme a Peque al curro. La primera mitad del día fue bastante decente, pero al final salió la vena Mr. Hyde de mi churumbel y como lo de la empatía aún no lo hemos desarrollado, me dio un apretujón de frustración en el muslo que me dejó seca. Debo añadir que veníamos del supermercado, donde se había gestado la rabieta, que yo iba cargada como una mula con las bolsas que me pesaban más que todas las cosas (en buena hora compré dos litrazos de gazpacho que estaban de oferta) y que como colofón del momento se reventó una anilla de mi bolso y éste acabó espachurrado en el suelo. Me arrastré lastimosamente hasta la marquesina del autobús con las bolsas colgando un brazo, el bolso agarrado como si tuviese pezuñas en vez de manos, y el niño del exorcista mirándome con amor.
Pero eh, la cosa estaba fuera de casa. Olé yo.
Madremía.... lo extraño es que puedas escribir y todo jaja me he cansado al leerte. Deacansa y regodeate de que has ganado la batalla, con sudor si, pero la has ganado. Besitos
ResponderEliminarGané, sí, ¡pero para la próxima no me pillan!
EliminarUn besote.
pero por diosssssssssssssssssssss, que tamaño bombillas y cedeses usais en tu casa corazonnnnnnnnnnnnnn? Por que para tener ese peso tienen que ser la leche , o al menos de ferro colat, jejej. Yo también estoy de limpieza, como mi susodicho también es de los que les cuesta darse cuenta que el repetir mil veces " llevate ésto por favor " quiere decir que va en serio, he optado por poner las cajas en cuestión justo al salir por la puerta de casa , o sea que o las salta o se las lleva, aunque haya mejorado ostentosamente su capacidad de obviarlas con un falsísimo "Huy, no las habia visto " . No claro y eso que apartas con el pie que és ?
ResponderEliminarSi señor, ole tu y tus ovarios . Y ahora masaje reconstituyente de mr X a los cuádriceps , faltaria más.
Besos !!
Más que las bombillas y los cds eran los cachivaches electrónicos antiguos, que pesan una mala cosa los muy jodíos...
EliminarDebo decir en defensa de Mr. X que la intendencia familiar estándar funciona como una seda, pero a la que hay algo extra... se nos atraganta. ;)
Besotes.
PS: Lo de los masajes quedó en la etapa de novietes... ¿volverá? :)
Tu quéjate mucho a ver si cuela .... ;)
EliminarProbaré. ;)
EliminarLa leche con la cosa!!!, jajaja, no recordaba el bautizo de la gallinita, olé ella y olé tú!!!, pero la próxima en lugar de sacar la boina, saca el látigo :^p.
ResponderEliminarMuchos Besotes!!!.
Nuestra gallinácea es única bautizando cosas. :)
EliminarTomo nota Inma.
Besacos.
Holaaaa!!! Acabo de hacer un repaso por tu vida virtual y he visto los ultimos acontecimientos :(
ResponderEliminarMe alegra ver que tu sentido del humor sigue intacto a pesar de los acontecimientos! Un besote gordo!
Hola guapi. Pues sí, unos cuantos reveses... Pero siempre adelante.
EliminarBesotes.
Plas plas plas...aplausos!!! fuerza física no tendremos la misma y luego nos dolerá todo pero cuando se trata de hacer algo sí o sí lo tenemos mejor puestos sin tenerlos.
ResponderEliminarTendrá que recompensarte, no? jeje
Besos
A cabezota no me gana nadie.
EliminarA ver si se lo curra, de momento no lo veo muy inspirado... ;)
Besos Jirafa.
Ay la virgen!!! Me han entrado dolores hasta a mí!!! Pero bueno, ya no volverás a ver la cosa jajajajajajaja
ResponderEliminarBesos
Eso es indiscutible y maravillosamente cierto. :D
EliminarBesotes.
jajajaja...creo que la cosa se vengo de tu destierro forzoso a base de bien jajaja me parto! un besito!
ResponderEliminarLa muy cabrona... ;)
EliminarUn besote.
Jajajajaja!! Pobriña! Se me han quitado las ganas de intentar hacer limpieza en mi taller, en mi caso no es sólo una caja sino un cuarto entero con vida propia dispuesto, estoy segura, a engullirse mi salud como intente hacerle cara... lo dejaré para más adelante, cuando fortalezca abdominales.
ResponderEliminarQue te mejores campiona
Mi problema es que con el poco espacio que tengo en casa no me puedo permitir acumular cosas que no hagan verdadera falta... Arrrg!
EliminarMuchas gracias bonita.
Besos.
Jus!! Madre mía! Me duele todo a mi!!! Pero haber diseccionado la cosa en varias partes mujer!! Cada día un trocito!! Ay esta Aries!!! Mr. X te debe un buen masaje... ji!
ResponderEliminarTengo comprobado que lo de hacer las cosas en versión diseccionada en mi casa no funciona, jajajaja!
EliminarAries cabezota y malhablada. Qué le vamos a hacer... ;)
Besotes.
Brutaaaaaaa! Y cabezota! Yo soy igual y mira que me gustaría ser de otra manera... jajajajaja pasar más de las "cosas" y eso... pero joeeee
ResponderEliminarPero y tu señor marido se percató de que la cosa ya no estaba??? o se lo dijiste tuuu con rintintin?!??!
Un beso recuperador!
A Mr. X se lo anuncié antes, durante y después de la odisea, para que tome nota, jejejeje...
EliminarGracias por el besote, otro para ti.
