A lo largo de mi vida he tenido numerosos y variados complejos. A saber: nariz patatuda, cartucheras de escándalo, celulitis galopante, culo XL... No es que pueda presumir de haberlos erradicado de mi vida por completo, pero me atrevo a afirmar que con la edad he ganado en seguridad y amor hacia mi cuerpo. Pero he aquí la menda el día antes de ir a la prueba con el peluquero y maquillador, ambos dos la misma persona. Estábamos de cháchara durante la cena en la casa de veraneo de la familia de Mr. X, lugar en el que se centralizó el comando boda para prepararlo todo, cuando mi suegra me dijo: "Bueno, no te lo tomes a mal, que yo te lo digo con la confianza con la que se lo diría a una hija, pero ya le he comentado a M (el peluquero) que te disimule las orejas". Después de un segundo de estupefacción me dio un ataque de risa, porque jamás en la vida he tenido complejo de orejas de soplillo, y parece por lo que he observado -en el espejo- que algo de verdad hay en su preocupación... Con razón me llamaban Gizmo en la facultad... Pero bueno, no me supo nada mal, la pobre mujer sólo quería velar por un óptimo resultado estético de mi persona. Y no, no he añadido un complejo más a la lista, sigo viéndome las orejas divinas. Con ese consejo suegril bajo el brazo partimos las hijas de Mr. X y yo a la mencionada prueba. Yo no le había dado demasiadas vueltas al tema peinado, estaba por dejármelo tal cual, pero M argumentó que habiendo comprado un vestido tan bonito para el casorio no podía dejar mi pelambrera al viento. Admití que tenía razón y lo único que le pedí fue que no me hiciese un recogido, que quería llevarlo más o menos suelto. Me dejé llevar por su profesionalidad y cuando acabó me vi rarísima. Por una parte nunca me pongo maquillaje (pote, quiero decir), y me daba la sensación de que exageraba muchísimo mis arrugas... Y por otro... ¿¿pelo ondulado yo?? El flequillo no me convencía, daba la sensación de ser un poco de cartón-piedra, pero no podía arreglarme toda la melena y dejar el flequillo a su bola. Supongo que era la falta de costumbre, y al final, después de remirarme veinte veces, el conjunto me acabó convenciendo (y a mis "asistentes personales" también). Y tocó asumir que oye, con casi cuarenta tacos es normal estar un poco arrugá.
Una vez liberado mi padre del hospital decidió irse a su casa, porque su hermana y una amiga habían venido de tierras germanas para el enlace y estaban encantadas de cuidarlo y mimarlo. Saber que se hallaba en buenas manos nos permitió a Mr. X y a mí centrarnos esos últimos tres días en los preparativos más inminentes y disfrutar por fin de la movida en las que nos habíamos metido.
Miércoles, jueves y viernes me desperté cada mañana poco antes de las siete, incapaz de pegar ojo. No me sentía especialmente nerviosa, pero sí con ganas de ponerme manos a la obra. En casa, mi suegra orquestaba las diferentes tareas. Por un lado el montaje de los centros de flores. Mr. X, sobrinos e hijos recogían ramas de los árboles del jardín. Yo seleccionaba las hojas y mi suegra y las hijas de Mr. X confeccionaban los centros. Además de eso lavamos y rellenamos aceiteras y vinagreras. Elegimos complementos para los modelitos de cada uno. Ordenamos las tarjetas con los nombres de los invitados por mesas. Hicimos asambleas después de cada comida -con una media de veinte asistentes en cada una- y repetimos hasta la saciedad y como si fuera una oración el timing del día B.
Fuimos en tropel a la masía colindante, el lugar elegido para el evento, para ayudar a nuestros vecinos (y amigos además) con toda la preparación. Los jóvenes se encargaron del Photocall (impresionante cómo les quedó...). Los demás nos organizamos como hormiguitas para pintar, barrer, limpiar, acondicionar aperos antiguos con aceite de linaza, colocar flores, ornamentar con herraduras y cestos... Quizás así por encima no parezca gran cosa, pero sólo para barrer estábamos cinco personas y tardamos cuatro horas. Ahí es nada. Estando ocupada en ese menester (ampollas me salieron) la hija menor de Mr. X me preguntó riendo si me había imaginado así mi boda alguna vez. Levanté la mirada y observé a mis cuñados, sobrinos y amigos currando, intercambiando chistes, haciendo todo eso por nosotros… y le dije que no. Porque hasta que decidimos casarnos nunca había fantaseado con mi boda, mi romanticismo no iba en esa línea, pero no podría haber planeado una forma mejor de celebrarlo y prepararlo. En familia, con amigos. Rodeados de cariño. No way. Ni en mis mejores sueños. Como dice mi suegra, la gracia de meterse en un berenjenal semejante es poder recordar, no solo el día de la boda sino también todas las jornadas previas.
