Aunque soy de ciencias, la física nunca fue lo mío. Me interesaba, pero mi cerebro no está diseñado para usar sus nociones. Aún así, recuerdo haber quedado fascinada por un concepto: la entropía. Si hay algún físico en la sala, seguro que lo explicará cien mil veces mejor que yo, pero la idea que a mí me quedó de aquel bonito palabro era que la entropía representaba el desorden de un sistema. Y ahora entiendo por qué mi mente se fijó en tan sublime idea: porque mi casa tiende a la entropía. Vamos, que es un puñetero desorden.
Cuando me fui a vivir con Mr. X descubrí a la maruja que llevo dentro. Si en casa de mis padres todo lo dejaba para luego, al tener que ocuparme de mi propio hogar me di cuenta de que quería que las cosas estuviesen tan limpias y bien puestas como en casa de mis padres, y claro, eso no se hace solo (me enteré tarde de la película, lo sé). Mis padres alucinaban conmigo. De toda la vida habían tenido que ir detrás mío para que hiciese las cosas, y de pronto era Mr. Proper en versión femenina. Ordenada lo he sido siempre, pero tan escrupulosamente limpia...pues no. Y habéis leído bien, "escrupulosa" es la palabra que define mi manera de concebir la limpieza. Como decía mi madre, el WC tiene que quedar tan limpio como para poder comer encima. Y no vale limpiar alrededor de las cosas, no. Se quita la figurita, se limpia la figurita, se quita el polvo y se vuelve a poner la figurita. Y lo mismo con barrer y fregar, hay que mover sillas, muebles y lo que haga falta. Los rinconcitos son la clave, si el rinconcito está reluciente, misión cumplida. Así limpiaba mi madre: un día al mes, zafarrancho. Y lo que antes me repateaba el hígado (sobre todo cuando mi madre inspeccionaba las zonas limpiadas por mí y resaltaba toooodos los rinconcitos sucios) se convirtió en costumbre a la que me transformé en la señora de la casa.
Cuando adoptamos a mi precioso Boxer, la entropía empezó a manifestarse. Yo barría y fregaba un lunes y el miércoles ya estaba todo lleno de pelitos (¿quién dijo que los perros de pelo corto no dejan pelo?, mentira podrida, que lo sepáis). Además, si conocéis la idiosincrasia del Boxer, sabréis que disfruta de lo lindo bebiendo agua y después sacudiendo la cabeza con to los morros pa un lado y pa otro. Conclusión: estucado de babas por todas las paredes. Es duro, pero aprendí a vivir con ello (y qué le vamos a hacer, me pierden los perros...).
El sistema-casa llegó a un cierto equilibrio, pero otro ser entrópico estaba a punto de entrar en acción: Peque. Ilusa de mí, estando embarazada pensaba que una vez hubiese nacido mi churumbel podría aprovechar para limpiar cuando él durmiese. Y un huevo. Cuando él dormía yo estaba tan agotada que aprovechaba para recuperar fuerzas durmiendo a su lado. Después pensé: "Bueno, cuando sea algo mayor limpiaré mientras juega". Ja. Si él juega, yo juego. Y me lo deja muy clarito, me coge del dedo, tira de mí hacia el suelo para que me siente, se sienta encima mío y sólo entonces comienza a jugar. Además, si pretendo barrer con él delante estoy perdida, porque tiene fijación por la escoba y el recogedor, y me los quita de las manos (con la consiguiente dispersión de la materia que hubiese conseguido acumular).
Antes llegaba a casa y el aroma a limón e incienso me daban la bienvenida. Todo en su sitio, todo brillantito. Ahora entro y, oler, no huele mal porque friego justo antes de ir a buscar a Peque al mediodía, pero el polvo se acumula, la ropa por doblar asoma en una silla del salón y numerosos artefactos infantiles (cochecitos, chupetes, monigotes...) decoran mi hogar por doquier. Hemos entrado en un nuevo equilibrio, porque ya he asumido que mi casa ahora es así y punto. Y debo reconocer que se me dibuja una sonrisa en la cara cuando miro a un rincón y veo el peluche con el que jugué la noche anterior con Peque. Eso sí, la maruja que llevo dentro sólo está hibernando. Un día volverá, y Peque será mi acólito.
