viernes, 10 de febrero de 2012

La charcutera borde

Animada por uno de los últimos posts de Madi, de Entre apuntes y pañales, hoy voy a quedarme a gusto rajando de una siesa que me atendió de malas maneras esta semana...

Resulta que debajo de mi casa hay una charcutería muy pija que frecuentamos hace poco. Antes no íbamos allí porque solíamos hacer la compra en otra zona, pero como ahora tiro de lo que me pilla más cerca, probamos con esta tienda. Ya se ve desde el escaparate que te van a meter una clavada del quince, pero lo que tienen está buenísimo, y trato de no pasarme con la compra. Sobre todo les compramos unas albóndigas que hacen que son lo más, jamón dulce y serrano y unos palitos que a Peque le entusiasman. Hay varias dependientas y un sólo hombre, que es el jefe. La mayoría de las dependientas son mayores (50-60 años, diría yo) y hay una jovencita. Ya se ve que el jefe las tiene a raya, porque a veces hay medio piques entre uno y otras...El caso es que al principio no me di mucha cuenta, pero ya veo que hay dos que son unas bordes. Hace unos días incluso se lo comentaba a Mr. X, porque mientras a mí me atendía la jovencita, una de las veteranas atendía a un chico joven. El chico le pidió un pollo y que se lo partiera a cachos y las pechugas a parte, y la tía capulla va y le suelta: "¿Pero cómo las pechugas a parte? ¿Dirás deshuesadas, no? Se dice deshuesadas, que lo sepas para otra vez". Me quedé a cuadros, pensando en cómo habría reaccionado de pasarme a mí (porque el tío se quedó pasmado y casi sin saber qué decir...). Pues nada, dos días después tuve mi ración...

Los miércoles al salir del cole de Peque, como es el único día que tengo la tarde libre, aprovecho para hacer recaditos. Esta semana me fui al súper a comprar cuatro cosas y de pasada eché un vistazo a la charcutería. Si hay mucha gente ni me meto, porque con las clientas habituales se están de cháchara mil horas y Peque se me agobia, pero como había poca gente me animé a pasar y hacerme con un poco de jamón y unas croquetillas. Nada más entrar vi a dos clientes que estaban siendo atendidos por dos de las señoras. Me esperé a que me tocase y entonces salió una tercera dependienta. Con la cara de malafolla ya pagaba, pero una que es inocente y pretende no hacer caso a ciertas señales corporales, me giré para mirarla con una sonrisa en los labios. Ella me hizo un gesto con la mandíbula como diciendo: "¿Qué quieres?" y le contesté: "No, que creo que me toca". Y la tía estúpida me suelta: "Pues tu sabrás si te toca, ¿no? ¡¡Porque lo que es yo sí que no lo sé!!". Me quedé perpleja y le balbuceé algo como :"No, lo digo porque veo que esos dos clientes ya están atendidos...". Y la tía: "Muy bien, pues te toca, ¿qué quieres?". Le dije que me pusiese jamón, pero lo que pensaba por dentro era más bien: "Pues lo que quiero es que pilles ese trozo de jamón y te lo metas por el culo". Lo siento, muy soez, ya lo sé...El tema es que a mí no me sale ponerme borde. Sólo en momentos muy puntuales, y ante comportamientos muy pasados de rosca, me sale la mala leche. En situaciones así, si salto me pongo nerviosa y no digo las cosas como quiero, así que prefiero callarme. Mi madre era una artista para esto. Tenía la reacción adecuada, con las palabras precisas y en el momento apropiado. Y además, siempre con elegancia y sin recurrir a exabruptos (que ella era muy de palabrotas en casa, pero para dejar a alguien en su sitio sacaba la artillería pesada y la ironía más fina). Total, que allí estaba yo, sudando el cuello de la camisa por lo incómoda que me sentía y pensando cuál era la mejor manera de reaccionar. Y se añadía otro tema. Peque aún es un pipiolo y no se entera de la misa la mitad, pero si me ocurre lo mismo cuando sea mayor quiero que vea un ejemplo en mí, que no se amilane ante los malos modos, pero sin caer en el borderío del que se sirve tanta gente. A todo esto Peque empezó a decir: "Pito, pito!". Traducción: "Palitos, palitos!". Y le dije: "No cariño, hoy no hay palitos ni nada más". Pero creo que la malfollá no se percató del detalle. Después, como de mientras se había encontrado con una clienta de las de toda la vida y estaba de cotorreo, se puso de buen humor y acabó de atenderme correctamente.

Conclusión, que espero que la próxima vez (si la hay) me salga algo más que un balbuceo de la garganta y sea capaz de contestar como se merece a la tipeja. Eso sí, con mucha clase...

Buen finde!

24 comentarios:

  1. Que coraje dan esas cosas!! Mi madre se pone tambien muy nerviosa. La proxima vez le sueltas una fresca y las dejas calladas o mejor aún (que ya me ha pasado alguna vez) al encontrarte al jefe comentarle que debería de enseñarles un poquito de educacion de buen trato al cliente a sus trabajadoras... Animo guapa, gente así no merece la pena. Un besito fuerte

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    1. Mr. X me dijo eso mismo, que si se me ponía borde hablase con su jefe para darle un toque de atención. De hecho eso ya lo hice hace años en otro caso y me fue de coña, desde entonces, todo cordialidad...En fin, ellos se lo pierden! Muas!

