La discreción
Cada vez que le pido a Peque que, en una situación comprometida, hable en susurros, él me deleita con un discurso a voz en grito que me sube los colores. La última vez, ayer mismo. Entramos en un bazar para buscar una caja donde guardar sus legos (es decir, más o menos un container tamaño transatlántico) y él fue directo a las chucherías para perros obsesionado con comprarle unos palitos a Perra. Los que me enseñó tenían un aspecto de lo más sospechoso, y me fije en que eran Made in China. Le dije que esos no eran buenos, y el solicitó información detallada al respecto (gritando, claro). Me acerqué a él pidiéndole cierta discreción y le dije que la comida hecha en China no era buena, a lo que él contestó con cara de susto:
-Pero mamá… ¡el sushi!
Por un lado le va a dar por pensar que llevamos años intoxicándonos con premeditación y alevosía, y por otro, le hace falta una lección de geografía.
La gran prueba
Lo de Peque, lo he dicho muchas veces, es un apodo que voy a tener que desechar. Este niño crece a ritmo exponencial. Una tarde, entrando en la portería, comenzó a driblar en un partido imaginario tirándose por el suelo. Después de llamarlo como veinte veces mientras yo sostenía la puerta del ascensor abierta, se dignó a levantarse, y fue uno de esos momentos en los que te das cuenta de lo enorme que está y se lo dije. Y él me explicó riendo:
-Si mamá, estoy mayor. Pero aún me queda una gran prueba.
Le pregunté cuál era y me contestó con una sonrisa de lo más pícara:
-La adolescencia mamá.
Que dior nos pille confesados...
El abismo generacional
En casa siempre hay bichos. Tenemos un imán. O una profesión que nos lo pone a huevo, según se mire. Iguanas, hámsters, perros, ranas, serpientes, insectos palo… Y alguno me dejaré. Pero lo importante es que tenemos un nuevo inquilino. Mr. X y Peque se fueron a una feria de reptiles, y hoy sé que debería haber ido con ellos para hacer de poli malo y prohibir la entrada del bicho en casa (no porque no me guste, sino porque hay que proporcionarle un terrario, comidita –viva-, una fuente de calor… y yo figura que estaba en fase de deshacerme de cosas, no de adquirirlas).
Así que mientras yo me iba al cine con el pequeño de Mr. X a ver El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, ellos se hacían con un precioso gecko leopardo. Y cuando llegué a casa ya estaba hasta bautizado. Peque me lo enseñó extasiado y me dijo:
-Mira mamá, ¡se llama Flash!
Y yo le pregunté:
-¿Como Flash Gordon?
A lo que me contestó indignado:
-Jo mamá, que no está gordo…
Nevermind.
Sera como flash el superheroe...jaja nosotros vemos la serie, porque somos muy frikis, en fin que es verdad que crecen en un abrir y cerrar de ojos, así que habrá que disfrutarlo. Un beso
ResponderEliminarSí, que luego les crece el bigote y se complican las cosas! XD
EliminarMuas!
Jajajaja. El gecko mola muchísimo. Y Peque también. Seguro que también molará en la adolescencia.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es muy molón, sí. Lo de Peque, veremos, promete ser todo un reto, por no decir otra cosa, jajajaja! :D
EliminarBesotes!
Jajajaja mi hijo es igualito se quiere traer todos los bichos a casa. Yo a algunos le dejaría pero el padre les tiene un poco de fobia así que por ahora hemos tenido caracoles y orugas jeje
ResponderEliminarUn beso
Mira, de esos bichos aún no hemos tenido en casa, jajajajaja!
EliminarBesos!
Ufff eso de hablar en voz en grito creo que es de la edad, porque por aquí... me vencen sus gritos! Ahhh sí que crecen por momentos y ainsss la adolescencia que ni la nombre por dior, que aún nos queda disfrutarrrrr jajajaja.
ResponderEliminarSi ve ese gecko mi hijo pequeño se vuelve loco, es su animal preferido, por gecko de los pj marsk :P
Besotes playeros.
La adolescencia está a la vuelta de la esquina, my friend! XD
EliminarNo conozco esos dibus, investigaré!
Muas!
Jajajajaja me partoooo
ResponderEliminarPeque es un crak. tiene a quien parecerse ;)
Y el geko atigrado me recuerda a los Pijamask. Es monísimo, pero que come? Moscas vivas? Y cómo las cazáis?
Gracias por la parte que me toca, jajajaja!
EliminarTendré que buscar los Pijamask esos, no flowers de cómo son!
Come insectos, se pueden comprar grillos en tiendas especializadas. :)
Besotes!
Aaaaah pobres grillitos buuuuf
EliminarSip...
Eliminarqué monada de gecko! y de peque-no-tan-peque-ayayay-lo-que-se-nos-viene
ResponderEliminar(bueno-nos-somos-muchos xD)
El gecko es remonísimo! Y Peque... ya lo dices bien, ayayayayayyyyy! XD
EliminarMuas!
Jajaja, me parto con Peque!
ResponderEliminarUfff a mi me meten ese "animalito" en casa y me da algo. No quiero hablar muy alto que algún día me tocará algo, ya verás ;-)
Y lo de hablar en alto es la edad, mi Jirafita dice que ella no habla alto...y es que gritaaa mientras ella dice que habla normal
No me quiero ni imaginar la adolescencia, ejem
El bicho me mola, la adolescencia no tanto, jajajaja! ;)
EliminarBesotes!
Alabo estos cortos de tu rutina, son tiernos hasta la médula, apuesto que como su redactora.
ResponderEliminarSiiiiii, van creciendo y nos regalan esa otra mirada que ya olvidamos.
El bichito es fabuloso, oye!
Besos para el peque grande y la poli buena.
Poli buena... a ratos, últimamente me estoy pasando al lado oscuro! XD
EliminarMuas!
jjajaja, lo de la adolescencia me ha matado. No sabe nada este niño ;)
ResponderEliminarFeliz día!
Tiene un peligro... :D
EliminarBesotes!