Punto uno: Yo estoy operada de una hernia discal y desde que la pillé la espalda me ha dolido cada día de mi vida, así que leer eso me ha desarrollado una empatía tamaño ballena azul de cojones y te entiendo.
ResponderEliminarPunto dos: En casos así, bien se mete un últimatum de esos "O bajas eso a la calle o tiro tus cosas dentro de maletas por la ventana y nos vemos el añó que viene. Luego tienes el ultimatum sutil, dícese de aquel en que esperas a tu mister en picardias, con una botella de cava, un bol de fresas con chocolate, el baño burbujeante y con velitas y los niños en casa de la suegra. Entre tu visión y la entrada de la casa pon la cosa. Cuando mister X entre dile "cariño... si quieres llegar aquí tendrás que bajar esto al contenedor. Si no lo haces voy a tomarme solita un baño de espumita y me tomaré estas fresas que están de miedo y tú te preparas tu cena". Sutileza número tres, la llamada de la perseverancia. Cada día cuando te cruces con el mister preguntar por cuando va a bajar la cosa. Sutileza número cuatro, la llamada palabras mayores. "Oye cari, que esta noche me voy con las amigas y me quedo a dormir en casa de la Pepi, pensamos hacer esto cada día hasta que tu bajas la cosa. ¡Ah! recuerda de cojer la mochila cuando lleves al peque al cole y ponerle comida a perra que si no come se mosquea"
Punto tres: Hay que joderse. Cuando fallan las sutilezas tipo sargento, recordatorias, incentivatorias y todas las demás estrategias u armas de mujer, es cuando hay que demostrar que los tenemos mejor puestos. En ese caso sacas la cosa del cuarto del peque, la pones al lado de su ordenador y cada día te bajas una cosita. Verás que cuando invadan su espacio vital reaccionará. En caso de que no reaccione al menos no te jodes la espalda y todo lo demás.
Ultimo comentario: A lo hecho pecho. Así que vete a una fisio o a un spá o a que te metan en un potro de tortura y te den un par de tirones a tus músculos y pásale la factura al mister. Faltarí que encima que te has pegado la currada te tuvieras que subvencionar la cura. Luego te buscas un carrito de la compra de esos de cuatro ruedas que se llevan con un dedo o de esos de seis que sirven para subir escalera, y también le pasas la factura. Para rematarlo te vas de compras de verano y le dejas la visa frita y tú recuperada.
Moraleja: La próxima vez que la cosa se regenere y esté en estado larvario hay que pillar la escoba y sacarla a escobazos de casa. Faltaría plus.
¡Ah!. Se me olvidaba. Si eres aries eso quiere decir que hace poco o dentro de poco será tu cumple, así que felicidades y cuidate mejor. El año que viene pidele de regalo que baje él la cosa, ¿vale?
EliminarJaaaaaaajajajajaja! Lo que me he llegado a reír con tu comentario! Y créeme, eso me hace mucha falta.
EliminarAix, qué bueno...
Tomo nota de todas tus sugerencias para que no me vuelva a crecer una cosa en casa.
Ah! Muy observadora con lo del cumple, sí señora! Cumplo años dentro de algo más que una semanita, justo el día que me voy de viaje.
Besotes.
Oye, y esa cosa no se podía meter en varias bolsas/cajas e ir llevando una a una.... tienes que revisar tus protocolos! ;-)
ResponderEliminarUltimamente te llevo un montón en la cabeza, Nena cogió piojos por primera vez (3 exactamente), y no me vendría nada mal tu "expertice", vamos, cuando leía que eras capaz de coger a la hembra ponedora, así sin más, ... yo me estoy haciendo heridas en la cabeza de tanto pasarme la lendrera y no me veo nada, pero... que mal rollo!
También como a tí me a dado por el crochet, le estoy haciendo horquillitas muy monas a mi nena (aunque ahora con este episodio de piojos no le pongo ninguna), me encantaron las zapatillitas de bebé, me podrías pasar el patrón/diagrama de las primeras?
Ah, en mi casa la "cosa" es la caja del árbol de navidad, que no consigo que Papito se lo lleve a la sierra hasta las próximas navidades (el año pasado tuvimos la caja todo el año decorando el salón, y este año... ya estamos en abril!
Un beso grande!
Lo malo es que sólo puedo tirar cosas al punto verde un día a la semana, a una hora muy concreta, y si me crece una cosa como la del otro día y lo fracciono me puedo tirar meses!!
EliminarAyy, los piojos, qué cabrones. Lo que me dice la experiencia es que hay que perseverar, mirar cada día, pasar la liendrera y volver a insistir. Good luck!
Sobre el patrón, tienes una cosita en tu bandeja de correo, y si no te ha llegado, avísame!
Besotes.
Pas de quois. ;)
EliminarOle tú, que te has desecho de la cosa!!! Los dolores pasan pero la organización es para siempre. Bueno, no, la organización es hasta que aparezca una nueva cosa. Jajajaja. Besotes!!!!
ResponderEliminarJajajaja! Cachis, con lo que molaría que fuese para siempre!
EliminarMira, tú que estás metida en lo de la publicidad, jajajajaja, ha sido leer tu frase y venirme a la cabeza la canción de una serie de hace mil años que decía "nada es para siempreeee...". Qué cosas.
Besotes.
OLE TÚ!
ResponderEliminaraquí tuvimos 4 bolsas de ropa que pasaron del cuarto a la sala, de la sala al pasadizo y del pasadizo a la puerta, pero no había manera de que se fueran, tan difícil es? ayer por fin las perdí de vista! (a menos que estén en el balcón, espero que no!)
Espero que no estén el el balcón!!!!! XD
EliminarBesotes.