No recuerdo en qué clarividente momento de mi vida descubrí lo maravilloso que es hacer una siesta. Sé que como todo niño que se precie pasé por una época infame en la que no le veía yo necesidad a dormir después de comer. Aún así puedo rescatar de mi memoria un día en el que me pareció algo útil. Era un fin de semana y mis padres, mi tía y mi abuela habían prometido llevarme al parque de atracciones por la tarde (creo que uno de los objetivos era asistir a un concierto de Juan Pardo en el auditorio que había entonces en el mismo parque...aún me acuerdo de su "Caballo de batalla", pero esa es otra historia). El tema es que a mí se me estaba haciendo eterno el momento de irnos y mi madre me convenció para echar una cabezadita con mi tía. Me dijo que dormida el tiempo pasaría más rápido y cuando me despertase ya sería hora de irnos. Me pareció un argumento convincente.
Pero la verdadera finalidad de la siesta, el deleite del sopor postpandrial, no lo descubrí hasta llegar a primero de carrera. Será que cuando uno se tiene que enfrentar al tocho de apuntes cualquier excusa es buena para eludir la responsabilidad, pero fue entonces cuando comencé a disfrutar de verdad de mis ratos de sueño durante el día. También es cierto que la casa en la que vivía con mis padres en aquella época invitaba al perfeccionamiento de la técnica de una manera traicionera. En el porche teníamos una hamaca de la época de mi padre en Venezuela, y justo a la hora en que acabábamos de comer en primavera y verano, el sol se filtraba entre los arbustos del jardín proyectando una semi-sombra cautivadora en la hamaca que te abducía como el canto de una sirena. Simplemente era inevitable.
Peque, al igual que el resto de cachorrillos animales, hasta ahora ha pasado gran parte de su vida durmiendo. De bebito era su tarea principal. Si había teta de por medio el amodorramiento estaba garantizado, más efectiva que un dardo narcotizante. Cuando dejó la teta el chupete nos ayudó mucho a seguir perpetuando la sana costumbre de la siesta. Se lo ponía en la boca y el hipnótico "chup-chup" lo llevaba de la manita a Morfeolandia. Pero, ahhh, amigo, el chupete se acabó en noviembre, y tal y como me vaticinaban algunas mamis sabias, esto de la siesta cada vez cuesta más. Si están sus hermanos en casa es imposible, él se quiere quedar jugando. Como está entretenido y feliz, no hay problema, los que se van a la piltra son Mr. X y la menda, pero temo el día en que sus ganas de jarana y esparcimiento hagan que incluso sin hermanos de por medio él desee permanecer insomne...
PS: Lo que tiene internet...he podido encontrar en qué año actuó Juan Pardo en mi city. Así que le pongo fecha a la anécdota, era 1987, yo tenía diez años. Si vais al link, imaginad una cándida Mo sentada en alguna grada esperando a que la llevasen a cualquier atracción algo más adrenalínica.
jajajaj. Me has recordado a mis tiempos de uni en los que yo tambien me alpoltronaba en el sofá despues de comer en una casa en la que vivimos temporalmente. Tambien se filtraba el solecito y no había hamaca pero sí una mecedora ideal para que te entrara la más febril de las morriñas. Y así me puse en aquellos años, más gorda que nunca, de la vidorraaaa....jajajaj.
ResponderEliminarDigan lo que digan, como la siesta no hay ná!! jejeej.
Besos.
Es que el sol invita tanto a quedarse sobadito...jajajajaja!
EliminarNada de nada! :D
Muas!
Ay la siesta... ese momento plácido de dulce amodorramiento y que tanto necesitas y te recarga... Espero que sigáis disfrutando de dicho momento. Debo decir también, que ahora llega un momento, en que sentaditos en el sofá y mientras nuestro retoño ve la tele mientras juega o a veces sin jugar, caemos en un pequeño amodorramiento, que aunque cortito, hace sus efectos, así que todo es cuestión de tiempo y de tener un poquitín de entretenimiento por una parte y de tranquilidad por otra ;^D.
ResponderEliminarMucohs Besotes!!!.
