viernes, 29 de junio de 2012

Día mundial del Sueño Feliz

Hoy es el día mundial del Sueño Feliz. Cuando este blog llevaba poco tiempo de vida, escribí una entrada que creo que sintetiza mi punto de vista y mi experiencia respecto a la forma en que acompañamos a nuestro hijo en el proceso del sueño. Me gusta lo de Sueño Feliz porque para mí ir a dormir es uno de los momentos más placenteros del día, será que en otra vida nací marmota...Y creo que Peque está aprendiendo las buenas costumbres hogareñas.
Hoy en día todavía duerme con nosotros, y de momento así seguiremos. Es práctico, no nos molesta en absoluto, y ver cada mañana como se despereza, me mira con ojos legañosos, y se echa encima mío suspirando "Mamiiii" no tiene precio. Además, los días festivos él sabe perfectamente que es norma de la casa hacer el manta todo lo que se pueda, y en general aguantamos hasta las 9-10 de la mañana (vale, sí, antes de que naciera Peque era hasta las 11-12, ¡pero nos damos por satisfechos!).

Así que, buen finde, ¡y que durmáis felices todo lo que os dejen!

martes, 26 de junio de 2012

Una frase...o dos

Hoy me apunto a una iniciativa que me ha propuesto Unaterapeutatemprana . Se trata de elegir una frase que me guste, explicar la razón y pasar el relevo a cinco blogs que nos deleiten con el mismo ritual.

He estado pensando un rato, y durante estos meses de blog ya he hecho alusión a algunas frases que me motivan mucho. Así que, para no repetirme, hoy me remitiré a unas palabras que me resultan muy inspiradoras de Mahatma Gandhi:

"Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales."

Yo creo que no hacen falta demasiadas explicaciones. Hace unos años traté de emprender un negocio con una amiga ofreciendo charlas en los colegios sobre tenencia responsable de animales de compañía y otros temas afines. Era muy divertido, pero no logramos tener una repercusión suficiente como para ganarnos la vida con ello. De todas formas, fue una experiencia enriquecedora a muchos niveles, y en los trípticos que diseñamos para las escuelas, lo primero que pusimos fue esta frase. Me parece importantísimo educar a los niños en el amor y el respeto hacia los animales. De los niños y de lo que sepamos inculcarles depende que esta sociedad nuestra tenga un futuro esperanzador.

Y me gustaría saber qué frase nos regalan....

Suu de Construyendo una familia

Laura de Mi mamá me canta

Teresavet de Etología familiar

La Mamá de un bebote

Rocío de De lluvias y paraguas


PS: Andaba buscando un título para el post cuando de pronto me ha asaltado otra frase a la mente. Cuando yo era pequeña era muy tímida, y en el cole siempre había algún gracioso (o graciosa) con ganas de cachondearse a mi costa. Mi madre siempre fue una mujer valiente que le plantó cara a los energúmenos con los que se cruzaba, pero esa es una cualidad que yo no heredé de ella. Al menos de niña, ahora creo que sé valorarme más y no dejarme pisotear. El caso es que un día, viendo una película, y tratando sobre un niño con problemas similares al mío, alguien le decía: "aunque palos y piedras nos rompan los huesos, de las palabras salimos ilesos". Y me gustó. Las palabras pueden hacer mucho daño, pero sólo si les concedemos ese poder. Si alguien las usa en nuestra contra por el placer de herir, hay que desposeerlas de la magia que tienen y seguir adelante. Cuesta, pero vale la pena intentarlo.

viernes, 22 de junio de 2012

Osito





La mamá de parrulin y parrulinchi me ha dado un premio! En realidad no sé exactamente qué premio me ha dado, porque como ella recibió tres me dice que me quede el que quiera. Y de los tres que le han dado me gusta este con el osito, mira tú por donde. Tampoco me obliga a contestar nada, pero como ella tenía que explicar siete cosillas sobre sí misma, pues haré lo idem (igual me repito, que después de ochenta y cinco entradas empiezo a chochear y ya no sé lo que he contado y lo que no, si eso ya me perdonaréis...). Allá voy:

1. Recojo clips por la calle. Hala, ya lo he dicho. Resulta que hace años, estando de exámenes, les pedí a mis padres que me dejarán irme un finde con mis amigos, y -mu majos ellos- les pareció bien. Obviamente no estudié ni un microsegundo, y al volver sentía que debía ponerme las pilas y sacar unas pedazo de notas. Mientras le daba vueltas a esto paseando por mi calle vi un clip rojo en el suelo y me lo agencié, pensado que me daría suerte si lo usaba para juntar las hojas de los apuntes. Desde entonces se ha convertido en una costumbre. Y cuando se lo cuento a la gente, alucina un poco, pero después se encuentran cantidades industriales de clips por las calles y ya no pueden resistir la tentación. Ya veréis, ya...