El viernes por la mañana las mujeres de la casa nos pusimos en marcha temprano en la cocina. Cortar quesos, trocear tomates, hervir huevos, desmenuzar pescado… La atmósfera que se generó evolucionó paralelamente a los guisos preparados. Se comenzó en frío y poco a poco se caldeó el ambiente, aderezándose con las primeras bromas, con el fuego y la chispa de los nervios, llegando a un chup chup acompasado sazonado con carcajadas, tropiezos en la cocina, armarios que se cerraban y se abrían, niños y no tan niños mendigando algún resto y, aprovechándose de todo ello, las dos perras de la casa aspirando la comida que caía de nuestras manos en medio del vaivén.
A todo esto llegaron las mesas, sillas, copas y mantelería. Como si de un tablero de ajedrez gigante se tratase fuimos ubicando cada mesa. Cuando parecía que estaba bien, alguien se daba cuenta de que la alineación no era correcta. Vuelta a empezar. Caos, risas, nuevos y desordenados ensayos infructuosos… hasta que mi cuñado M, de voz ultra-potente soltó un grito y los cuadró a todos (no me incluyo porque yo estaba a mi bola ensayando el discurso en un rincón). Mi momento relax del día consistió en una escapada que hice al pueblo con la hija menor de Mr. X. Hacía años que me pedía que la llevase a hacer la manicura. Deseo concedido, manicura para ella y arreglo de pies y manos para servidora. First time in my life. No me extraña que la gente se vicie, coño, que da un gustazo apoteósico ese meneo de los pinreles.
Por la noche, después de una cena en la que se notaban el cansancio y los nervios acumulados, Mr. X acabó al fin los pasteles (desde el primer día decidió que se encargaba él de eso), y a las doce nos pusimos a cortar las porciones para prepararlas. Me sentía como el chaval de Karate Kid. Cortar pastel, coger papelito, poner pastel. Empecé ayudada por mi cuñada, pero nos debieron ver lentas (y agotadas), y pronto dos machos alfa de la manada vinieron a ayudar. Menos mal, porque a ese paso la gesta se prometía interminable.
Último repaso mental a las tareas pendientes. Vistazo de control a todo lo que hemos hecho. Ok. Estamos preparados. A dormir, que mañana es el gran día.
Vaya curre os habéis metido!!!. Suena todo genial.
ResponderEliminarEn cuanto al pelo y al maquillaje, ibas súper favorecida, las fotos no engañan :)
Un beso
Currazo, currazo!
EliminarMuchas gracias guapísima!! Jejejeje...
Muas!
¡Pedazo de boda DIY!
ResponderEliminarMe dice a mí mi suegra lo de las orejas y se monta tal pollo que se suspende la boda xDDD Como se nota que os lleváis bien y os queréis :)
Por cierto, ¿soy la única marginada que no te ha visto de novia?
18+4
Esa es la definición, DIY total!
EliminarRealmente me tomé lo de mi suegra como si me lo hubiese dicho mi madre... XD
Besotes!
PS: Hay muchísima gente que no las ha visto! Estoy en ello!
Jo, que recuerdos tan bonitos, eso es para siempre, me alegro de que tuvierais tanta familia alrededor ayudando y preparando, mucho más divertido. Un beso
ResponderEliminarNos lo tomamos como un campo de trabajo, jajajajaja! En serio, qué suerte que tanta gente estuviese dispuesta a ayudar...
EliminarMuas!
Menuda paliza!!! Pero me encanta, porque efectivamente podrás recordarlo con cariño. Me parece super valiente que os lanzarais a hacer todo vosotros!
ResponderEliminarBueno, nos metimos en el fregao porque la familia de Mr. X tiene experiencia previa (bodas de las hermanas de Mr. X y otros eventos similares). De lo contrario hay miles de cosas que se te pueden pasar por alto!!
EliminarBesotes!
Esos momentos son geniales... pese al esfuerzo. Y es cierto, es algo que queda para siempre. Tengo muchas ganas de que nos cuentes el gran día...
ResponderEliminar♡♡♡
A ver si me inspiro pronto, jejejejeje...
EliminarMuas!
Madre mía!!! Es genial que lo hiciérais vosotros, qué pasada!!!
ResponderEliminarAsí sabe mejor... :P
EliminarBesotes!
Me tienes impresionada!
ResponderEliminarJejejejeje... ;)
EliminarMuas!
Nena, me recuerdas a las bodas de las pelis americadas!!!! Me alegro de que hayas disfrutado tanto hasta de los preparativos ;)
ResponderEliminarPues mira, no eres la primera que me lo dice!! Y pensándolo bien, supongo que tienes razón... :)
EliminarBesotes!