Sí, creo que el plan peli+sofá será la manera de seguir teniendo un rato de sueño regenerador después de comer...;)
EliminarBesotes!
el solecito y la hamaca o tarde de lluvia y sofá...jajja... a mi creo que todo me invita a cerrar los ojos... que bien sientan a veces esos diez minutitos...
ResponderEliminarsan google a veces es la leche... jjaja,
petonets
Sí, en realidad yo puedo dormirme casi en cualquier sitio, jajajajaja!
EliminarFlipo con Google, de verdad te lo digo.
Muas!
Yo por una siesta MA-TO, y que no me la quiten jajaja. Mis niños también la duermen religiosamente, hasta los gatos no duermen... Aunque esos no cuentan, duermen el 80% de las horas del día los jodíos. Iván solo duerme a veces pero bueno, nos deja dormir que es lo importante. ¿Y lo que yo recargo las pilas con esos minutos de relax? No está pagao jajaja, un besote.
ResponderEliminarJajajajajajaja! Aixxx, ojalá Peque alargue las siestas un añito o dos más...por pedir...:P
EliminarBesotes!
Yo las descubrí antes que tú. En la adolescencia me hubiese pasado todo el día dormitando del sofá a la cama y viceversa, lo cual me trajo alguna que otra complicación (suspensos varios)
ResponderEliminarAhora, sobre todo desde que la peque no la duerme, me resulta imposible encontrar ese momento tan placentero...
Un besote
Chica lista...Alguna siesta cayó en la adolescencia, pero la revelación llegó con la carrera, jajajajaja!
EliminarMuas!
prrrr bendita siesta!! yo es que soy de dormir hasta de pie, siempre que he podido racanear un ratillo para dormir, lo he hecho! ahora no tengo mucho tiempo por las opos y tal, pero los findes hago excepción y me acurrucó con el enano en el sofá después de comer...qué placer!! un besito guapa! por cierto, M. ya solo duerme una siesta, hasta hace unas semanas hacía dos...y no veas si se nota, ahora tiene ratos de estar muertito de sueño, que no se aguanta ni él, pero no se duerme!! :)
ResponderEliminarAix, siestear al lado de nuestros peques es lo más...Peque pasó de hacer dos siestas a una cuando tenía más o menos un añito, añito y algo, jejeje...
EliminarBesotes!
Ay lo que me gusta a mi una siesta! Y lo que me fastidia levantarme para volver a la ofi jaja
ResponderEliminarMe temo que tienes por delante unos añitos sin siesta. Al menos hasta la adolescencia de peque jeje
Muaks
Sí, eso es muy duro...pero después te das cuenta de que has cogido fuerzas!
EliminarEres cruel, Traxi...XD
Muas!
Es que saben tannnn bien esos sueñitos. No hay nada más adorable que contemplar a un bebé durmiendo.
ResponderEliminarUn besito y... dulces sueños :)
Pues sí, ver a los niños durmiendo es algo tremendamente tierno...;)
EliminarBesotes!
La siesta, qué gran invento!!! Eso sí, las mías de cama y pijama o nanai de la china, ir pa ná es tontería.... Bsssss
ResponderEliminarSí, en finde yo también me meto en la cama...Lo malo es despertarse dos horas después y no saber qué hora del día es, jajajajaja!!
EliminarMuas!
Mis siestitas son con sol y en el sofá... pero me encanta recibir algún rayito mientras huele a verano y caigo dormida... Es de lo mejor del verano. Aunque este no lo disfrutaré: Akane duerme de 1 a 3, justo después de comer. Llegamos a casa de la escuela a las 3.30 con muchas ganas de jugar! Snif!
ResponderEliminarDurante los dos últimos años no he podido siestear con Peque porque el descansito lo hacía en la guarde, pero ahora como con él cada día y un rato de siesta cae!! (aunque ya te digo que me huelo que el año que viene nanay...arrrg!).
EliminarBesotes!
Como a David no le llevo a cole por la tarde , cada dia podemos dormis la siesta juntitos, una delícia. Aunque el no quiere al principio, nunca dormiria , jeje. Si le digo " vamos a dormir" es oir un "noooooooooooooooo" , peeeeeeeeeero en tonces le digo "vamos a descansar con los ojos abiertos ?" que es lo que siemrpe dice el que quiere, entonces sí. Al cabo de 10 segundos ya está roncando ( literalmente) .