2. Cuando miro al sol, estornudo.

3. Soy un producto algo defectuoso de la naturaleza: tengo los pies planos, condromalacia rotuliana en ambas rodillas, escoliosis, miopía, toooodas las muelas empastadas e hipotiroidismo. No está mal, ¿eh? Espero que Peque herede los genes de Mr. X!

4. Me encanta la comida picante y echar limón en la sopa.

5. De adolescente tenía dos jerbos llamados Missy y Dylan. Todo el mundo creía que lo de Dylan venía por un personaje de Sensación de Vivir, pero en realidad era un homenaje a Bob Dylan.

6. Si tuviese tiempo y dinero infinitos estudiaría fotografía, idiomas (francés, alemán, italiano y hebreo), psicología y educación infantil. Y más cosas se me ocurrirían.

7. Soy diestra.


Y reparto el premio a...:

Matt de Blogueando de mi vida. Porque su reciente blog promete mucho.

La mamá de Pía Y Beltrán de De dos a cuatro en mes y medio. Porque ha hecho un sorteo estupendo y quiero comprarle la victoria, jejeje...

Carmen de La Gallina Pintadita. Porque me encanta su forma de pensar, sus recomendaciones, su niño...Todo!

Irene de Mis tortuguitas. Para que tnga un veranito con las tortuguitas ilesas. Fuera escayolas!

Drew de Viviendo en mi nube azul. Para que la vuelta a Egipto de mi sister sea perfecta.

Y entonces llegó el caos. Porque es otro de esos blog nuevos que me ha atrapado.

Yolandica de Bienvenido a Babia. Porque tiene unas artistazas en casa que no se pueden aguantar.

Madi de Entre apuntes y pañales. Para desearle suerte en los exámenes y felicitarla una vez más por el lacasito.

Como este es un premio flexible recogido, contestado y repartido a mi voluntad, haced exactamente lo mismo, faltaría más!

Y ahora me concederéis un momento de divagación-paranoia. Todas las que comentáis otros blogs os habréis enfrentado en un momento u otro a las palabras de verificación. Durante una época fue una palabra más o menos legible. Después nos torturaron con dos palabras con las letras apelotonadas y tortuosas que eran casi imposibles de leer. Y ahora hemos llegado a los números. Pero no un número normal y corriente, no. Son fotos de números que, si no me equivoco, pertenecen a porterías. Ahí va la divagación. Yo pensaba que las palabrejas de verificación eran comunes para todos los blogs del mundo mundial (porque no significan nada, o como mucho, asemejan palabras inglesas), pero esos numerillos...yo juraría que son de ciudades españolas. No sé por qué pienso eso, igual son de Francia, o Bogotá...Pero me resultan tan de aquí...Aparte de su origen, que a decir verdad tampoco me preocupa, me pregunto ¿cómo las han conseguido? ¿Hay un empleado de Blogger que se patea las ciudades haciendo fotos de los numeritos? Mi teoría es que lo sacan del Google Street View, porque son así como borrosillas, como si lo hubieran pillado de una foto aumentando mucho la imagen...En fin, cada vez que veo la verificación me viene esto a la mente..

Sólo añadir que ayer vino a la consulta a saludar perrita por la que me vais preguntando. La propietaria estaba feliz, me dio las gracias por echarle una mano y enviarla al dermatólogo, y pronto vendrá a que siga yo con las curas. Parece que la cosa pinta bien, yupi!!!

