Con mi primer premio quedó pendiente explicar un sueño (de los que te entretienen por las noches) y en ese momento no tenía ninguno en mente, pero hoy me he lucido, y voy a saldar mi deuda...
Debo explicar primero, que esta noche ha sido de las moviditas, porque mi pobre Peque sufre como su mami de estreñimiento. Llevaba desde ayer viniendo a ratos con el lagrimón en la cara y sollozando "cacaaaa...". Sé lo mal que se pasa y me da una penita...Total, que se ha despertado como cuatro o cinco veces llorando. Al final, después de desayunar se ha desatascado el tema para alegría de todos.
Explico esto porque cuando me voy despertando sobresaltada por los lloros de Peque, mis sueños tiene mucha más enjundia. Hoy mi mente me ha regalado cuatro fragmentos de paranoia sideral, pero dos son tan surrealistas que no sabría ni como explicarlos. Los otros dos han tenido su hilo argumental, muy bien explicadito y definido, y por eso os obsequio con ellos, para que veáis hasta donde llega mi extravagante imaginación nocturna.
Sueño número 1
Estoy en mi consulta, con mi amiga E, y de pronto llega un chico calvo, nervioso, con un poco de pinta de psycho killer para traerme a su gata a operar (es decir, para esterilizarla). La deja y se va con el sudor cayéndole por la frente. La gata es enorme y blanca. Abro una ficha para anotar los datos de importancia y llevo al bicho a la báscula. No recuerdo el peso exacto, pero es una barbaridad. De pronto (ya se sabe que en los sueños todo está permitido), la gata es una chica que está sentada en una silla de ruedas con cara compungida. Me la miro y empiezo a preguntarle sus datos para rellenar la ficha (aparentemente mi mente no ha procesado que en vez de gata es humana, pero sí que asumo que será capaz de hablar conmigo). Me dice que tiene treinta y cuatro tacos (como yo). Me la miro bien y de repente sospecho. Y le pregunto: "¿Tú sabes por qué te ha traído tu dueño?". Y ella, que parece ser una chica extranjera, me dice que hay que quitarle un tumor. Yo miro a E, me excuso un momento y nos vamos las dos a hablar a un rincón. Y le digo: "Esta no sabe que la traen a esterilizar...¿Tú crees que se lo debemos decir?". Y E cree que sí, así que vuelvo con la chica y le digo: "Mira, tu propietario no te ha traído aquí para extirpar un tumor, sino para esterilizarte, o sea, que no podrás tener hijos". Y ella se queda pensativa...Yo le pregunto: "¿Quieres que te operemos igualmente?". Y ella al principio duda, pero finalmente decide que sí (y yo pienso para mis adentros que lo hace no por convencimiento, sino por miedo a que su propietario la abandone). Inciso: la verdad es que el tema hombre de pinta sospechosa que es dueño de una mujer y la trae a esterilizar sin que ella lo sepa es chungo de narices, no sé por qué coño me vienen a mi cosas así a la cabeza...Fin del inciso. Bueno, en este punto de sueño parece que de pronto me doy cuenta de que no es una gata sino ¡una persona! (ole esa agilidad mental para distinguir especies tan "similares"...). Me voy un rato a debatir otra vez con E y le digo: "Pero si no sabemos operar personas...es más, eso debe estar prohibido ¿no?, se lo voy a explicar a la chica". Me vuelvo con mi "clienta" y le explico que yo no puedo esterilizarla, que va a tener que irse a la Seguridad Social si quiere operarse...Fin
Sueño número 2
