miércoles, 9 de noviembre de 2011

Casi, casi, casi

Ayer tuve un día de descargas adrenalínicas a tutiplén. Ahí van los tres hits del día.

Descarga number one. De camino al curro hay un paso cebra que tiene mucho peligro. Mientras está verde para los peatones, está ámbar para los coches (que giran a la izquierda desde una avenida bastante grande). Los vehículos suelen bajar folladísimos, y cuando se dan cuenta del ámbar ya están en medio del paso cebra. Normalmente echo un vistazo antes de cruzar (y mil veces tengo que esperar a que pase el coche o de lo contrario me lo como). Ayer bajaba pensando en mis cosas y justo a la mitad del paso cebra oí un frenazo de los que te dejan petrificada. Me giré con las piernas temblando y vi que el coche había conseguido frenar unos centímetros antes de chocar conmigo. Le señalé el semáforo aún aturdida y va el tío y me hace una señal con la mano como diciendo :"Pasa, pasa, que no ha sido para tanto...". Me lo hubiese comido, pero no me gusta dar rienda suelta a mi belicosidad y acabé de cruzar la calle. Una señora que paseaba su perro me dijo "¡Qué barbaridad!". Pues sí señora, un bárbaro troglodita era el que conducía ese coche. Tardé varios minutos en poder caminar normal sin que el tembleque de las piernas no me hiciese tropezar...Al llegar al trabajo conecté con la página web del ayuntamiento y formalicé una queja sobre la peligrosidad de la zona, porque además está al lado de una residencia de ancianas y cualquier día puede ocurrir una desgracia. A ver si me hacen caso...

Descarga number two. A media mañana llegó a la consulta una clienta de toda la vida con su perrito, que se había enganchado una uña en un mueble y no paraba de quejarse. Lo intenté explorar, pero le dolía tanto que no me dejaba ponerle la manos encima. Le propuse a la propietaria sedar al animal para poder curarle y le pareció bien. Siempre da yuyu una sedación, porque no deja de ser un procedimiento con riesgos, pero a veces no queda más remedio. Total, que le puse la medicación, le fui curando la herida y de pronto el perro empezó a respirar mal. Su frecuencia cardíaca estaba bajo mínimos y la propietaria se dio cuenta de que la cosa no iba bien. Yo guardé la calma e hice lo que debía, pero ya notaba mi corazón martilleando con fuerza y dejándome otra vez temblorosa...Al final se controlaron las constantes y el perro se recuperó sin problemas. Qué mal lo llego a pasar a veces en estas situaciones...

Descarga number three. Al mediodía, a la hora habitual, fui a buscar a Peque al cole. Justo antes de salir de clase siempre se va directo a un armario y a grito pelao comienza a pedir "¡Pa, pa, pa, pa, pa!". Vaya, que quiere pan. Y su profe le da un palito de pan de los que guardan para picoteo. Me fijé que era un poco más grande de lo habitual, pero a Peque no pareció importante y lo cazó al vuelo. Nos fuimos a casa a buscar a nuestro perrote y lo llevamos a pasear al parque. Normalmente dejo a Peque en su sillita mirando las palomas o lo que sea que suceda por allí mientras yo paseo al perro. Habían dos personas más en el parque: un chaval joven a lo lejos hablando por el móvil y un hombre sentado y durmiendo al sol. Yo iba con mi perrote dando un garbeo y lo llevé a beber agua a la fuente. Peque me miraba y de pronto se puso a sollozar. Pensaba que quería que lo sacase de la silla y empecé a caminar hacia él cuando me di cuenta de que se estaba ahogando. Podía respirar parcialmente, pero se iba poniendo rojo por momentos. No puedo explicar lo mucho que me asusté. De refilón vi que el chico joven se iba y el que dormía no sé si se despertó o no por mi agitación. Saqué a Peque de la silla y lo puse boca abajo. En un par de sacudidas escupió el trozo de pan que se le había atragantado. Lloraba y estaba totalmente congestivo. Lo abracé, le canté, lo calmé y me calmé yo también...Al irme vi que el señor de la siesta ya estaba despierto, el otro no estaba. No sé si desde fuera se veía mi apuro, pero yo creo que sí, y me sorprende que ninguno de los dos se acercara a ver qué pasaba. En fin...Nos fuimos a casa a merendar algo blandito y vi que Peque que estaba perfecto, pero madre mía, fue el peor susto de los tres del día.