¡Buen finde!

lunes, 18 de junio de 2012

Los avances lingüísticos de Peque (o cómo dejar a la menda en ridículo)

Como ya he comentado en alguna ocasión, mi vocabulario está plagadito de tacos. Y desde que Peque habla con mayor soltura, una trata de ser lo más comedida posible, pero sé que emito exabruptos sin apenas darme cuenta.
Pero esto tiene un origen, claro está. Origen: mis padres (y mi familia en general). Mi madre podía hablar de un modo exquisito, con un vocabulario extenso y florido si era necesario, pero en el día a día raro era que cualquier frase no estuviese jalonada con un buen joder. Mi padre es un señor alemán de regia presencia, alto y guapetón, y su forma de hablar es cuanto menos curiosa. Aprendió castellano en Sudamérica, donde vivió casi veinte años, así que tenemos que imaginar a un caballero que habla un castellano caraqueño, con acento alemán de fondo y un uso (o casi abuso) de las palabrotas. De hecho, yo creo que a mi padre en el cole le enseñaron que las frases se componían de sujeto+predicado+taco. Lo bueno es que es de esas personas que caen en gracia (y ya decía mi abuela que más vale caer en gracia que de un quinto piso). Así se esté cagando en tos tus muertos, el hombre es ocurrente a más no poder, por lo que to quisqui le perdona las groserías.
En este caldo de cultivo anda inmerso mi Peque, absorbiendo más información que su amado Bob Esponja. Y como ahora ve mucho más a su abuelo (aka Opa), pues el drama está servido.
Escena: la semana pasada, el día después de la mega fiesta de cumpleaños, andaba yo trajinando en la cocina cuando oigo que Peque se dirige al perro de mi padre tratando de hacerse hueco para pasar entre su peludo cuerpo y la mesa de la cocina, y va y le suelta "Rex, coño". Ojiplática, suelto el plato que llevo en las manos, me giro y miro a mi sonriente rubiales, que, habiendo conseguido pasar por donde quería, se dedica ahora a hacer cagarrutas de plastilina. Tan mono él, tan bebote..."¡Coño, Rex, fuera!". Vale, no hay lugar a dudas, mono, bebote y con la boca más sucia que el pañal que le he cambiado este mediodía (hacía tiempo que la plasta en cuestión no le rebosaba, anda que no genera desperdicios el chaval...).
Intenté no darle cancha (porque, para qué negarlo, en el fondo, muy en el fondo, me estaba partiendo el culo, como Mr. X desde el quicio de la puerta, somos lo peor) y la cosa fue más o menos bien. Hasta el martes siguiente...
Íbamos en el bus la hermana mayor de Peque, él mismamente y yo. Andábamos parloteando tranquilamente cuando de pronto Peque chilla "¡Mamiiii, galletas coño...Coño, coño, coño, coñoooooo!". Vale, esta vez no me hizo gracia ni en el fondo ni en la superficie, y no sabía dónde meterme. Su hermana a carcajada limpia, con lo que el crío aún lo decía más. Y yo: "Sí, Peque, ahora te enseño el codo...". Tratando de disimular lo indisimulable. Si no lo dijo veinte veces no lo dijo ninguna...Las abuelas me miraban con una desaprobación absoluta.
Y ahí estamos, tratando de reconducir la situación con muchas palabras dulces e ignorando sus momentos troll.
Al margen de los insultos, cada vez hace frases más largas, más elaboradas, y yo me lo comería a besos. Aunque estoy comenzando a descubrir lo que piensa de mí, y eso no sé si mola mucho. El jueves, tras ir a buscarlo al cole, dábamos nuestro paseo rutinario con el perro cuando di rienda suelta a mi repertorio musical. Leí (o más bien vi) hace poco en un blog que llevar a nuestros niños de paseo nos da la excusa perfecta para poder desgañitarnos sin preocuparnos de lo que piensen de nosotras, y es totalmente verídico, doy fe. El caso es que andaba yo entonando "Casi cuatro añiiiitos, crezco muy despacito, y voy explorando soy Caiiiiilou, lalalalarala, lalalalarala,...". Y en seco, Peque me interrumpe y me dice "¡No! ¡Caillou, lalalalarala, no! ¡Se ha acabado! ¡Hombre!". De lo cual, a bote pronto deduzco dos cosas: que Peque no valora mis aptitudes musicales en su justa medida y que debo empezar a racionar el uso de la palabra "hombre", que se ve que meto el palabro hasta en la sopa a juzgar por lo mucho que él lo dice...El resto del paseo discurrió en el más absoluto silencio, para satisfacción de Peque, que andaba con la sonrisa puesta.


