jueves, 30 de octubre de 2014

Una hora menos...

... en Canarias. Millones de veces habré escuchado esa coletilla en la radio y en la tele. Como esta misma mañana mientras el agua caliente sacaba su jugo a los trocitos de té verde que danzaban en mi taza y yo los miraba hipnotizada al tiempo que Peque parloteaba a mi lado. Sólo me había quedado la última palabra impresionada en el cerebro. Canarias... Canarias... Canarias. Un lugar que durante años sólo ha sido la breve añadidura de la cháchara de un locutor. Y ahora es un universo entero de recuerdos, experiencias y sensaciones.

Qué mala es la depresión postvacacional. Porque sí, acabamos de volver de una escapada exprés a Canarias.

Es la tercera vez que visito las Islas Afortunadas, la segunda que vamos con Peque. Y estoy convencida de que no será la última. Observo por mis experiencias vitales en lo que a viajes se refiere, que a mí me plantas en una isla con calorcito y las endorfinas me colonizan hasta las pestañas.

Más que una crónica del viaje, dibujaré un bosquejo de percepciones, porque ando medio rebelde y no me apetece seguir un orden.

-Luz. Este ha sido un viaje lleno de luz. Por el magnífico tiempo que nos ha acompañado y por todas las horas que hemos pasado al aire libre, pero sobre todo por la claridad omnipresente que bañaba la maravillosa casa en la que nos hemos alojado. Es el hogar de un amigo de Mr. X, y sin lugar a dudas, de todos las residencias que he pisado en mi vida, es la que más me ha impactado. La casa de mis sueños, directamente. Amplia, cálida, cómoda, práctica, bella, situada en una localización privilegiada, con un jardín esplendoroso...

-Miedos. Creo que no he comentado que adolezco de cierto grado de vértigo. No es algo muy limitante, pero me mareo cada vez que me acerco a un balcón que tenga la barandilla demasiado baja para mi gusto. Si mis rodillas no fuesen el principal handicap para acompañar a Mr. X en sus excursiones, lo sería el vértigo, porque este hombre mío parece que ha nacido con vocación de provocarme un infarto. Una tarde, nuestros amigos, veterinario él, psicóloga ella, nos acompañaron de excursión al Roque Nublo. No es una excursión especialmente peligrosa, y Peque no era el único niño que iba dando botes por ahí, pero cada vez que se acercaba de lejos a un barranco el corazón me botaba histérico en la caja torácica. Mr. X me decía que no me pusiese nerviosa, que él controlaba, y nuestra amiga apostillaba que no pasaba nada, y que con mi actitud iba a transferir mis miedos al niño. Supongo que tenía razón, pero hay cosas que escapan a mi control, y el pánico a que se cayese por ahí es una de ellas. Hasta que no llegamos de nuevo al coche no estuve tranquila. Eso sí, las vistas del Teide desde el picacho eran una delicia. Aunque a mí en fotos casi que ya me vale.

-Tursiops truncatus. Cuando acabé la carrera, uno de los sueños de veterinaria recién licenciada que tuve fue dedicarme a la fauna marina, en concreto a la medicina de cetáceos. Para acercarme un poco al mundillo hice un curso en el Zoológico de mi ciudad, y me enamoré (si no lo estaba ya) de los delfines. Incluso me apunté a una bolsa de trabajo y voluntariado de avistamiento de cetáceos (y tentada estuve de solicitar una plaza vacante en Hawai, en esa época en que todos los caminos están por explorar y no hay nada que parezca imposible). Al final mi trabajo se ha centrado en especies algo más peludas, pero sigo sintiendo una fascinación absoluta por esas criaturas de mirada inteligente y piel suave.

Este viaje me ha proporcionado la oportunidad impagable de estar cerca de ellos. Decidimos con Mr. X hacer una salida en barquito para verlos donde deberían estar todos, en su medio natural. Dos horas y media pegados a la proa de la embarcación oteando el horizonte. Morenito saludable cogimos, pero el único bicho que vimos fue un pez volador (bueno, doce, para ser exactos). Los encargados del bote nos dieron un vale para repetir cualquier día de la semana, y tanteamos a Peque para ver si se animaba a pasar dos horas y media más ola arriba, ola abajo. Ni se lo pensó. Sí rotundo.

