jueves, 21 de noviembre de 2013

Adiós, chupete, adiós


De camino a casa solemos pasar por una de esas tiendas de juguetes tan molonas que tienen una puerta para los adultos y otra para los pequeños. Sí, justo ésa.

Esto puede considerarse una ventaja o un inconveniente. Veo a muchos padres estirando de las manos de sus retoños cuando a éstos se les van los piececillos hasta la micro-puerta. Pero a mí me gusta pensar en positivo. Y digamos que a menudo soy yo la que se muere de ganas de entrar en la tienda.

Ayer, como no, Peque me pidió recalar en el local. Yo sólo le dije una cosa (que luego lo jodido es salir): "Vale, pero hacemos un trato, entramos y miramos, pero nada de comprar". Peque aceptó con énfasis y yo quise creer, ilusa de mí, que iba a cumplir su promesa.

Ya tiene un par de juguetes fichadísimos. Uno de ellos es una cocinita (lo que me gusta a mí con lo cuca que es...). Ya nos íbamos a ir cuando empezó a pedirme que se la comprase. Yo le dije que nanay de la china, que la pidiese por Navidad. Entonces probó con una presa más modesta: una cesta llena de cajitas de cartón de productos para vender y trajinar. Usé el viejo truco: "Si esta noche duermes sin chupete, mañana venimos y te lo compro". Sí, aún anda con chupete por la noche. Y ya, ya sé que lo de chantajear/manipular a tu descendencia está muy mal. Pero ya he dicho que me gusta pensar en positivo, y prefiero considerarlo un incentivo motivador. Peque contestó que esa noche dormiría sin chupete, que porfi, porfi, porfi (manitas en la cara y expresión angelical mediante) se lo comprase. Hasta ahora he probado a la inversa (por la noche trato de apartar el chupete con una promesa suculenta) y no ha habido manera, así que decidí darle una oportunidad y le propuse otro de nuestros tratos: "Vale Peque, yo te compró la cestita y esta noche duermes sin chumi, ¿estamos?". Y mi vástago aceptó dando saltos de alegría. Cuando cogí el regalo casi me da un pasmo. No sabía yo que el cartón se cotizase a precio de caviar iraní. Pero ya no había marcha atrás.

Una vez en casa, yo había planeado cocinar un par de cosas nuevas con Peque como pinche, pero él quería estrenar su juguete. Para dotar de aires ceremoniales al evento y recalcar el objetivo de haber comprado la cesta, le pedí a mi churumbel que fuese a la habitación y recogiese todos sus chupetes. Me los dio y los puse en una lata. Me senté frente a él y como si fuese a nombrarle caballero de la mesa redonda le solté: "Peque, tú me das tu lata de chupetes y yo te doy tu cesta de cajas de caviar, digo, de cartón, y así hacemos el trato que no se puede romper de dormir sin chupete, ¿sí?". Él chilló que sí veinte veces y dando por finiquitado el ritual le hice un hueco en la cocina y empezó a abrir paquetes. Rápidamente cacé la decepción en su cara. Claro, él esperaba que dentro de cada cajita hubiese lo que anunciaba en la tapa (galletitas mini, cafecito, cereales para liliputienses...). Lo sé porque yo viví la misma decepción de pequeña (qué manera de engatusar a las criaturas). Previsora que es una, saqué el tupper de judías blancas que tenemos para comerciar los fines de semana y le dije que rellenase las cajitas con eso. Dos horas se tiró el tío. Cajitas de toda clase, tipo y color (y marca) inundaron mi reino. Por unos momentos me sentí en el comedor de Médico de familia (esa publicidad "encubierta" que se gastaban tenía mucha tela).

El caso es que a medida que avanzaba la tarde Peque empezó a abonar el terreno para practicar aquello de donde-dije-digo-digo-Diego: "Oye mami, que yo sí que voy a querer chupete, ¿ehhhh?". Je, que te lo has creído amigo. Le expliqué que una promesa es una promesa y me hice la loca.