Entropía doméstica??? me parto, hay que ver las cosas que se nos pueden quedar grabadas en la cabeza!
ResponderEliminarMe ha encantado como limpias el polvo "levantando la figurita", jajaj, igual que mi madre, ...y que yo!
El caso es que mi madre también es escrupulosamente limpia, y cuando me independicé aunque yo soy mucho más relajada descubrí que me había acostumbrado tanto al orden y la limpieza que ya no podía vivir sin él!
Ahora tengo alguien que me ayuda con las cosas de la casa, pero aun así con niños es imposible mantener el orden, y la limpieza... tenemos todos los muebles revestidos de sábanas! y menos mal que ya hacen de las suyas con los bolígrafos y el chocolate (cuanto chocolate puede haber en una galleta príncipe??? el necesario para manchar un sofá!)
Besos
Aix, Nenica, me encantaría tener a alguien que me echase una mano (puntualmente he tenido ayuda), pero es algo con lo que de momento no puedo contar. Si con un niño ya ando loca, ¡con dos la entropía debe ser infinita! Y sí, hay que levantar la figurita, que ya hemos quedao que si no, ¡no vale! ¡Jajaja! ¡Besote!
EliminarTuve una compañera de trabajo que esta entusiasmada con la física (nunca ha sido lo mío), y me decía que la física no era aburrida, solo había malos profesores. A ratitos que no había trabajo, me daba sus propias clases, y la verdad, que las hacía hasta divertidas! (aunque ahora me acuerdo de bien poco)
ResponderEliminarYo tampoco tengo ese punto maniático, pero es verdad que cuando me fui a vivir con mi chico, me salió la vena marujil, hasta entonces desconocida para mi. Mi madre todavía sigue flipando, jajaja.
Un besito.
A mi me encantan los libros de Stephen Hawking, y la física puede ser apasionante, pero cuando estás haciendo COU no mola tanto, jejeje...¡Un beso!
Eliminar¡Como te comprendo! Yo nunca he tenido punto maruja, la verdad. Con el orden sí me esfuerzo más, pero lo de la limpieza... uffff.
ResponderEliminarMenos mal que ahora tengo una chica que viene un día por semana y pone las cosas patas arriba, porque si no, entre los dos perros, el gato, la niña... por lo menos hemos conseguido que la peque recoja sus juguetes antes de acostarse, y se nota.
Y mi niña también juega en mis rodillas, qué fijación...
Es que en lo que a limpieza se refiere, la combinación niños+animales es de traca...(eso sí, cuando veo como Peque se come a besos a mi perro se me pasan todos los males, ¡aunque acabe con la boca llena de pelo!). Lo de jugar encima nuestro yo creo que es porque estamos calentitas y somos mulliditas, infinitamente mejor que el suelo, ¡jajajaja! ¡Besos!
EliminarLo que me he reído! Jajajajaja igualita a mi! Mi madre tiene obsesión con la limpieza y buff como odiaba yo eso! Además teniamos lámparas de esas de piedritas pues me volvía loca cuando la veía limpiar piedrita a piedrita! Me molestaba mucho tener que ayudar pero es que me molestaba hasta verla limpiar!
ResponderEliminarNota: planchaba hasta las bragas y calcetines, imaginate...
Ahora a penas hay tiempo!
Yo de la plancha paso olímpicamente. Mi madre planchaba, pero sobre todo la ropa de trabajo de mi padre (trajes y eso). Como yo me encargué de lavarme mi ropa desde los 15 años decidí que con doblarla bien era suficiente, ¡y así sigo! ¡Muas!
EliminarJajajaja...me parto contigo, qué bueno. Pero ese rinconcito con peluche tiene mucho más encanto que cualquier mansión impoluta, seguro. Un beso.
ResponderEliminarTienes razón, al ver los juguetitos y pensar en mi bichillo se me pasa el furor marujil, jejeje...¡Besos!
Eliminarjajajjajajajaja......lo mejor es llegar al punto al que has llegado: asumirlo...yo hay veces que entro en casa y lo veo todo rojo...y me encabrono, se me hace bola ver todo patas arriba y me cambia el humor, mi madre me dice: pasa, ahora estás de crianza....y tiene razón, es mejor pasar y disfrutar de lo que toca ahora.