Al día siguiente a la misma hora nos plantamos allí. El agua estaba algo más agitada, y eso, según nos contaron, era buena cosa, porque los animales se acercan a la costa cuando hay mala mar. Después de hora y pico de travesía, la primera emoción, el lomo inconfundible de una ballena, un rorcual común. Casi se me cae la lagrimilla y todo... Unos diez minutos después oí que la gente murmuraba excitada y Mr. X me avisó: "Allí delante hay un montón de delfines" (cosas de la miopía). Por suerte nos acercamos lo suficiente como para poder ver a dos palmos de nuestras narices una manada de veinte o treinta delfines que aprovechaban la estela del barquito para jugar, saltar y hacer cabriolas. Una emoción indescriptible me hizo abrazar a Peque y disfrutar juntos de esa experiencia inigualable. Y de paso, el vientito disimuló los lagrimones de felicidad y emoción que esta vez no pude contener.

Aunque no acaba aquí la aventura cetácea. El fin de semana visitamos un parque zoológico y botánico de la isla (maravillosamente cuidado, por cierto) y dado que el veterinario del centro es conocido de Mr. X y han colaborado alguna vez, decidió ofrecernos una sorpresita. Nos dijo que acudiésemos al delfinario media hora antes de la actuación y que nos presentásemos ante el jefe de los entrenadores, que nos estaría esperando. Dicho y hecho, llegamos puntuales a la cita. Nuestro anfitrión, encantador y atento nos dijo que Peque se quedase cerca de él durante el espectáculo y lo llamaría. No sé si estaba más emocionado él o yo... A los diez minutos de haber empezado el show, los entrenadores avisaron a Peque y buscaron algún voluntario más, pero los niños que estaban por la zona y que en principio iban a salir sufrieron un ataque de timidez y Peque, más lanzado que un torpedo, cogió la directa hasta la piscina. Lo subieron a una barquita, y al son de una musiquilla pegadiza, los delfines se lo llevaron de paseo por la instalación para saltar luego por encima suyo. Se despidió de ellos con un besito y me devolvieron al crío con la ropa empapada y una sonrisa imborrable. Suerte que estábamos a 35ºC y pudo pasearse por el parque en gayumbos mientras la ropa se secaba. Yo estaba feliz, pletórica, extasiada... pero no me imaginaba que aún habría más. Cuando ya nos íbamos, el entrenador jefe nos hizo unas señas para que nos quedásemos. Unos minutos más tarde nos permitió subir a saludar nosotros mismos a los delfines y acariciarlos. Resbaladizos, tersos, cálidos, simpáticos... todo a la vez. Y juguetones. Mientras Mr. X hablaba con el entrenador, Peque y yo nos sentamos en las gradas a ver cómo nadaban los delfines. Al poco, tres de ellos se nos acercaron con unas pelotas de goma. Al principio las llevaban con el morro de un lado a otro, pero finalmente la lanzaron fuera de la piscina hasta nuestros pies. Peque y yo nos miramos y sin dudarlo aceptamos la invitación y estuvimos jugando un rato con ellos. Todo lo que diga se queda corto, un regalo mayúsculo.

-Paranoias. Ya sabemos que hemos de restar una hora en nuestro periplo a Canarias. Llegamos y el móvil se adecua al cambio de huso automáticamente. Luego llega el cambio de hora estacional, y descubro que mi móvil no ha cambiado de hora, pero el de Mr. X sí. Me levanto a las ocho. En casa serían las nueve. ¿He cambiado ya la hora de mi móvil?  Si no lo he cambiado, ¿qué hora es aquí? ¿Qué hora es para mi cuerpo? ¿Qué desfase horario llevo acumulado? No sirvo para estas cosas.

-Conciliación. No pinta mucho este término en el relato de unas vacaciones, pero pasar tiempo de calidad con Peque siempre me hace pensar en todo lo que no podemos disfrutar durante el año. Ha vuelto con ganas al cole, pero sin dejar de manifestar que él quiere pasar más tiempo con nosotros, que porqué tenemos que trabajar tanto. Y a mí se me queda cara de póquer, porque si bien disfruto de mi trabajo, lo necesito a nivel personal y doy gracias por tener un curro en los tiempos que corren, no es menos cierto que desearía poder pasar más horas a su lado, ahora que él lo requiere, que goza jugando con nosotros. El tiempo vuela, y no veo nada lejano el día en que ya le parezcamos pesados y aburridos.

En fin... Siempre nos quedará Canarias.









44 comentarios:

  1. Que way!! Me encantaría visitar las canarias, es el siguiente destino en mi lista después de Menorca :D

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  2. Jajaja la tan común depresión posvacacional, ¡piensa que peor hubiera sido no haber ido! xD

    Yo no he ido nunca a Canarias ni Baleares, no me llaman mucho la atención (bueno, La Gomera un poco más). Mi novio vivió en Tenerife y se trajo al perro de Fuerteventura.

