martes, 5 de diciembre de 2017

El trocito más tostado


Mientras estudiaba veterinaria, en la tremenda asignatura de Ciencia y tecnología de los alimentos –algo que nunca pensé que se aprendiese en mi carrera-, se encargaron de destrozarme el mito de uno de mis máximos placeres gustativos: comerme el pedazo más achicharrado del plato.

Por lo visto, en los alimentos cocinados a altas temperaturas se forma acrilamida, un compuesto potencialmente cancerígeno (aunque hay cierto debate científico de hasta qué punto es peligroso en las cantidades que se consumen habitualmente, pero la decepción ya me la llevé), ergo es conveniente evitar esos bocados.

Yo me peleaba con mi padre por el cacho más churruscado del queso gratinado. Y por el de la paella, porque hay consenso mundial en que lo mejor de la paella sin duda alguna es el “socarrat”. Soy amante de los alimentos casi carbonizados, es un hecho. Aunque después de mi trauma en tecno de los alimentos, intento no abusar de esos goces mundanos, qué le vamos a hacer.

Peque, entre las muchas cosas insólitas que ha heredado de mí, también posee ese amor por lo doradito. Y cuando tienes la bandeja sobre la mesa y toca servir, y ves que se le ponen los ojos como platos vislumbrando el cacho más tostado, el mismo que tú ya habías descubierto mientras se cocinaba en el horno, llega el dilema. ¿Haces como en el dicho y al repartir te quedas con la mejor parte, o cedes a tu vástago, en un gesto magnánimo y abnegado, ese fragmento de deleite gastronómico?

Soy una blanda, y casi siempre se lo doy cuando me mira como el gato de Schrek. Y me acuerdo de mi padre, y de que él también me lo daba. Al fin y al cabo, en medio de esas rutinas elementales y cotidianas, se construye el amor.



14 comentarios:

  1. el amor es un soplete para churruscar a todos por igual ;D

    (es broma, es lindo lo que dices <3)

    ResponderEliminar
  2. Que bonito! Pues si, nada como el socarrat, pero por amor no hay límites.

    Abrazos!!

    ResponderEliminar
  3. totalmente de acuerdo, esas pequeñas rutinas son las de verdad lo construyen todo.

    ResponderEliminar
  4. Yo sin estudiar esa asignatura, madre mía!!!! también había escuchado que era cancerígeno, pero... qué rico está!!!! Menos mal que ninguno de mis nanos sienten esa debilidad jajajajo, todico para mí!!!! Besicos playeros y fríos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaja! No tienes competencia, qué suerteeee! :P
      Besotes!

      Eliminar
  5. Aaaaay yo también lo cedo
    Somos unas blandas

    ResponderEliminar