PS: Para los que queráis saber cómo está la perrita de la que hablé en mi último post...la está tratando mi amigo dermatólogo y cree hay motivos para esperar que evolucione favorablemente. Sigue con curas cada doce horas. Ojalá de aquí a unos meses (porque esto va para largo) pueda hablaros de un final feliz.


PPS: En el momento es que escribo esto, las estadísticas de mi blog señalan que se han realizado 10339 visitas y que tengo 50 seguidores. Pasan a leer por aquí personas de Rusia, Alemania, Chile, Méjico, Colombia, Francia, Perú...(y España, of course). Sólo puedo daros las gracias. Por pasar, por leer, por comentar...Esto tiene sentido gracias a vosotros. Un besote emocionado.

martes, 12 de junio de 2012

Ojos tristes

Hay días en los que de verdad querría dedicarme a cualquier otra cosa...Creo que la mayoría de veces consigo mantener esa distancia emocional tan necesaria para poder actuar con objetividad y sin sufrir demasiado, pero hay otras en las que simplemente no es posible.

En mi consultorio no suelo atender casos muy graves, aunque eso no me libra de momentos difíciles, pero no es como trabajar en un centro de urgencias o en un gran hospital. Aunque hay excepciones. El viernes vino a la consulta un chico con su perrita en brazos. Por lo que me explicó en pocos segundos (y entendiéndole con dificultad porque no es español), el pobre animal tuvo contacto en las patas con un producto corrosivo a principios de semana. La lavaron en la ducha y fueron a su veterinario habitual, que al no ver lesiones importantes, asumió que con la ducha habían eliminado todo el producto. Pero las lesiones evolucionaron, y como su veterinario estaba en un congreso, vinieron a verme. El viernes la cosa aún no tenía muy mala pinta (a ojos de un profano), pero no es la primera quemadura que veo, y sabía que evolucionaría a peor. Estuve curando a la perrita durante dos horas y media, y no me quito su mirada de la cabeza. Hay animales que consiguen transmitir tanto...Avisé al propietario de que empeoraría, de que no sabía si podíamos poner remedio a lesiones tan extensas, de que lo mejor era ingresarla y proporcionarle curas intensivas, pero el chico no se podía gastar tanto dinero y decidió curarla él en casa y traerla de nuevo el lunes.

A pesar de lo bien que me lo he pasado este fin de semana (de sobras lo sabéis), no pude olvidarme de la perra. Cada dos por tres me venía a la mente y pensaba en cómo estaría. No debería implicarme tanto, no sirve de nada y lo paso mal. Ya sé que visto desde fuera eso significa que me preocupan los animales que atiendo, que soy empática, y desde luego es así, pero si te llevas esa carga a casa, pues te quedas hecha una piltrafilla.

Ayer volví a ver a la perrita, y está mucho peor de lo que imaginaba (no quiero dar demasiados detalles, pero sólo con deciros que en varias extremidades el hueso está expuesto os podéis hacer una idea). He consultado el caso con un veterinario dermatólogo para ver si tiene opciones, pero yo no lo veo muy claro. Y me sabe tan mal...

Si me he decidido a escribir este post es porque creo que parte de la información que voy a dar puede ser útil. Ayer la propietaria me enseñó el producto que usaba para desatascar las tuberías en casa. Y digo "usaba" porque ya se ha deshecho de los frascos. Se llama "Melt", y he encontrado un blog denunciando su uso, porque es ácido sulfúrico en un 95%, y según la normativa que comenta (desconozco si eso es realmente así), en productos de uso doméstico no debería superar el 15%. Os recomiendo que lo leáis.

lunes, 11 de junio de 2012

Celebration

Gracias por vuestras danzas contra la lluvia, por vuestros soplidos para alejar la nubes, por los sortilegios y los buenos deseos. Mil gracias porque...¡funcionó!

Peque pudo disfrutar de una celebración maravillosa al lado de muy buena gente.


Retazos:

-Mr. X y yo decorando el jardín. Mr. X y yo yendo a la compra de última hora. Mr. X y yo rastrillando la pinaza. Mr. X y yo...¡agotados!