    Soy la típica que no conoce muchas cosas de España y ha estado por medio mundo jajaja

    24+4

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    1. Yo he estado tanto en unas como en otras y si bien las Canarias tampoco me llamaban mucho, estoy muy contenta de haber ido. Tenerife y el Teide son espectaculares, y Gran Canaria tiene montones de rincones por descubrir. Me fascina esa flora tan distinta a la mediterránea, el aspecto volcánico de algunos parajes y la calidez de la gente. Cien por cien recomendable!
      Besotes!
      PS: Hoy porque hablaba de Canarias, pero no puedo dejar de decirte que te replantees visitar las Baleares. No te arrepentirás!

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  3. Qué envidia me has dado con lps delfines!! Me encantaría poder bañarme con ellos, por otra parte me da tanta pena que estén encerrados... En fin, que me encantan!!
    A canarias fuimos de viaje de novios, y pasé frio jaja.
    Este año el verano se alarga hasta en el norte.
    Bienvenida!
    Besos

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    1. Estoy contigo en que cualquier animal estaría mejor en su hábitat natural si los humanos no fuésemos tan ruines como para cargarnos su ambiente o a los pobres bichos directamente... Me consta que en muchos centros (como el que visité), los animales están cuidados y estimulados para ofrecerles lo mejor dentro de las circunstancias, pero sí, lo suyo sería que estuviesen en libertad.
      Yo también he pasado frío en Canarias, pero cambiando de zona solucionamos el problema, jejejeje...
      Muas!

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  4. Yo soy una enamorada de Canarias. Siempre he sido feliz allí. Justo hoy he estado mirando viajes para ir en semana santa, ya que el viajecito anual de Año Nuevo, éste no será posible.
    Preciosa entrada.
    Un beso

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    1. Pensé mucho en ti! Y me imaginé que este año sería obligado cambiar de planes... Pero si sólo es aplazarlo hasta Semana Santa será soportable, jejejeje...
      Besotes!

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  5. Me has trasladado completamente a Canarias, que bien lo cuentas!! Hasta me he emocionado yo también con los delfines :) Besitos y ánimo con la vuelta.

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    1. Muchas gracias Rocío! En el fondo soy de buen conformar y ya me estoy habituando a mi rutinilla... ;)
      Muas!

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  6. Qué envidia me has dado! Han sido unas vacaciones de ensueño!! Me encanta cómo lo has contado... lo de los delfines ha debido de ser increíble :)
    Besos y bienvenida!

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    1. Muchas gracias Días! Disfruté como una niña, tal cual! XD
      Besotes!

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  7. Ohh casi que me sacas la lagrimilla a mí en en el trozo del barco y en casa no hace vientecillo ¿cómo disimulo yo? Madre mía que bonitas experiencias, me alegro un montón de los momentos que habéis disfrutado y ayyyyy maldita conciliación familiar siempre nos falta tiempo para nuestros nanos!!! Besotes playeros.

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    1. Muchas gracias Montse! Siempre diciendo cosas tan bonitas...
      Y sí, falta tiempo. Qué mal montado lo tenemos, leche.
      Muas!

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  8. Uau!! Vaya experiencias. No tiene precio.

    Yo voy a Canarias, mínimo una vez al año porque allí están mi madre y hermanos. Es un maravilloso paréntesis, pero una mordida importante al bolsillo snif snif

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    1. Lo sé! Pero oye, y lo bien que lo pasáis... :D
      Besotes!

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  9. no conozco canarias, pero qué viaje más chulo han hecho... cetaaaaaaceoooo (voz de dory)

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    1. Pues alguna de las veces que cruces el charco haz parada allí, jejejeje...
      Dory es lo más. XD
      Muas!

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  10. Que pasada de viaje Sister! Me ha encantado lo de la barca y los delfines, que momento tan bonito!

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  11. Me gusta mucho Canarias , también me fascina Mallorca porque tiene de todo . A las Islas Canarias voy todo los años hace 4 años , a mi también me tira el buen tiempo sobre todo cuando aquí en el Norte arrecia.
    ¡Estoy enamorada de los delfines! Estoy conectada con ellos , me encantan. Y siempre es visita obligada a cualquier parte que vamos visitar el acuario , y en concreto en Tenerife vamos a los parques acuáticos y vemos esos espectáculos de los que hablas , pero es que piden un dineral por una foto con el delfín . Fue más barato dicha foto en el Oceanográfico de Valencia , mi hijo tuvo la suerte que le sacarán de ayudante del entrenador .
    Y ahora en diciembre nos vamos a un crucero ( somos fans de ellos) por todas las Islas Canarias y Madeira. Seguro que bien , los cruceros nos encantan , los niños se lo pasan pipa.

