Cuando alguien llama al timbre de mi consultorio, una nunca sabe a quién le va a abrir la puerta (por cierto, es un timbre horroroso, y si ando concentrada en algo siempre pego un bote cuando lo oigo, como decía Eva en un post, voy a hacer un Change o algo para pedir que me lo cambien). Es de esperar que la gente que llama a la consulta venga con un perrito o gatito para que le eche un vistazo, pero con la crisis, el abanico de personas que vienen a intentar ganarse la vida a mi puerta es interminable.
Por un lado tenemos a los comerciales. Los hay que vienen a ofrecerme productos relacionados con mi profesión, a esos tengo que atenderles para estar al día de lo que se cuece en mi mundillo. Pero otros tratan de colarme cualquier cosa (y cualquier cosa es cualquier cosa: seguros médicos/del hogar/del coche/de los dientes, tarifas planas a tutiplén, sistemas de seguridad ultramodernos y súper-fashion, máquinas para comprobar la autenticidad de los billetes...). Yo trato de ser empática y cordial, y hacer ver en el menor tiempo posible (para que el comercial no gaste saliva inútilmente) y con la mayor educación de la que soy capaz de hacer gala, que el producto no me interesa. Pero si hay algo con lo que no puedo es con el comercial pesado/insistente/cabezota. Ese que cree que colando un pie en tu local, desparramando folletos, sonrisas Profident y llamándote por tu nombre cada dos frases ("porque Mo, seguro que querrás pagar la tarifa más económica del mercado...¿verdad Mo?"), te tiene en el bote. Y no amigo mío, no (o amiga). Cuando quiero adquirir el producto que sea soy proactiva, y como el del anuncio, busco, comparo, y si doy con algo mejor, lo compro, pero no me dejo embaucar por el primer zalamero de turno. En fin, que yo sé que se han de ganar la vida y he tenido amigos currando puerta a puerta, pero creo que alguien que sepa vender lo primero que ha de calar es a quién no le va a poder vender.
Aparte de los comerciales, está la fauna exótica. Sin exagerar ni un pelillo, estas son las cosas que han venido a ofrecerme: bragas y sujetadores, pinturas de un artista del barrio (y muy pesado el pobre, intenta venderme un cuadro cada dos meses), bizcochitos caseros (y diría -por la indumentaria de la cocinera- que aderezados con hierbas psicoactivas), figuritas de barro, calendarios solidarios (prácticamente los únicos a los que les compro de vez en cuando), poemas, percheros decorativos (muy molones por cierto), religiones varias...
Pero me quedo con uno que me hizo pasar un rato divertido. Al principio flipé con el sujeto. Soy mala para las etnias, pero parecía asiático y llevaba gafas de culo de bote (y bizqueaba). Llamó, y sin apenas saludar me dijo: "Coge esto, por favor", plantándome una caja en la mano. Yo me resistía y él añadió: "Tranquila, no muerde" (broma que después ya me han hecho veinte veces y que nunca me hace reír, todo sea dicho). De mala gana sujeté la cajita que resultó contener un aparatejo de esos para cortar los pelos de la nariz. El tío estaba entusiasmado explicándome las bondades del cacharro, y a mí me entró la risa floja por lo surrealista de la situación...Hasta intentó hacerme una demostración in vivo, a lo que me negué al ver que desenfundaba el dispositivo. El pobre hombre se quedó un poco chascado al ver que no conseguía vendérmelo, pero es que las cosas como sean, yo soy muy difícil de convencer...
Jajaja... no me lo puedo creer!!!! Solo te faltan alguno o alguna de tupper sex, que están muy de moda... ji!
ResponderEliminarPues mira, no me extrañaría nada que se pasasen un día, jajajajaja!
EliminarMuas!
jajaja¡ pero intentó hacer la demostración contigo? jajaja¡ Muy bueno¡¡
ResponderEliminarBesis¡
Al menos eso fue lo que me pareció, pero no le di tiempo a llegar a mis fosas nasales, jejejeje...
