lunes, 6 de noviembre de 2017

Como decíamos ayer


A mí no me gusta el número seis. Tan poco me gusta que incluso me ha costado arrancar el post con su sola mención. Pero hace tiempo aprendí que las supersticiones están para superarlas y que aunque mi número preferido sea el siete, debo reconocer que el muy cabrón aportó una fecha fatídica a mi numerología personal. Así que, aunque sigue sin gustarme el seis y sigo adorando el siete, ni uno es tan malo ni el otro tan bueno. Y todo para decir que en septiembre hizo seis años que decidí abrir el blog.

Y la cuestión, después de más de cuatro meses de silencio, ha sido si escribía una entrada para despedirme del mundo blogger o para volver y seguir contando lo que me pase por la cabeza. Después de un intenso debate interno, me dejo llevar por el músculo cardíaco y ese que late y perfunde mis tejidos me ha hecho decantarme por la segunda opción.

Esta mañana Peque me ha abrazado en el autobús cuando llegábamos a nuestro destino. Era un abrazo gratis, sin motivo aparente. No le había dejado el móvil para juguetear durante el trayecto, no le había prometido ningún plan estupendo para la tarde. Nada que justificase ese arrebato de amor. Y precisamente por gratuito, espontáneo y cargado de cariño, me ha robado el corazón. Sé que estamos en un impás privilegiado, un compás de espera entre los agitados años de la primera infancia y las futuribles tormentas emocionales de la adolescencia, y que hay que paladearlo como si fuera néctar de los dioses. Además ha sazonado el gesto con un "te quiero" que ha hecho que hasta un par de señoras se girasen a mirar hechas gelatina pura poniendo ojitos mientras sonreían embelesadas como si observasen el gato de Schrek. Por supuesto, me he deleitado con el momento, grabándolo a fuego y guardándolo en el cajón de los instantes felices, esos que tanta falta hacen cuando la vida se pone porculera (que se pone, la muy cabrita, se pone).

En otro orden de cosas, estos meses han estado llenos de pequeños momentos invertidos en mí, algo que a menudo las madres dejamos en último lugar, y que no deja de ser fundamental para mantener la cordura y recargar el depósito energético a unos niveles que sean adecuados para no parecer un demogorgon (sí, yo también soy fan de Stranger Things... aunque como le comentaba a Bego el otro día, no recomiendo visionar la serie hasta la madrugada y tropezar luego con tu perra cuando vas a miccionar, porque me pegué el susto de mi vida pensando que tenía un demodog en casa). Ha habido muchas lecturas (destacaré porque son las más recientes y me han enganchado, la trilogía de Baztán de Dolores Redondo y El muñeco de nieve de Jo Nesbo), mucho pintar mandalas, darle al ganchillo, hacer algo de yoga y ahora estoy en plena campaña pre-navideña honrando a mi señor padre y tratando de emular su savoir faire con sus archiconocidas galletas.

Veremos si estoy a la altura del maestro.





                                   



                                 



20 comentarios:

  1. Me alegro de leerte mucho, muchisimo. Un besazo

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de q estés de vuelta, ya pensaba q eras otra q había desaparecido del mundo blog.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Chitin! Cuando decida cerrar seré de las que avisan. ;)
      Besotes!

      Eliminar
  3. Que andaba yo echándote de menos, y pensando en escribirte pero se me van los días y nada.
    Me alegro de leerte. Me he emocionado con el abrazo de peque, que de peque ya le quedará poco!
    Y entonces, esas galletas las pruebo ou pas?
    Muakss!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con una bebota los días vuelaaaaaan!
      De Peque sólo le queda el apodo, jajajajaja! Aún no me he inspirado para encontrarle otro nick. ;)
      Dime cuando vienes y hacemos merendola!! :D
      Muas!

      Eliminar
  4. me encanta que hayas elegido esa segunda opción!

    Yo también vivo saboreando cada minuto idílico con mis peques, los llamo mis "momentos de oro", cada etapa tiene lo suyo pero esta es especialmente bonita.

    Esa galletas tienen una pintaza estupenda!

    Mil besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que disfrutar a tope, claro que sí! Tus retoños tienen que estar enormes también!
      Dicen que las galletas están buenas, yo las hago pero casi no las cato. XD
      Besotes!

      Eliminar
  5. pues tienen pintaza, seguro que sí que lo están.
    qué bien volver a leerte, qué risa me ha vuelto a dar tu anécdota del demodog (aunque yo hubiera muerto del infarto) y qué razón tienes con eso de atesorar recuerdos. yo también pienso que es lo que nos ayudan a mantenernos cuando la cosa se pone difícil...
    un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te prometo que pegué un bote épico, porque mi perra, recién peladita, es demodog total, jajajajajaja! Ahora estoy con Beyond Stranger Things y creo que atacaré Mindhunter en breve... Netflix es un vicio muy grande!
      Una de las cosas que me gustan del blog es poder dejar por escrito esos momentos. La memoria -o al menos la mía- es traidora y me encanta revivir estos instantes cuando los releo. :)
      Muas!

      Eliminar
  6. Se te echaba mucho de menos. Me alegro de que vuelvas. Me derrito con Peque... Que ternura. No como otros... ejem.
    Esas galletas tienen una pinta.... mmmmmm... Ya es navidad ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo me alegro de volver y sentirme tan bien acompañada!!
      Tus peques también son unos soletes, que lo sé yo! :)
      Ya casi es Navidad, sí!
      Muas!

      Eliminar
  7. Ole por esos seis años (aunque no te guste el número), por esos abrazos espontáneos y por esas galletas que seguro que van a estar buenísimas. Me alegra que hayas decidido continuar. Besotes!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja! Gracias Álter! Nos vemos por los lares cibernéticos :)
      Muas!

      Eliminar
  8. Pues yo me siento agradecida por tu vuelta, emocionada con esos momentos de amor espontáneo, feliz al comprobar que la 'nostalgia feliz' se impone a la tristeza y salen unas galletas con pintaza, y congratulada al ver que no soy la única enganchada a Netflix y que las lecturas vuelven a la vida de una madre en algún momento de su trayectoria.

    A por los 7, el mejor número del universo!

    ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que hay una fase en la que crees que tu persona ha sido abducida por ese miniser y que nunca recuperarás espacio para ti misma, pero todo llega, y todo pasa, como dice mi abuela! Muchas gracias por el precioso comentario Dibujos. Nos leemos!
      Muas!

      Eliminar
  9. Ainsss me alegro de que no sea una entrada de adiós, aunque sea de vez en cuando me encanta venir por este rinconcito y saber de ti, de vosotros. La trilogía también me enganchó a mí!!! Y sí que están en una edad para saborearlos, porque al igual que tú, presiento que nos esperan curvas en nada!!! Muchos besicos playeros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Montse! A mí también me gusta saber cómo os va con tus peques, que están enormes!! Madre mía, vaya si nos esperan curvas... XD
      Besotes guapetona!

      Eliminar
  10. yo soy más de ocho, tan redondito y simétrico jajaja xD

    no soy quien para hablar de constancia, ejem, pero después de tanto tiempo es lindo leerte y más con estos recuerdos tan bonitos, así que rebienvenida! ^^

    (y si necesitas tester de galletas, ya sabes xD)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Remorada! Es un gusto publicar algo y encontrar tantos mensajes bonitos!!
      Muas!
      PS: Lo sé, lo sé... XD

      Eliminar