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    1. Qué maravilla Seoane! Disfrutad muchísimo de ese crucero, menuda experiencia!
      Yo adoro Mallorca, y le tengo muchísimo cariño a Menorca. A los que somos de playa nos pirran las calas y rinconcitos de las islas mediterráneas... :)
      Muas!

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  12. Ya te echaba de menos, parece que ha sido un viaje genial, me alegro mucho. En cuanto a lo del vértigo hay miedos que son más dificiles de controlar, el mio es a los perros, que para ti será una chorrada, jaja .Un beso

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    1. Ohhh... yo también echaba de menos este rincón!
      Lo de los perros no es ninguna chorrada, a muchísima gente le pasa, y es un mal trago... Ojalá puedas superarlo algún día!
      Besotes!

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  13. Lo de los delfines tiene que haber sido una pasada. Qué envidia... Deberíamos vivir siempre de vacaciones y tener un mes de trabajo. Jajajaja. Besotes!!!

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    1. Tú si que sabes, Álter, jajajajaja! Yo con invertir los días de curro-finde cada semana me conformo... XD
      Muas!

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  14. Qué pasada de viaje!!! Qué chulada!!! A mi tambien me encantan los delfines, me parecen super inteligentes y divertidos. Seguro que peque y tu..... je,je... disfrutasteis de la experiencia...
    Lo malo de las vacaciones... es la vuelta a la realidad.... pero siempre es bueno ir pensando en las siguientes!!!!
    Besotes!!!

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    1. Las siguientes quedan un pelín lejanas, jajajajaja! Pero bueno, todo se andará! XD
      Besotes!

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  15. Me he emocionado cosa mala leyendo toda la experiencia con los delfines, ufff, se me ha puesto la carne de gallina y todavía estoy bajo el efecto... Un sueño hecho realidad...

    Me alegro muchísimo por vosotros!!!.

    Besotes!!!.

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    1. Muchísimas gracias preciosa! Sé que tú también eres fans de estos animales... ;)
      Muas!

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  16. Habeis hecho un viaje corto pero intenso. Mi chico también tiene pánico a las alturas y a mi q me encanta...
    Lo de los delfines, una pasada. Yo hice snorkel en las islas phi phi y lo recuerdo como alucinante.

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    1. Las islas Phi Phi!!! Menuda suerte!!!! La próxima vez avisa y me apunto! XD
      Besotes!

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  17. Que envidia de viajeeee... nosotros tenemos ganas de irnos algún viajecito a Canarias o a Menorca, pero todavía nos da yuyu meter a la peque en un avión. Con el ruido del despegue (le impactan y asustan mucho los ruidis fuertes) lo mismo pasamos un viaje del horror...

    Y los delfines!!! No digo ná y lo digo todo!! Esos animales y algunos otros deberían ser tratados como VIPS. Es un lujazo que podamos incluso verles de lejos!!

    Besotes enormes!

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    1. El avión tiene sus dificultades, tres horas y pico pueden hacerse muy largas... Vosotros sabéis mejor que nadie si la peque está preparada o le falta un poquitín! Pero cuando llegue el momento vais a disfrutar un montón. :)
      Muas!

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  18. Cuando me casé con mi ex fuimos de viaje de novios a Canarias y tengo que decir que fue bastante desastre. No estuvo mal pero no estuvo ni mucho menos a las espectativa de un viaje de novios medio decente, vamos ni a nivel viaje (sin lo de novios) medio decente. Lo que se me hizo más raro de todo fue que las playas tuvieran la arena negra, eso lo llevaba fatal. Lo que me gustó más Gomera, Lanzarote y algunas cosas muy puntales de Tenerife. El sur de Tenerife me decepcionó, lo encontré un desierto feo. La zona del parque del Teide una pasada y la zona norte de la isla mucho mejor. Nos comentaron lo de las ballenas, pero en la época en que fuimos nos dijeron que no pasaban por allí y nos lo podíamos ahorrar. Fuimos al Loro Parck y había un delfinito que hacía unos meses había nacido. ¡Ah! y el Drago de Icod de los Vinos espectacular como nunca he visto otro.
    Una vez hace unos veinte y tantos años nos fuimos con un velerito(un 7 metros) de Palma a Ibiza. Por el camino vimos saltar muchos peces espadas, una pasada, cuando salen son plateados y se curvan. A la vuelta durante un momento un delfín nadó al lado de nosotros, hasta que pasó una lancha que tenía pescados y nos quedamos sin delfin. El susto fue cuando apareció el delfin, que estábamos en la cubierta hablando y veo que a unos metros detrás de los que tenía delante aparece una aleta y casí me dá un sincopé porque no sabía que bicho era eso, jajajaja, por suerte no fue un amiguito del Spielberg, sino un precioso mular. Estábamos tan emocionados que ni le hicimos una fotica, ains... pero aún me acuerdo de ese precioso delfin.
    Nadar con delfines es uno de los sueños de mi vida. De niña yo quería hacer lo que hizo peque, pero mi madre nunca me dejó y tuve que tragarme el ver como otras cabetitas rubias ocupaban el puesto de la barca. Una vez en Marineland hablé con los entrenadores y durante la actuación acercaron los delfines y cogieron a Terremoto que les pudo acariciar. El niño estaba felíz, muy feliz. Luego otra vez le pagué una foto con los delfines. La guarda en su cuarto, pero no la tiene expuesta, la tiene para él. Sólo hay que ver la cara de emoción y serenidad que tiene en esa foto.
    Bueno, te dejo que a este paso en lugar de un comentario te escribo un post. Besitos Mo.