Diez minutos antes de ir a dormir Peque sacó la artillería pesada: "Es que mami, a mí el juguete no me ha gustado...". Sí, claro, después de jugar dos pedazo de horas con sus ciento veinte minutos. No hay piedad. Seguí con el plan establecido y nos metimos en la cama sin chupete. Entonces empezó con el mono, a dar vueltas, gemir, los temblores, el "no me voy a dormir sin chupete", los lloros...Y yo venga a mecerlo, ponérmelo encima, acariciarlo...En mi mente sonaba la canción "Y nos dieron las diez, y las once, las doce y la una...". A puntito estuve de tirar la toalla, lo confieso, pero estábamos tan cerca de la victoria...Probé a cantarle y tres "Hijo de la Luna" más tarde noté como su cuerpo empezaba a relajarse. Nos tumbamos chocando la nariz cogidos de la mano y el milagro...llegó.

Y así Peque, es como cumpliste tu promesa de chico mayor y dormiste por primera vez como un campeón sin chupete. A ver qué pasa esta noche...


PS: Quiero un Árbol de los chupetes en mi city. He dicho.




34 comentarios:

  1. Me encanta el árbol de chupetes!
    Pobrecito peque, qué lastimilla me ha dado, con la decepción de las cajas, y después, dando vueltas para intentar dormirse.
    Pero mira, prueba superada!!
    Un besito

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    1. Supongo que fue durillo para él...Pero realmente ya toca deshacerse del chupete, arrrg! :D
      Muas!

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  2. Superadísimo con nota!!!! A mí también me dan tentaciones de entrar por la mini puerta, jejejeje...
    Un besote.

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    1. Jejeje, a mí me dan tentaciones...y entro! Jajajajajaja!
      Muas!

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  3. Qué mono y qué mayor, ya sin chupete!! ;)

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  4. Bueno yo creo que lo peor será la primera noche, porque ya sabeis los dos que es capaz de dormir sin él, así que mucha suerte. Lo de que las cajas estén vacias me parece fatal, pero así ha sido siempre, podían currarselo un poco con lo que valen...Un beso

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    1. ¿Verdad que sÍ? Me dan ganas de levantarme una noche y llenarle cada cajita con cosas diferentes...Fliparía, jajajaja!
      Muas!

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  5. Pues aunque da cosilla pero ya "palante". A Jirafita con tres años recién cumplidos le empezamos a contar la historia de un duende que se llevaba los chupetes para dejárselos a bebés que no tenían. El duende venía cuando sabía que ya no había bebés sino niños mayores. Y a cambio te dejaba algo. Y de tanto contarlo y repetirlo un día dije de este no pasa. Claro que me dio pena, pero cuando mi peque fue a su cama a buscar el chupete se encontró un huevo sorpresa con una nota. Leí la nota y decía más de lo mismo que ya le habíamos contado. El bebé al que llevó su chupete se llamaba Daniel. Y así tuvimos que contarles cada uno cómo fue la historia de cuando vino nuestro duende. Pidió el chupete a la hora de dormir, los primeros días, pero lo aceptó mejor de lo que yo esperaba.
    Ya verás que eso está superado!
    Un besote. La Jirafa

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    1. Qué historia tan currada! Yo le sugerí el chupete a Papá Noel o los Reyes Magos, pero eso de ceder su bien más preciado no lo tenía nada claro y por eso opté por el plan B, jejejeje...
      Besotes!

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  6. Me he reído muchísimo con la forma en la que lo has contado :D
    Me alegro mucho de que consiguiese dar ese gran paso. Seguro que poco a poco cada vez lo irá necesitando menos.
    Un besote

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    1. Todavía estamos en proceso, pero de momento lo vamos superando, jejejeje...
      Muas!

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  7. ooooh enhorabuena!!! yo tb me he reido con lo de que no le había gustado jajaja pues no saben !! besoos!!

    pd, a quien no le gusta esa, tienda!! buuuuffff si el bolsillo estuviera lleno , eh?

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    1. Yo me vuelvo loca en esa tienda. Me gusta todo...jajajaja!
      Besotes!

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  8. Jajaja hasta un momento así de delicado me saca una sonrisa, como me he podido reír con lo de cotizado como el caviar iraní jajaja siii muchas cosas que no nos creemos están más que cotizadas... y pobre con su decepción. Pero lo importante es que es tooodo un grandullón que da pasos de elefante, madre mía Mo que se nos hacen mayores por segundos, snif snif. Besazos y buena noche la de hoy!!!!!!!

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    1. Sí, Montse, se nos hacen enooormes, como diría uno que yo me sé!
      Me encantan tus sonrisas, me alegran el día. :D
      Muas!