-Mi padre cocinando toda la mañana. Pastas saladas de anchoas, queso, chorizo, carne condimentada...Y pastel de nata y chocolate. Dos versiones: una maxi para deleite de los mayores y una mini para el ojomeneado. Al ver la tartita mi niño no podía reprimir una sonrisa de inmensa alegría. Entre eso y los helados no os quiero ni contar como quedó su camisa blanca...(¡hasta dudo que sea recuperable!). Me hizo pensar en ese anuncio de detergente que dice que los niños aprenden de las manchas. ¡Ja! La que aprende es la madre a buscar los mil y un trucos para eliminarlas...

-Peque paseando de la mano de su muñeco Bob Esponja hinchable...(perdón, "bobponja", que me lo presentó debidamente...).

-Mi padre feliz con mis amigos y los familiares de Mr. X, otra vez con gente querida, otra vez en su hogar, cerca nuestro.

-Charla en el césped con mis amigas y amigos. Peque y el hijo de una de ellas jugando con briznas de hierba la mar de entretenidos. Deseando estoy de que lleguen más bebés al grupo, de que esto crezca y hayan más risas, pedorretas, babeo orgulloso por parte de los padres, carreras detrás de los mayores...

-Baile con las hijas de Mr. X, numerito musical que quedó inmortalizado con el móvil de mi amiga A. Nota mental: Tengo que hacerme con él y destruirlo; que parezca un accidente.

-Peque saltándose la siesta (donde se ha visto que el anfitrión se retire a dormir cuando todos están en pleno jolgorio) y llegando a la cena con los ojos medio cerrados. Se dormía entre cucharada y cucharada de sopa. Doy fe de que eso sólo le ha pasado tres veces en su vida, tenía que estar agotado de verdad.



Y más instantes llenos de cariño y felicidad. ¿Cuándo repetimos?

viernes, 8 de junio de 2012

Viernes premiado y de expectación


Es viernes (¡bien!), me han dado un premio (¡bien!) y mañana es el día D (¡bieeeen!). Así que por mi parte, no le puedo pedir más a la jornada, pero vayamos paso a paso...

Hoy el premio me lo concede Colo de Buceando en mí. Muchas gracias corazón, he ha hecho mucha ilusión. Yo creo que ya toda la blogosfera conoce a Colo y a sus sentidos e inspiradores escritos, pero por si queda algún rezagado por ahí, os animo a visitarla. La imagen que acompaña al premio es esta...

               
          
                  

Ya lo había recibido hace unas semanillas, pero como las preguntas son distintas, aquí van mis nuevas respuestas...

1. Un recuerdo: Me veo con unos siete años, en casa de mi abuela. Es verano, entra el sol de la tarde por la ventana y estamos viendo "Tron" en la tele. Mi abuela me vició al agua de colonia, y de pequeña siempre me tenía una botellita de plástico con su S3 de toda la vida. Estoy en el sofá, empapada de colonia, comiendo palomitas y refresco de limón. Mi idea de la felicidad a esa edad (bueno, y ahora mismo también me parece un fantástico plan).

2. Te hace sonreír… Las ocurrencias de Peque. Ayer me vio poniéndome colirio en el ojo y esta mañana, nada más levantarse y ver el frasquito, se ha subido a una silla, lo ha cogido y ma ha dicho, "Ten, ten, para ti, para ti". Me lo como.

3. La última vez que lloraste… Hace un par de semanas, con una canción de la radio (Mi lamento, de Dani Martín).

4. Qué libro está en tu mesita de noche… "La ciudad de los prodigios" de Eduardo Mendoza. Ya voy por más de la mitad, qué arte tiene este hombre para escribir...

5. Bailarinas o tacones… Un poquito de tacón siempre.

6. Qué te saca de quicio… La gente borde.

7. En este momento, sacarías un billete de avión y te irías a… Le debo una visita a mi amiga V, así que me iría a Inglaterra.

8. Rubio o moreno… Lo rubios siempre han sido mi debilidad, pero no le hago ascos a un morenazo, jejeje...

9. Un día perfecto… El que hace que te vayas a dormir con una sonrisa en los labios.

10. La última vez que reíste a carcajadas… Me río cada día, pero así a destajo, con agujetas en las mejillas y en la tripa...¡debe hacer demasiado porque no me acuerdo!

