Me fascinan las manías de la gente. Leí hace poco las de Trax, luego las de la Desmadrosa y más tarde las de Peinetapintxos. Y comencé a apuntar en un papelito las mías. Debo decir que he erradicado unas cuantas. Fue cuando murió mi madre. Durante su enfermedad mis manías más estúpidas alcanzaron cotas estratosféricas. En mi mente, si no cumplía alguno de los preceptos establecidos por mis numerosas obsesiones (como por ejemplo, contar hasta siete antes de cerrar una botella), algo malo pasaría. Al final, lo más malo que podía ocurrirme sucedió, y tras su muerte me liberé de muchas de esas chocantes extravagancias (lo cual, debo decir, fue todo un alivio).
Aún así, conservo mi propio catálogo de excentricidades. A saber:
-Pongo nombre a todas las fotos que hago. Después de fotografiar una cena, excursión, viaje… descarto las imágenes que no me gustan y nombro y clasifico las seleccionadas. Lo hacía mi madre y me encantaba, porque al verlas de nuevo y leer sus títulos, podía intuir lo que le hacía sentir cada foto. Además es muy práctico para buscarlas después en el archivo.
-No me seco el pelo. Nunca. Bueno, un poco si justo después me voy a la cama, es pleno invierno y tengo anginas.
-Me arranco las canas. Porque de momento son pocas y cobardes. Veremos cuando se desmadre el tema.
-Me da asco recoger los trozos de comida que quedan en el desagüe. Superior a mí, lo reconozco.
-Recojo clips por la calle. Eso ya lo conté aquí.
-Si paso delante de un espejo, tengo que mirarme. Los escaparates reflectantes también cuentan.
-Siempre camino por mi derecha en la calle, y sería genial que todo el mundo lo hiciese. Ironía modo on.
-Me peso cada día. Excepto los fines de semana, porque en casa no tengo báscula. Pero en el curro sí, y entre perro y perro controlo que mis lorzas se mantengan a raya.
-Me lavo las manos cada vez que toco algo que deja algún rastro en mi piel. Y si no he podido hacerlo, evito rozarme la cara.
-Cuando estoy concentrada leyendo o estudiando, me rasco la cabeza. Busco con las uñas pequeñas imperfecciones de la piel. Lo malo es que parece que tenga la cabeza plagada de piojos, pero no, doy fe.
-Necesito música por la mañana mientras desayunamos y también cuando cocino, pero no la aguanto mientras leo o escribo, me desconcentra (y eso que me empollé las materias de la selectividad con Chris Isaak de fondo, cómo hemos cambiado…).
-Cada diciembre me compro el mismo modelo de agenda.
-Siento una fuerte necesidad de acabar los proyectos que comienzo. Por supuesto, hay honrosas excepciones.
-El orden. Amo el orden, y el orden me ama a mí. Díselo luego a los adolescentes que habitan mi hogar.
Seguro que podría añadir alguna cosa más al repertorio (hacer listas es otra manía), pero mantener algo de misterio tiene su glamour…
Lo de los clips me lo sabía!
ResponderEliminarEl resto de cosas me parecen muy normales!! Con lo del espejo me has recordado a mi abuelo, genio y figura! como buen Leo era super-presumido!
Así soy yo, una presumida sin remedio!! XD
EliminarMuas!
Qué cosaas!! Me has hecho reflexionar sobre las mías. Igual tengo que hacer yo también una lista xdd
ResponderEliminarFeliz día
Eso, eso, más manías! :D
EliminarBesotes!
Y la que esté libre de pecado... jajaja
ResponderEliminarPues resulta que yo también camino siempre por la derecha de la calle, y me da mucha rabia sobre todo cuando salgo a correr, que esto no se respete, jeje.
También me rasco la cabeza cuando estoy concentrada ...
Pero yo al contrario que tú, cuando mayor me hago más manías me salen jajaj.
Besotes!
Es un rollo ir esquivando gente... ¡sobre todo si caminan por TU lado! XD
EliminarMuuuuas!
Pues compartimos unas cuantas (al final voy a tener todavía más manías de las que pensaba). Yo tampoco me seco nunca el pelo, camino por el lado derecho de la calle, soy fanática del orden y me da asquito recoger la comida del fregadero. Estamos todos fatal por aquí. Jajajaja. Besotes!!!!
ResponderEliminarEs lo que dice Trax, la que esté libre de pecado... :P
EliminarBesotes Álter!
Diosss, lo del desagüe y la comida me pasa a mi de toda la vida!!!
ResponderEliminarQue asco, tía, en mi casa está súper prohibido dejar en el fregadero un plato con algún resto, pero mi madre si es amiga de echar los platos un poco de cualquier manera, y si lo hace en mi casa me agarro unos cabreos...
Besos, flor!!!
Por cierto Mo, háblame por guasap que en uno de los miles de cambios de teléfono perdí tu número!!!
EliminarJajajajaja! Entonces nos entendemos a la perfección en lo que a desagües se refiere!!! XD
EliminarMuuuuas!
A mí también me da un asco trmenedi recoger los trozos de comida del desagüe y limpiar el water jajaja
ResponderEliminarYo lo del W.C. lo llevo bien, jajajajaja! XD
EliminarBesos!
Me hacen gracia tus manías, pero sobre todo por aquellas en las que coincidimos, que son lo de no secarme el pelo (casi nunca), lo de lavarme las manos, lo de los trozos del desgüe (qué asquito, por dios), los espejos, acabar lo que empiezo, y ya me gustaría tener el del orden, ja, pero resulta que no, soy caótica y desordenada, aunque trato de enmendarlo.
ResponderEliminarEl orden es mi manía number one, sin duda, si veo tres papeles encima de la mesa tengo que hacer un montoncito armónico, es superior a mí, jajajaja! ;)
EliminarUn beso!