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    1. Fan absoluta de tus comentarios-post, jajajajaja!
      Sobre Canarias, entiendo lo de las playas de arena negra, viniendo de las Baleares no me extraña! Pero Canarias tiene muchísima variedad, y también playas de arena blanca, doy fe!
      Qué penica que de chiqui te quedases con esa espinita clavada... pero nunca es tarde, quizás algún día puedas pegarte un lujazo como el de Mukali! Me alegro de que Terremoto tuviera esa oportunidad, creo que para los niños tiene que ser algo inolvidable...
      Besotes!

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    2. Si, creo que se llamaba la playa de las Teresitas o algo así. No estaba mal y reconozco que lo de ponerse a tomar el sol debajo de una palmera es lo más cerca que voy a estar del caribe. Lo de las islas Phi Phi esas, no se donde paran... me dá que como no estén a pocos metros de la playa de las Salinas, la des Carboner, Es Caragol o la playa de Palma lo tengo claro... y me da que no estan cerca. Ainsss..... viajeeeeessss....
      Creo que esa es una de las ventajas que le vería ahora a casarme con mi churry. Tener la excusa perfecta para endosar los nenes a alguien y hacer el viaje que nunca podremos hacer. Aunque conociendo a mis repollos, fijo que se aseguran que le viaje de novios sea con cuatro pasajes, faltaría plus con lo que les gusta a ellos la buena vida y el apalancarse junto a mamá.
      .... lo dicho.... Ainsssss

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    3. Las Phi Phi nos pillan algo más lejos, jejejejeje... pero por soñar... Anímate a casarte con tu churri, la excusa es buenísima, y si hay que ir los cuatro, se va, jajajajaja!
      Muas!

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  19. Es un viaje que tenemos pendiente pero ahora me han entrado más ganas!!!! :)

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    1. Me alegro, porque vale la pena de verdad!! :D
      Besotes!

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  20. ¡Hola Mo! Me encanta leerte aunque no pueda comentar siempre. ¡Y es que hoy me has tocado la fibra sensible con Canarias!! Vivo en Tenerife desde los 5 años, en el norte,en La Orotava (no sé si la visitaste).Y creo que las islas son únicas: no sólo sol y playa, sino flora,fauna (también marina), espacios naturales, senderismo,Laurisilva...es una suerte vivir aquí. Aunque también es un problema para viajar,lo tenemos más complicado. ¡Con la de mundo que hay que ver!!
    ¡Espero que los hayan tratado bien aquí!
    un besote y gracias por tus posts siempre tan amenos y cercanos.

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    1. Hola Mar!! Me encanta recibir comentarios de los que leéis más en silencio ;)
      Sí que estuve en La Orotava!! La verdad es que Tenerife me encantó...
      Una cosa que se me olvidó comentar en el post es lo agradable que me parece la gente en vuestras islas. No es peloteo, de verdad que lo quería señalar porque da gusto, en cualquier lugar, sea más o menos turístico, nos hemos sentido como en casa... Sois afortunados de vivir en un lugar tan maravilloso.
      Gracias por comentar y por tus palabras!
      Muas!

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    2. ¡¡Gracias por esas palabras tan bonitas!! ¡Avisa si vuelves por Tenerife,me encantaría conocerte! Mi pequegrande tiene 4 años, y muchas cosas que cuentas del tuyo me pasan a mí. El bebé tiene 6 meses y ya apunta maneras,le encanta ver a su hermano. Un besote.

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    3. Debes estar de los más entretenida con tus dos fierecillas!
      Gracias a ti y tomo nota por si vuelvo! ;)
      Besotes!

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