Como ya repartí en su momento este premio, hoy me salto ese paso, pero si alguien quiere recibirlo y contestar sus preguntas, ¡que se sirva sin recato!

En otro orden de cosas, estaba dispuesta a pediros que si teníais algún tipo de enchufe cósmico capaz de modificar la climatología local, hicieseis uso de él para mejorar la predicción de mañana, pero parece que los astros están a mi favor y finalmente, no lloverá (¡por favooooor!). Tampoco es que vaya a lucir un sol espléndido, pero yo me conformo con que mis preciosísimas guirnaldas de florecillas silvestres no acaben hechas un gurruño de papel mojado decorando el jardín...Llevo toda la semana confirmando los que van a venir, comprando detallitos de última hora y deseando que pasen los días. En el fondo, los preparativos (de una fiesta, un regalo, un viaje) son de lo más emocionante de cualquier acontecimiento. La anticipación es lo que nos hace disfrutar los viernes y lo que nos deprime los domingos. Siempre se lo digo a Mr. X, escuchar la radio el domingo por la tarde es una agonía, a muchos locutores les da por programar canciones deprimentes, cuando lo que uno necesita para afrontar la semana que comienza es un buen chute de energía. Pero bueno, hoy, gracias a las endorfinas anticipativas, estoy contenta disfrutando de la pre-fiesta.

¡Buen finde!

lunes, 4 de junio de 2012

Japi berdei tu Peque

Dos años. Ahora ya no lo puedo llamar bebé, ¿no? Ahora es un niño. Pequeñito, pero un niño. Da lo mismo, seguiré llamándolo bebé...Si no hace nada que lo tenía alojado entre la vejiga y el diafragma, hipando todo el día y haciendo que mi enorme panza de embarazada pareciese que gestaba un macro-sapo en vez de un niño.
Y estos setecientos treinta días han sido los más alucinantes de mi vida. A pesar de las ganas de ser madre que tenía, no imaginaba todas las cosas buenas que me traería. Y ojo, tampoco quiero dar una versión mega-idílica-happy-flower de la maternidad, que ser madre tiene momentos jodidos, de dudas, de cansancio, de exasperación, de necesitar tener un ratico para ti sola,...Pero a pesar de todo, vale la pena, vale mucho la pena. Porque sí, porque miro a mi niño y lo veo feliz; me babea la cara con besos "mu fuertes" y me derrito por dentro; me busca cuando descubre algo nuevo y adoro estar con él para compartirlo; me enseña una pupita que se ha hecho para que lo cure con un "sana sana" y me siento la persona más útil del mundo. Y lo que nos queda por delante.

Estos días me han venido a la mente dos recuerdos.

El primero es el de la primera compra que le hice a Peque. Tardé un poquito en atreverme a comprarle algo. Me daba miedo poner mucha ilusión en el embarazo y que algo fuese mal. Pero cuando ya estaba de cerca de cuatro meses, un día no pude evitarlo. Estaba en el súper comprando cuatro cosas para comer y pasé de refilón por la sección de puericultura. Había echado un ojo varias veces, pero siempre me decía: "Espeeeera, ya habrá tiempo". Y aquel día ya no lo resistí más. Compré por impulso: dos chupetes, un biberón, un cepillo lava-biberones, un termómetro para el agua del baño y una esponja. A decir verdad , fue la compra más inútil que hice, porque Peque nunca quiso esos chupetes, de biberón pasó olímpicamente (prefería el envase original, donde va a parar) y la temperatura del baño la controlaba con mi codo. Eso sí, la esponja la usé hasta que se desintegró. De todas formas ese día fue especial, y lo guardo con cariño en mi memoria. Cuando fui a la caja y puse los artículos en la mesa para pagar, lucía una sonrisa de oreja a oreja, porque aunque nadie lo notase externamente, albergaba a Peque en mis entrañas, y esa primera compra para un ser futuro lo hacía más real, más cercano. Y no pude evitar pensar en mi madre y sonreír, porque de alguna manera la sentía conmigo.