ResponderEliminary eso que yo, no solo ahora, ya antes de tener al hooligan tenía externalizado el tema limpieza, que para mí es el dinero mejor invertido del mundo, si pudiera más días vendría la persona que viene a echarme una mano..... pero lo que antes lucía mucho, ahora no dura ná.... y mejor pasar....
Pues sí, cuando llegué a la conclusión de que era mejor vivir con ello me quité un peso de encima...Tu madre sí que sabe: "estamos de crianza", ¡me ha encantado!¡Besote!
EliminarJajajajaj jajaj yo ya ni me agobio... los pelos de Noah son indomables y sus babas tb, puedes barrer y fregar y a las dos horas tenemos las mismas marcas en el suelo y pelos hasta en la sopa... Asi es la vida, intento ir quitando cosas de enmedio aprovechando que paso y la semañora que vien una vez a la semana hace una limpieza profunda pero no puedo hacer mas y sobre todo no quiero porque lo que paso es quedarme en casa limpiando en vez de disfrutar del parque con la gorda, eso lo hago cuando no me quedan más narices, que son pocas veces jajajaj... En mi casa vivimos papa, Abril, Noah, yo y millones de pelos jajajaj
ResponderEliminarSí, yo llegué a la misma conclusión, cuando estoy con mi Peque quiero disfrutarlo y no andar con el trapo en la mano todo el rato, así que...¡es lo que hay! Qué bueno lo de los millones de pelos, si es que tienes toda la razón, ¡son un habitante más de la casa! ¡Muas!
EliminarMadre mía, cómo te entiendo!!!!!
ResponderEliminarA mí me pasó igual....llegué a mi casa y me gustaba tenerla impoluta....no en plan escrupulosamente, como tú, pero sí, que luciera bien!!
Con Homer (mi beagle) qué te voy a contar que no sepas, suelta pelo pa´aburrir parece que limpias pero sin limpiar, porque a los 10 minutos todo vuelve a estar como antes de haber pasado mopa, aspirador, fregona...Si a esto añadimos a Benito (gato) y a la enana comiendo galletas. Pues debo decir que me siento como Cenicienta, todo el día limpiando sin parar y no luce nada de nada...un asco vamos!!!!!
Un besazoooo
Lo tuyo ya es el apocalipsis directamente: niña+perro+gato...¡Arrrggg!¡Jajajajaja! Porque Mr. X es alérgico al pelo del gato, que si no, estábamos como tú (a Mr. X le encantan los mininos). En fin chica, aquí otra Cenicienta que te comprende...¡Besos!
EliminarMe he pasado a conocerte. Me he reído un montón!!! Yo no es que tenga "pelitos" por la casa. Tengo una especie de plantas rodadoras de estas que aparecen en las pelis de vaqueros. Y eso que mis gatos tampoco son de pelo largo... Un besito. Nos leemos. Y tú también tienes una fan más, ea.
ResponderEliminar¡Hola guapa! ¡Me alegro de que te hayas reído! Yo también me conozco las bolas de pelo rodantes, sobre todo cuando en mi casa se juntan mi perro y los dos de mi padre, jejeje...¡Bienvenida y nos leemos! ¡Muas!
EliminarMe alegra saber que lo que yo tengo tiene nombre... Ya he asumido que lo de la limpieza, con 3 perros, es un imposible... En fin, paciencia mujer!"
ResponderEliminar¡Sister! ¡Tú por aquí! ¡Gracias por pasarte a pesar de estar de súper-vacaciones! Pues sí chica, lo que tenemos tiene un nombre mu fashion...y sí, voy cargándome de paciencia a tope. ¡Muchos besos guapetona!
EliminarMe he sentido muuuuyyy identificada con lo que explicas en tu entrada...yo seguí la misma evolución y he llegado a la misma conclusión: con dos peques correteando (y jugando, y saltando, y comiendo, y corriendo...y, y, y...) mi casa no puede estar perfecta...¡punto final! (y a quien no le guste, que no venga...).
ResponderEliminarUn abrazo fuerte!!!;
Aixx, ¡lo que me ha costado a mí aceptar que no hay que darle más vueltas al tema! Como dice Mamá de un bebote, ¡estamos de crianza!¡Un beso!
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