EliminarBesotes!
Bueníiiiiiiiisimo, me imagino al pobre hombre con el chisme en la nariz y poniendo una sonrisa de oreja a oreja...
ResponderEliminarbesitossss
Así estaba, ni más ni menos! :D
EliminarMuas!
Uffff, es que debe ser durillo para el que vende pero claro a la vez, cuando no te interesa algo...creo que se nota bastante cuando algo no gusta a alguien, me he quedado alucinada la cantidad de cosas que te han intentado vender, qué variedad!!!
ResponderEliminarUn abrazo,
http://quedateenminube.blogspot.com.es/
Eso creo yo, que si tienes vista enseguida notas cuando no vas a poder vender el producto...(alguno hay que lo capta rápido, las cosas como son).
EliminarBesos!
Jajajaja qué entrada más buena, si es que en esta vida hay que ver de todo, jajaja y como dices... la crisis. Besicos.
ResponderEliminarYo noto que hay más gente que antes currando puerta a puerta...o quizás sea mi barrio, que les encanta! :D
EliminarMuas!
Cuando yo trabajaba a pie de calle, no había crisis y también venían muchos comerciales.
ResponderEliminarPero como el del arranca pelos nasales ninguno, jaja.
Te dará ya hasta miedo abrir la puerta no??
Muaks
Cuando veo a alguien en la puerta sin bichillo que le acompañe ya tiemblo, jajajaja!
EliminarY como del decía a Montse, yo sí he notado una aumento de gente que viene a vender (antes igual eran cinco-diez al mes, ¡ahora hay épocas que hasta el doble!).
Besotes!
¡Jajajajajajaja!, pero cómo te intentó vender eso???? Me parto. Por cierto, hay unos timbres con melodías que son divertidísimos. Medio Limón me regaló uno para conquistarme y lo consiguió ;)
ResponderEliminarUn beso.
Yo quiero uno de esos timbres. Estoy hasta las narices de el mío, arrrg! ;P
EliminarMuas!
PS: Medio Limón es un chico listo, jejeje...
Jajajaja. ¿Un aparato para sacar pelos de la nariz? Bastante con que te aguantaste la risa. Yo no sé si hubiese resistido. Lo mismo le decía "espera, habla más despacio, que voy a tomar notas para el post que pienso escribir a tu costa". Jajaja. A mi oficina no entra nadie a vender. Es un rollo. Besotes!!!
ResponderEliminarJajajajaja! Pues hale, vente unos días a mi curro, que tendrás material para dar y vender! :D
EliminarBesotes!
Pero que bien te lo pasas en la clínica, no???? En mi oficina no vienen a venderme nada, solo una chica con material de oficina que viene todos los meses, y nunca le hemos comprado, ya me da hasta vergüenza...
ResponderEliminarEsta visto que el ingenio ha aumentado en nuestro pais...
Pues habrá que comprarle alguna cosilla, no?? ;P
EliminarMuas!
A mí me estafaron no hace mucho desde una ONG, que se supone ayuda a los niños, y cada vez desconfío más de esas organizaciones. Sobre todo de las que venden calendarios.
ResponderEliminarCuando compro este tipo de productos asumo que quizás el dinero no llegue a buen puerto, supongo que es un acto de fe...
EliminarBesos!
joeeee luego llaman fauna a los pobres bichillos que te llevan a consulta?!?!? jajajaja madre mía... prefiero mil bufidos de gato!!! jajajajaja
ResponderEliminarme pasa como a tí... no aguanto a los ego-comerciales con sonrisas profident...
saludinos y feliz miércoles!
Es que los ego-comerciales (buen nombre, por cierto) son duros de pelar!
EliminarMuas!
Yo tengo varias camisetas y calcetines de una gitana que pasaba por la clínica todas las semanas... al final siempre le compraba algo, era imposible decirle que no. Sorprendentemente, han pasado como seis años, y todavía las tengo, eran de buena calidad!