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  9. Ay, recuerdo que pensé que sería tremendamente complicado quitarle el chupe a Cucolinet... sólo lo utilizaba para dormir, pero no había forma sin él; de pronto un día llegó y ya no hubo marcha atrás (y tampoco le dí oportunidad). Eso si, nos quedamos también sin siestas, jajaja. Espero que todo vaya bien, ya contarás.

    Muchos Besotes!!!.

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    1. Uix, no, que no me quiten la siestaaaa! Jajajaja! De momento seguimos con siestas y sin chupetes, jejejeje...
      Besotes preciosa!

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  10. Bravo, bravoooo.......!!!! Lo consiguió!!!

    El primer paso siempre cuesta,
    el resto está chupete, digo......chupado!! jejeje.

    Besotes (para peque, por campeón)

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    1. Jajajaja! Sí, ta dominao, jajaja!
      Besotes transmitidos. ;)
      Muas!

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  11. No sé como se enteró mi sobrina que el año pasado Papá Nöel pasó por casa de su prima que vive en frente, un año mayor, y le dejó una cocinita de esas y de paso se llevó todos los chupetes!! Lo tiene muy claro, no quiere que el tio ese pase por su casa. A ella que no le traiga nada, que se quede sus juguetes dice.

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    1. Jajajajaja! Vaya, que lo tenía clarísimo! ;P
      Besotes!

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  12. Ala, pobrecillo, que fustre, catxis la mar ....si es que a la tienda esa ya le vale, ya ,jejej. Y encima con esos precios que te hacen mirar dos veces por si te has equivocado .
    David nunca usço chupete, lo escupia. Eso sí, continuamos con el pañal por la noche, que como duerme como un ceporrín y si se despierta - para llevarlo a hacer pipi al lavabo- no se vuelve a dormir, como su madre mal asunto, es un bucle . Cuando se despierta yo no se como puede caminar, que el pañal pesa más que él , pobre vejiga , que de trajín nocturno.
    Digo yo, que cuando te pongan el árbol de los chupetes dímelo, que pido yo uno para los pañales de la noche ;-) .
    Besos para el valiente que se ha atrevido a probar , sí señor !!
    Un abrazo guapetona

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    1. Peque al principio también escupía el chupete, pero para trayectos en coche, que lo ponían de muy mala uva, me iba bien que se consolase con eso y al final se hicieron amigos...(normal que luego no quiera que se lo quite, si es que...).
      Con el pañal estamos igual, aunque alguuuna mañana se levanta con poco pipí. Ya veremos, no hay prisa. :)
      Porque no tengo tiempo para más movidas, pero si pudiese, me lanzaba a montar el árbol de los chupetes por aquí, me parece una idea tan bonita...
      Muas!

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  13. Jajajaja. Qué pena cuando un juguete te desilusiona... Aunque creo que nunca me dio por utilizar esa desilusión para incumplir una promesa. Ya nos contarás si se mantiene así o si volvemos al chupete... Besotes!!!!

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    1. Este niño se las sabe todas, jajajaja!
      De momento no hemos vuelto...toco madera!
      Besotes!

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  14. Enhorabuena!!! Es muy importante que se haya dormido sin el chupete... si no lo vuelve a conseguir y caes en la tentación de darselo... acuerdate que se lo puedes dejar a los reyes magos, por si le ves mas animado a ello. Mi peque se lo dejó a los reyes magos y no volvio a pedirlo... pero todo depende de la madurez del niño...

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    1. Sí, lo de los Reyes era una opción, pero no parecía molarle nada la idea, jejeje...
      No te creas, aún me pide el chupete, pero como veo que tarda en dormirse lo mismo que sin él lo voy camelando...:D
      Muas!

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  15. Nosotras tenemos esa cocinita! (añadir musiqueta de chincha rabiña)
    Muy chuli, pero no hay dios que la monte, viva ikea. A Pollito le explicamos que los niños mayores no dormían con chupete, y que un día habría que tirarlo. Y al cabo como de un mes, ella solita cogió su chupete una tarde y lo tiró a la basura. Vértigo total. Pero aguantamos, y a la semana se le había olvidado. Mucha suerte!

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  16. Bueno!!! mi niño que mayor! ole y ole. Que bien resolviste la situación chica. Ya nos contarás cómo lo lleva Peque ¿si?
    Y oye, te dogo como a Inma, aunque no sea lo mismo, si quieres puedes mandarme uno de sus chupetes, lo cuelgo en el árbol con su nombre, le hago una foto y os la mando. Así sabrá que su tete está acompañadito ;)

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