Vuelvo a estar con E, esta vez en una calle oscura y es de noche. Lo único que se ve abierto es una peluquería Llongueras (durante una época fui asidua, pero llegó un punto en que mi bolsillo dijo basta...). No sé por qué, y menos a esas horas, nos metemos dentro. Comenzamos a charlar en la recepción, veo un frasco de tinte L'Oréal y parsimoniosamente, mientras hablo con E, me lo empiezo a echar en la cabeza. Y veo de pronto que es de un color marrón chocolate que no me gusta nada. Aún así me lo voy masajeando por la cabeza, como si fuese champú. Y por dentro pienso: "¿Pero qué narices hago? Si me corté el pelo la semana pasada...si nunca me tiño...si estoy haciendo el ridículo...si tendré que pagar por algo que no quiero hacer...". A todo eso, E está mirando unas chicas que están sentadas a fuera, fumando un cigarrillo, con el pelo envuelto en una toalla (como esperando a que haga efecto un tratamiento) y en sostenes, uno rosa y el otro lila. E me dice: "La tía de rosa no me quita el ojo de encima...". Y veo que así es. Como lo del tinte va de mal en peor y no quiero tener el pelo de ese horrible color, me voy al final de la peluquería, donde (por arte de birlibirloque) yo ya sé que hay una ducha. Sin pudor ninguno me despeloto y me ducho para quitarme el tinte. Me da vergüenza que me vean en bolingas (a buenas horas...) y meto tripa y pongo pose de modelo cañón. Y pienso: "Joder, qué corte estar aquí en pelotas con esas mirando...voy a tener que cortarme el pelo y comprar el bote de L'Oréal para justificar mi comportamiento...". En eso que entran las dos tipas que estaban fumando fuera y se ponen a lavarse el pelo (y se lavan sólo la cabeza, no se quedan en pelota picada como yo, como es normal, cosa que me hace sentir a mí más ridícula y preguntarme por qué me he quitado la ropa...). La del sujetador rosa de repente me mira con cara de mala leche y me dice :"¿Y se puede saber por qué tu amiga me estaba mirando?". Yo no sé que decirle y como en un chispazo recuerdo que E me dijo que era ella la que miraba, así que le contesto eso y la tía se pone en plan irónico chungo :"Sí, claro, la estaba mirando yo primero, no te jode...".
Decido salir del cuartucho y ponerme en manos de un peluquero con mucha pluma que me sienta en una butaca y comienza a examinarme el pelo. Le pido que corte poco porque hace poco días que me lo arreglaron. En un plis se sienta en mis rodillas y se pone mi pelo como si fuese suyo y dice :"Ahora sí". Y comienza a recortar en plan excéntrico (coge un mechón, lo examina, le da media vuelta y arrea dos minitijeretazos). Cuando ya va acabando y creo que se acaba mi suplicio capilar, veo que empieza a mirar los pelos como si hubiese algo (y pienso: "Mierda, seguro que los niños me han vuelto a contagiar piojos" -eso es verídico, me ha pasado dos o tres veces...-). En un segundo se planta el mismísimo Sr. Llongueras a mirarme el pelo. Inciso: ayer, mientras íbamos todos por la calle montando un poco el número (es decir, Mr. X, sus vástagos asalvajaos bajando las escaleras riendo, nuestro Peque y yo), nos cruzamos con el señor Llongueras, que se nos quedó mirando como si formásemos parte de un circo con una sonrisa en la boca, y justo hace unos días Mr. X y yo leímos un artículo sobre él en La Vanguardia que estuvimos comentando, por lo que la casualidad nos hizo gracia...Fin del inciso. Total, que Llongueras in person se pone a mirar mis puntas y el peluquero y él me quitan una especie de escamas del pelo que miran al microscopio diciendo: "Son ácaros". Fin.
Pues sí (que me imagino lo que estáis pensando) tengo una mente así de rara...
Desde luego, tu por las noches no te aburres! Si te sirve de consuelo, yo también he tenido sueños en los que era absolutamente consciente de que estaba haciendo algo que no tenía sentido ninguno y no podía evitarlo. Y el de la gata humana es total, me hubiera gustado saber que decía al dueño a la vuelta.. Muchos besos!
ResponderEliminarEs que ni en sueños desconectamos del trabajo ehh...y con lo de la peluquería me he reído un montón. Lo curisoso de esos sueños raros es que cuando los protagonizas los vives como algo tan real y tan lógico que te despiertas descolocada totalmente. ¡Un besito!
ResponderEliminarjajjajaja jajajaj pues yo no puedo para de reirme!! me encanta el final llongueras diciendo "son ácaros" Fin jajajaja jajajaj Un besito fuerte corazón, buen comienzo de semana
ResponderEliminarMe parto con lo del tinte y la ducha!!!