El segundo recuerdo es del día que salimos del hospital tras dar a luz. Como Mr. X tenía que ir a buscar el coche (yo, con mi fantástica episio, no podía dar más de diez pasos...), le esperé con el bebito en brazos en la recepción. Se me acercó una señora y se quedó extasiada mirando a Peque. Me preguntó si era mi bebé y yo le dije que sí, alucinando todavía de que ese niño tan precioso fuese mi hijo. Al irse la señora de delante mío me vi reflejada en un espejo, y no se me borra de la cabeza la expresión de alegría absoluta que tenía en la cara. La primera vez que me sentí madre.

Et voilà, esos recuerdos para mí que son todita mi vida. Hoy Mr. X y yo hemos llevado a Peque al cole y hemos obsequiado a sus amiguitos con un Marmorkuchen delicioso (y no es por nada, pero estos pasteles me salen niquelaos, con permiso de Drew). Peque notaba que era un día especial, iba dando saltitos y estaba guapísimo con la ropa que le ha regalado su tía alemana (hemos estado con ella y mi padre el finde). Le pondrán una corona, le cantarán y le harán sentir el rey del cotarro, como debe ser. Me encantaría poder estar con él, pero ya me resarciré con el fiestón del sábado...

¡Feliz cumple mi amor!

viernes, 1 de junio de 2012

Mariquiticidio

La entrada de hoy es un post de penitencia...

Anteayer, después de ir a buscar a Peque al cole, como cada mediodía, fuimos a buscar a nuestro perraco a casa para darle un paseíto. La verdad es que con este tiempo tan bueno que está haciendo el cuerpo me pide pisar la calle. Hay un rincón de mi barrio la mar de fresquito y siempre llevo a "Coco" (como lo llama Peque) a dar una vuelta a la sombrita de los árboles. Notar la calidez del ambiente y la leve brisilla que circula por allí me pone de buen humor.

Total, que iba en modo "happy-flower" con el niño y el can tarareando la melodía de "Caillou" cuando veo una palma en el suelo que había caído de un balcón (la pobre estaba bastante amarillenta, ya le tocaba jubilación hace semanas...). Y en una de las hojas de la palma veo un insectito la mar de mono. Me acerco y era una mariquita preciosa. He de decir que toda esta escena se produjo delante de una vecina que estaba sentada a la sombra fumándose un cigarro y mirándome con cara de "mira que es pava esta tía buscando bichos en el suelo". Tras unas cuantas maniobras de acorralamiento me hice con la mariquita y ella se dio un garbeo por mi mano. Se lo enseñé a Peque (más emocionada yo que él...) y estuvimos mirándola cándidamente un ratito. Ella intentó echar a volar, pero no debía tener sitio para lanzarse al vacío y prefirió esconder las alitas. Como ya nos habíamos deleitado lo suficiente con el insectillo la deposité con cuidado en el cochecito de Peque y le dije a él: "Hala, la dejamos aquí y ella ya encontrará su camino". Y la mujer del cigarro mirándome ceñuda.

Arrancó nuestro paseo y de inmediato una mancha en la rueda derecha del carro llama mi atención. Y antes incluso de haber podido racionalizar lo que había pasado pienso: "Oh, no. No, no, no, no, no, no...". Miro a Peque y le pregunto: "¿Donde está la mariquita, corazón?". Peque está distraído con otra cosa. Noto la mirada de la fumadora en la nuca. Pero no voy a mirar la rueda aquí, no señor, me niego a aceptar la realidad y le comento a Peque: "Bueno, ya se habrá ido volando...". Sigo con el paseo con un sudor frío en la espalda y pensando: "Porfi, que no sea...". Y cuando la tipa seria ya no me ve, examino la rueda del coche. Y ya no hay duda, las manchitas negras sobre fondo rojo lo dicen todo. Me he cargao a la pobre mariquita. Que no ha sido intencionado, ya lo sé...Pero si no la hubiese cogido de la palma, igual todavía andaba feliz por la vida. ¿Sería joven o vieja? Lo he buscado y pueden vivir más de un año...a no ser que se crucen con alguien como yo. Según una página web sus enemigos son las golondrinas, las arañas y otros insectos. Y la mamá de Peque, la mariquiticida.

Por suerte Peque permaneció ajeno al suceso. Y yo que siempre le digo que todos los bichitos son guapos y que no hay que matar ninguno...(salvo que sea en legítima defensa, claro).

En fin, ya lo he superado, pero quería rendir homenaje a la mariquita. Si me encuentro otra, me la miro de lejos.

¡Buen finde!