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  2. Hay un ambientillo de amargura generalizada por todos lados que da pena. Menuda perdonavidas la tía, qué desagradable. La próxima vez tira de sarcasmo, a ver si se le quitan las ganas de rebuznar. Ains...Un besito guapa.

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    1. Me conozco y no me saldrá un mísero palabro, ¡jajaja! Pero desde luego, si sigue con las mismas, algo haré. ¡Un besote!

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  3. Si es que gente maleducada hay en todos sitios, yo antes era de las que me callaba todo, pero desde que nacieron los peques he cambiado (quiza tengo menos paciencia con las tomaduras de pelo).
    En una ocasión hasta pedí la hoja de reclamaciones! jajaj quien me ha visto y quien me ve!

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    1. ¡Jajajaja! ¡Eres de armas tomar! Es una lata que la gente vaya así por la vida. Con lo que a mí me gusta ser cortés y educada, ¡y lo difícil que me lo ponen! ¡Besos!

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  4. Yo he dejado de comprar a gente borde. Paso de amargarme. Lo que sí que suelo hacer es sonreír mucho, mirar a la cara, y decir cosas muy alegremente, pasándome de rosca. A veces se les cambia el humor, a veces no, pues ellos se lo pierden y yo cambio de tienda.
    Pocas veces me sale ponerme borde, o me paso de simpática también me da por balbucear y salir corriendo.

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    1. Yo también dejo de ir a los sitios si la gente no me atiende como es debido, pero es que las albondiguillas que hacen son mi perdición, ¡jajajaja! Me gusta tu táctica, a mala uva, más sonrisas. De hecho leí en un libro que me gustó mucho que es la mejor opción. Intentaré ponerme zen la próxima vez, y si no cambia la cosa, ¡no quedará más remedio que aprender a hacer las albondigas como ellos!

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  5. que grosera la tía!! yo creo que me hubiera ido de allí... la próxima vez suéltale algún comentario en plan inteligente jeje

    un beso

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    1. A ver si tengo lo que hay que tener para contestarle como se merece, jajaja! Que yo me bloqueo y luego se me enreda la lengua y no sale na...Besos!

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  6. jajajajaa, que risa! Métaselo por el culo señora!!!!....me descojono!!

    La próxima contesta y nos lo cuentas, por favor!!!!!....yo soy muy bruta también y a veces me contengo por no decir cualquier barbaridad!!

    buen finde!!
    muak

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    1. Somos un par de brutas, por lo que veo!!! Mi mente es un estercolero, te lo aseguro, jajajaja! Por suerte mi filtro social funciona divinamente (o casi) y nadie se cuesca de lo que se cuece por dentro, jejejeje! Besitos!

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  7. ¡Vaya con la dependienta! la verdad es que a mí, en situaciones así, me sale la vena "borde" y le contesto lo que haga falta...;estoy harta de que mucha gente que trabaja "de cara al público" no sean capaces de controlar su mal humor (o su frustración, o lo que sea...) y se lo hagan pagar al primero que pillan...
    ¡Yo no volvía a la tienda! ¡Que se coma ella su jamón y sus croquetas...!!!!!

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    1. Yo entiendo que trabajar de cara al público es difícil (doy fe, me dedico a ello), pero yo me considero una clienta muy cordial, y eso es lo que más molesta, que vayas con una sonrisa y te planten un chascazo...En fin, más de un cliente habrán perdido, seguro!

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  8. Menuda bruja¡¡¡ a mi me pone tambien eso de una mala leche.. pero no se si sabria reaccionar.. seguramente me quedaria tan flaseada.. que balbucearia sin mas.. como tu. Pero que se cree??ains.. que brujaaa¡¡¡

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    1. Sí, bruja es una buena definición, jajaja! Pobre, voy a darle otra oportunidad. Pero si se repite, bruja se queda! Besos!

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  9. Creo que en el mundo tiene que haber de todo, porque si no no me lo explico... En esos casos a mi me entran las ganas de dejarla sin venta, que se aguanten!

    Tienes un premio en mi blog :-)

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    1. Yo voy a intentarlo otra vez, todo sea por las albondigas, jajaja! Pero como me sirvan borderío troa vez, to pa ellos!

      Voy corriendo a tu casita, sister! Besos!

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  10. PUes yo que soy de naturaleza borde, pues le hubiera pegado una buena contestación!! Y desde luego, no me vuelven a ver por ahí. Que seguro que en algún otro sitio hacen albóndigas igual de ricas y con una sonrisa!
    Un beisto.

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    1. Yo es que soy de las lentas, y la respuesta buena siempre acude media hora después. En el momento me trabo...Voy a ir practicando con las albóndigas por si acaso, jejeje! Muas!

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  11. a mí me pasa como a tí.....a toro pasado me quedo dos horas pensando en los grandes cortes que podría haber metido y que en el momento de autos nunca se me ocurren....

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    1. Pues si, me ocurre exactamente lo mismo. Y Mr. X es como yo, vaya par...En fin, practicaré alguna respuesta aguda y simpática, para ir entrenando más que nada...Besote!

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  12. Pues le podrías haber contestado algo del estilo "sí, me toca, pero prefiero esperar a que me atiendan con más simpatía, no vaya a sentarme mal lo que me ponga tu bordería".
    Si es que para trabajar de cara al público lo mínimo que se pide es un poco de simpatía.

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    1. Si es que lo malo es que nunca se me ocurre nada adecuado en el momento...
      Pero lo cierto es que desde entonces sólo he ido una o dos veces más a la tienda en cuestión, ya no me apetece que me traten así, ellos se lo pierden.
      Muas!

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