ResponderEliminarLa verdad es que a veces es duro, hay muchos en muy mala situación, y ¿como les sacas de la clínica cuando no hay nadie, y claramente no están interrumpiendo tu trabajo?
Lo que sí que he aprendido es a tratar bien a toda persona con la que me encuentro, sea cliente, vendedor a puerta fría, comercial... cuando estás al otro lado ¡sabes lo que se agradece una sonrisa y que te miren a los ojos cuando te hablan!
Tienes razón, hay que intentar siempre tratar con cordialidad a quien sea (incluso cuando te llaman por teléfono a las diez de la noche para ofrecerte cambiar de compañía telefónica, arrrg!), y yo no suelo tener para nada salidas de tono, pero por dentro estoy atacadita, jajajaja!
EliminarBesotes!
Mo:
ResponderEliminarLo bueno es que no tienes minuto para aburrirte jejeje... y bueno, si tocan tu timbre, será para poder vender y así sustentarse, estando en todo su derecho. En ocasiones, llega justo lo que uno anda buscando... (aunque el último producto, que describiste, me hizo sacar una carcajada...) y no es malo, que no tengas ni que moverte de tu escritorio...
Un besito!
Por supuesto, todo el mundo ha de ganarse la vida! Aunque a algunos les recomiendo que cambien de forma de hacerlo ;P
EliminarMuas!
Te había respondido esta mañana y no se ha publicado!!!! Pues eso, que a mi me entran unos cuantos al cabo del día y estoy hasta la punta del pelo ya. Y los que vienen a vender, pero los que vienen a pedir -mejor dígase exigir- ya me tocan las narices cosa mala.
ResponderEliminarEste blogger...
EliminarSí, hay alguno que parece que te perdona la vida cuando le dices que no te interesa...
Besotes!
jaja, me parto con el aparato de los pelos!!
ResponderEliminarLa verdad es que yo estuve trabajando vendiendo cosas a puerta fría, y fue una experiencia que no olvidaré (por mala). No me gustó nada..... Pero también sé que tienes razón y hay gente MUY pesada!
Tiene que ser muy duro, la verdad (a veces me lo he planteado como salida profesional, pero sé que yo no vendería nada de nada, no valgo para eso...).
EliminarMuas!
Reconozco que soy la peor cliente que un comercial se puede topar...segurico....pero hija, el del corta pelos tiene miga...vete a saber a quién le corto los pelos antes!!! y de dónde???!!! XD XD XD
ResponderEliminarArrrrrggg! No me lo había planteado, jajajajajajaja!
EliminarComo vuelva por aquí me pongo escafandra para aislarme del cortapelos, jajajajaja!
Besotes!
Jajaja!!! Me estoy imaginando tu cara al ver al asiático intentar probar el cacharro, jajajaja. Sería en él, ¿no? ¿O quería utilizarlo contigo? Jajajaja, muy bueno!!
ResponderEliminarYo creo que conmigo!! Pero como decía más arriba, me aparte a tiempo para no darle ninguna oportunidad, jejejejeje...
EliminarMuas!
Uno: eso de cambiar el timbre a uno melodioso parece buena idea, hasta que ves el capitulo de los Simpson y el timbrecito. ¿lo has visto?.
ResponderEliminarDos: bizcochos con hierbas psicoactivas?? y no los probastes??? conociendome hubiera catado algo...jajajaja.
Tres: aqui no vienen más que testigos de Gehová que creo que son los únicos que tienen la fe suficiente para subir la cuesta que llega hasta mi casa....jajaja.
Besotes.
Me suena algo ese capítulo, pero no acabo de recordarlo!! (quizás deba quedarme con mi timbre después de todo!).
EliminarNo, no los probé, no me fie, jajajaja!
En mi antigua casa también eran los únicos que subían la cuesta...a persistentes no los gana nadie!!! :D
Besotes!
La de cosas que te pasan, me parto, jajaja. Mira que no dejarle hacer la demostración... :p.
ResponderEliminarBesotes!!!.
Si es que tengo un imán...:D
EliminarMuas!