ResponderEliminarYo he soñado muchas veces que salgo a la calle descalza y voy escondiendo los pies para quenadie se de cuenta!
jajajajjaa, nena me descojonooooo.....es verdad que en los sueños todo está permitido, a mí me ha pasado que estoy hablando con una amiga, pero tiene la cara de otra persona, pero yo se que es mi amiga,ajajajaja.....claro, que eso de que sea una gata-humana, jamás de los jamases,jajajajaja!!!
ResponderEliminarMuy divertidos tus sueños, lo del llongueras y los ácaros pa´caerse de culo :-P
Besotes
jajajajajaa
ResponderEliminarjajajajjaja
Moooooo, te juro tía que el segundo es genial, era tan surrealista que me he quedado enganchadísima leyéndolo.....me encanta lo del peluquero gayer sentado en tus rodillas..... y lo de los ácaros al microscopio, y tú en pelotas, yo en los sueños también vivo situaciones en las que me sorprendo de mi comportamiento que no se controlar, y hago cosas fuera de lugar........
ME HA ENCANTADO TU SUEÑO
Pues sí que vamos servidas de sueños raros y mentes retorcidas, jajaj.
ResponderEliminarLo de la gata humana, me ha dejado muerta! y la pobre mujer ahí que se iba a dejar hacer!
Pero lo de llongueras, lo más!! Son ácaros, jajajaj.
Un besote.
Drew, pues no me aburro, no...Durante una época escribí mis sueños en una especie de diario porque algunos eran épicos, ¡qué tendré yo en la cabeza...!¡Besotes sister!
ResponderEliminarUnaterapeutatemprana, yo sueño muchísimo con el curro, sobre todo con que aún tengo un montón de exámenes por aprobar y estoy ejerciendo ilegalmente, ¡jajajaja! (nota aclaratoria: juro que las aprobé todas!). ¡Besitos!
María, a mi también me hace mucha gracia el sueño con Llongueras, ¡jajajaja! Y desde luego, ¡comenzando la semana de buen humor el resto está chupao! ¡Besos!
Nenica, yo también he soñado con lo de ir descalza. A mí lo que me suele pasar es que se me descuajeringan los zapatos por la calle y me quedo así...¿¿Qué querrá decir?? ¡Muas!
Jeza Bel, ¡jajajajaja! ¡Me alegro de que te haya hecho reír un rato! La verdad es que en cuanto me he levantado y lo he ido recordando he pensado: "Esto va pal blog, ¡que tengo que recordarlo en un futuro!". ¡Besotes!
Mamá de un bebote, qué bueno, me he reído contigo leyendo tu comentario, se ve que te ha hecho gracia, ¡jajajaja! Te prometo que si tengo algún otro a la altura del pelu-gay, te lo dedico, ;). ¡Muas!
Trax, mi mente da para que algún psicólogo se monte un festín a mi costa, ¡jajajaja! ¡Un besote!
Qué bueno! Me encantaría tener esa capacidad para soñar y recordar los detalles. Me suele pasar que recuerdo haber soñado algo chulo pero no recuerdo los detalles. Lo de la gata ha sido grande, pero lo de la peluquería, genial.
ResponderEliminarMama mimosa, yo siempre he recordado miles de detalles, mi madre era igual, y nos podíamos pasar una hora explicándonos los sueños, que como habrás podido comprobar, tenían tela, ¡jajajaja! ¡Besos!
ResponderEliminarjajajaja.. madre mia lo que me he podido reir.. desde luego.. es que me he podido imaginar las situaciones y todo jajaja.. muy divertido y curioso ;D
ResponderEliminarAnnie, pues me alegro de que te haya arrancado una sonrisa, que siempre viene bien, ¡jajaja! ¡Besotes!
ResponderEliminarjajajajaja soñamos cosas tan subrrealistas... Yo un día soñé que me casaba metida en una piscina y una amiga mía quería quitarme al novio y me ahogó! jaaaajajajajaPd: he empezado blog!
ResponderEliminarMuaak
La mamá de Pía y Beltrán, qué bien que hayas empezago un blog! Me paso en cuanto pueda! Besos!
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