La verdad es que una vez pasada cada una de las situaciones me quedé tranquila y sin darle más vueltas. Sólo al llegar a casa y hacer inventario mental del día vi que podría haber sido mucho peor. Casi me atropellan, casi se me muere un paciente y casi...eso no quiero ni pensarlo siquiera. Total, que por suerte, o porque mi ángel de la guarda ayer hizo horas extras, mi día acabó pudiendo dar las gracias porque sólo fuera casi, casi, casi malo.

9 comentarios:

  1. Vaya tres sustos, lo del peque lo que más, menos mal que estuviste rápida y me parece muy fuerte que nadie te echara una mano... que egoistones somos algunas veces.. Menos mal que todo que en un casi... Un besazo fuerte

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  2. Vaya sustos! Menos mal que quedó todo en eso, 3 sustos!

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  3. Buf, que susto! Sobre todo el último, no se si hubiera sabido como reaccionar...

    Yo alguna vez he frenado en seco por algún peatón, (sobre todo cuando salen a cruzar desde detrás de una furgoneta, no se dan cuenta de que no tenemos rayos X en el coche???)y te llevas un susto enorme. A ver si te hacen caso, porque de verdad hay cruces que están pensados con el pie derecho... Muchos besos!

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  4. Cuando pasan tantas cosas así en un día es normal que seas consciente de tener un ángel de la guarda o algo así. Menudos sustos chiquilla. Por cierto, también acabo de leer tu entrada anterior y entiendo que hayas sentido una chipilla de ilusión. Quizás nunca debas cerrar esa puerta. Una familia numerosa es algo estupendo.

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  5. Ay madre, qué de cosas en un sólo día!!!!!

    A ver si te hacen caso de tu queja, esperemos que cuando reaccionen no sea demasiado tarde...!!!!

    Alguna vez se ha atragantado Vega bien con la saliva o bien con un trocito de pan.....hubo una vez que la pobre se le debió ir por mal sitio la saliva y se quedaba sin aire....sin embargo, yo en esas situaciones me quedo tranquila, respiro, la levanto el bracito o simplemente la ayudo sin ponerme nerviosa, confío plenamente en ella!!!!....aunque después del susto me empiezan a temblar las piernas imaginando lo que podía haber ocurrido!!!

    Espero que hoy hayas tenido un mejor día!!

    Besotes

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  6. Maria, lo del Peque fue lo peor con diferencia...Y es una pena que no me echasen una mano, pero quiero pensar bien y creer que probablemente no vieron que estaba pasando un mal rato...

    Nenica, sí, menos mal que no pasaron de ser un susto!

    Drew, ese cruce está mal hecho con ganas. Y entiendo lo que dices de cuando conduces, es un caso distinto, y si camino y preveo que no me van a ver voy con tiento...Besotes!

    Mamá mimosa, definitivamente mi ángel de la guarda ayer se lo curró mucho. Y tienes razón en lo de la familia numerosa, aunque lo veo mu difícil!

    HolaMamá, en general suelo ser más tranquila con Peque, pero ayer me asusté bastante...Menos mal que escupió el dichoso trozo de pan! Un beso!

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  7. Ay hija, qué apuro por Dios! Menos mal que todos los episodios acabaron en mero susto! Si que tienes que dar gracias, si, sobre todo por el último.

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  8. Mama de parrulin, y tanto que doy gracias...Gracias, gracias, gracias!!!

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  9. Menudo dia¡ Que sustos¡¡¡ desde luego se puede decir que no has tenido un gran dia.
    Lo importante es que quedo en susto.. pero que tembleque de piernas madre¡¡

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