ResponderEliminarEs una gozada poder hacerlo , eso sí, cada dia pienso que pronto se acabará , así que lo disfruto un montón !
besitos
Sí, con Peque ocurre algo parecido, si antes iba encantado a dormir, ahora muchos días tengo que convencerle...Disfrutemos hasta que se nieguen del todo! ;)
EliminarMuas!
Yo no soy nada de siestas. Alguna vez me quedo quince minutos traspuesta en el sofá y ya está pero es como que, una vez que me he levantado, ya no me vuelvo a acostar hasta por la noche. Jajaja. Besotes!!!
ResponderEliminarEs que tú tienes una mente demasiado activa, Álter, jajajajaja!
EliminarMuas!
Lo de que dormida el tiempo pasa más rápido lo empecé a aplicar en nuestros largos viajes en avión cuando viviamos en los estates... y desde entonces no hay medio de locomoción en el que no eche una cabezadita... jajaa... hasta en el metro de madrid!!!!
ResponderEliminaryo soy una gran gran gran amante de las siestas y que yo sepa... desde siempre!! jeje
Besotes
Sí, en el avión y el tren es una solución estupenda, jajajaja!
EliminarUn besote!
Bendita siesta.... mis tortuguitas han sido de muy poca siesta en casa... porque en el cole dormian sus dos horas... pero los fines de semana nada de nada... De hecho, cada una en su momento... dejaron de hacer siesta antes de los dos años en casa, daba lo mismo lo que hicieramos, acostarme con ellas, decirles de todo... que si decian que no tenian sueño, era imposible!!!
ResponderEliminarOhhhh! Menuda faena! Manos mal que Peque me ha salido lironcillo, jajajaja! ;)
EliminarMuas!
Ja ja me imagino que si te llevarían a alguna atracción...a mi las siestas me sientan fatal. Ahora me las hecho por dormir algo pero en cuanto durmamos mejor de noche, las dejó.un beso
ResponderEliminarSí, a alguna me debieron llevar, pero yo sólo me acuerdo de Juan Pardo y de la siesta, jajajaja!
EliminarYo es que las disfruto tanto...:P
Besotes!
Yo también descubrí la siesta en la carrera. Esos 15 - 20 minutitos en el sofá después de comer no tenían precio... que recuerdos, ahora ni 20, ni 15, ni 5 ¿qué se le va a hacer?
ResponderEliminarMi Redondo de momento duerme dos siestas al día, una por la mañana y otra por la tarde en la guarde. Los fines de semana las disfrutamos todos plenamente, jejeje
Un finde sin siesta no es un finde, jajajaja!
EliminarMuas!
No soy yo muy de siesta aunque si estoy muy cansada agradezco un ratito para el descanso y vaya cómo me sabe. Quizás tenga que ver con que no tuve una hamaca cerca para poder cogerle mas el gusto a esas siestas. Qué envidia me ha dado! ;)
ResponderEliminarUn besazo
Claro, es que esa hamaca...Jajajajaja!
EliminarBesotes!
Yo también soy fan absoluto de las siestas, pero Daniel ¡las aborrece! desde el verano que no logro convencerle de que la duerma ni un día. Menos mal que su padres es igualito a él y me dejan echar una cabezadita los fones de semana :D
ResponderEliminarPues lo tienes bien montado! Olé! Jejejeje...
EliminarMuas!
Yo sólo he sido de siestas cuando trabajaba en el ayuntamiento putense y madrugaba tanto.
ResponderEliminarEs lo que tiene madrugar...mu sano no debe ser. ;)
EliminarBesotes!
Niña me he imaginado yo en es lugar encantador con la hamaca ;) y.. disfrutaaaaa, Ernesto las olvidó y su padre lo sufre, yo las duermo mientras con Darío jiji. Besotes
ResponderEliminarJajajajaja! Tú sí que sabes!! Tienes la tregua de Darío, hasta que el las deje disfrutaaaaa! :)
EliminarMuas!