Uffff. Me estreso sólo de leerte. He ahí por qué no me caso. Jajajajaja. Estoy deseando leer el desenlace del enlace (uy, qué ingeniosa me he levantado hoy...). Besotes!!!
ResponderEliminarJajajajaja! Pero si fue divertido, mujé!! Venga va, una Álter estresada preparando bodorrio da mucho juego... Hace??
EliminarMuas!
Me encanta! La verdad que así has disfrutado mucho más que el día B. Nosotros tenemos un recuerdo parecido de la boda de mi hermano, como fue en un pueblo, mi cuñada es de allí, y de aquí nos trasladamos un montón de gente, la boda fue de tres días! Y es la que todos recordamos con más cariño.
ResponderEliminarLo de las orejas, pues ni idea, pero el resto que dices, ni hablar del peluquín! Si estás estupenda!!
Y otra vez insisto, estabas guapísima!
Un beso
Tres días! Qué pasote!! Yo no sé si mi cuerpo lo hubiese resistido, pero me habría encantado, jajajajaja!
EliminarGracias Traxi, tú me ves con buenos ojos, jejejeje... :P
Besotes!
Ejem, la boda fue un día, jejej. Pero como estamos a 700 kms, pues el viernes llegamos, su cena su chiringuito y ytal, el sábado boda y el domingo, comida de despedida.
EliminarMuaks
Ahhh! Bueno, a efectos prácticos es lo mismo, jejejejejeje...
EliminarMuas!
Que chulada. Níña haber avisado que una se viene y se apunta al sarao, jajajaja. En serio. Me encanta ese buen rollito de familia grande involucrada. Si tuviera que hacerlo yo lo tendría claro, porque no tenemos familia más allá de nosotros y eso me da mucha penica en muchos momentos. Luego cuando leo cosas como las que cuentas me siento muy reconfortada. Con una boda así igual me lo pensaba y todo, jajajaja.
ResponderEliminarA mí particularmente, más que a una boda americana, me recuerda más a cuando les daba por construir un granero en un día. Lo digo porque en las pelis de bodas americanas siempre reina un caotismo interal malabárico y en los levantamientos de graneros no se porque la gente está más coordinada, relajada y felíz.
Me apunto a ver alguna foto de boa, queremos fotica, queremos fotica, queremos fotica.
Un besote muy grande, que te ví en el reportaje y ere muy guapa. Muuuuuuasssss.
Tienes razón, el ejemplo granero también me mola, jajajaja! Si con el comentario de Alejandra he pensado en "Magnolias de acero", el tuyo me ha llevado hasta "Único testigo". Memorias de una cinéfila, jajajajaja!
EliminarVeré cómo puedo hacer lo de la foto! Y mil gracias por el piropo, entre todas me vais a subir el ego a la estratosfera! XD
Muas!
Buuuuf!! Se me pone la carne de gallina de la emoción cuando me imagino a toda tu familia trabajando tan unida y feliz. Parece que me estés contando el guión de una película.
ResponderEliminarGracias por el comentario guapísima, la verdad es que aún me emociona recordar esos momentos. Son un regalo para toda la vida.
EliminarBesotes!
Me he leído toda la "serie" del tirón... deseando que lleguen nuevos capítulos!
ResponderEliminarUn beso guapa
Jejejeje... a ver cuando puedo sentarme a escribir!
EliminarMuas!
qué bonito! estoy de acuerdo en que los preparativos también tienen su gracia, y más si la familia y los amigos se implican pues llenan todo de cariño y así el resultado solo puede ser maravilloso *-*
ResponderEliminaray, que me volvería a casar! *-*
Yo ya estoy pensando una excusa para montar otro sarao, jajajajaja!
EliminarBesotes!
Leo esto con retraso, y después de un vistazo rápido a la siguiente entrada, y madre mía que currele!! pero me encanta!!! Yo sé que no podría hacerlo, primero por mí y después porque mi tribu es más pequeñita y no daríamos a basto! Besos y me piro corriendo a la siguiente entrada! Muac
ResponderEliminarLa verdad es que contar con toooda la familia de Mr. X no tiene precio... Mi familia directa también es muy chiqui!!
EliminarMuas!
Plas, plas, plas, solo puedo haceros la ola y una gran reverencia a todos los que os habéis "currado" esta preciosa boda, tan artesanal y personal. Me alegro de que fuese tannn bonita y con encanto. Besicos de enhorabuena!!!!
ResponderEliminarHa sido un gran trabajo en equipo! Y he aprendido muuuuchas cosas!
EliminarBesotes!