martes, 12 de noviembre de 2019

La celebérrima zona de confort



Tengo una magnífica zona de confort hecha a medida. Llena de rutinas adorables, exquisitos –aunque breves- momentos de paz para dedicar algo de tiempo a lo que me plazca, y como cualquier otra madre trabajadora, instantes de un frenesí y estrés deliciosos, algo caóticos, pero controlados dentro de mi encantadora amalgama de hábitos y manías.

Dicho esto, si a alguien puedo –y debo- culpar de abandonar esta parcela de sanas costumbres, no es otra persona que yo misma, así que entono el mea culpa, y en el fondo, hasta se lo agradezco.

Como adelantaba hace unos cuantos meses, para el medio siglo de Mr. X no se me ocurrió otra cosa que cumplir uno de sus más preciados sueños y planear un viaje para ver salir el sol en los Annapurnas. Quien imagine un viaje romántico para dos se equivoca, porque nos fuimos tres, y no, no era P quien nos acompañaba, sino mi amiga Eu. Debería decir nuestra amiga Eu, porque Mr. X la conoce hace ya casi diecisiete añacos y es una de sus compañeras de aventuras cuando tiene mono de subir algún pico, pero es MI amiga desde los catorce, y la antigüedad es un plus.

En teoría, durante las semanas previas a la odisea, Mr. X tenía que ejercer de entrenador personal y someterme a un arduo y exhaustivo entrenamiento que me llevase a soportar el trekking sin molestia alguna (tipo subir a Montjuic o al Tibidabo si me apuras), pero la vida 1.0 se ha puesto intensita últimamente y ya podemos dar gracias de no haber tenido que anular el viaje.

A dos semanas del vuelo aún no habíamos decidido ruta ni si íbamos por libre o con guía. La providencia puso en nuestro camino una recomendación que fue la repanocha y Shali, del que ya oiréis hablar, se convirtió en nuestro cicerone nepalí. Mr. X le comentó mis limitaciones físicas para el trekking (a saber, rótulas de cartón piedra y espalda serpenteante), y Shali nos hizo varias propuestas. Alguna era muy muy asequible para mí, apenas dos o tres días de caminata, pero yo quería que Mr. X y Eu disfrutasen a tope ya que se cruzaban medio planeta a mi lado, así que, en un día optimista, me decanté por una opción que sin ser destroyer total, no dejaba de ponerme un poquito a prueba. Shali me dijo que no me preocupase, que la peor parte era el segundo día, en el que había que subir dos horas de escaleras.

Dos.

Horas.

De.

Escaleras.

3500 peldaños, para más señas.

Yo puedo, me dije. Ya habría tiempo de acordarme de Shali, ya.

Antes de darnos cuentas ya estábamos en vísperas del viaje, y me preparé para abandonar mi preciosa, cuquérrima y apacible zona de confort. Porque sí, me encanta viajar y cuando vuelvo ya estoy pensando en irme de nuevo, pero para viajar, hay que volar, y eso ya no me mola una mierda (cuánto me acuerdo de Amaya Ascunce y de Eminem en cada vuelo, señor). Además, dejar a P en casa, que encima estaba hecho un flan y sufriendo porque volábamos (muy mal, creo que le he inculcado mis miedos, diez puntos menos en la escala de excelencia maternal), me tenía mohína perdida.

Pero ea, hecho estaba y qué coño, en el fondo era un planazo. 







8 comentarios:

  1. Volar no da miedo...pero subir 3500 escalones, ¡¡¡sí!!! además luego habrá que bajarlos, no?

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    1. A mí si me da miedo volar. O más bien, pensar en volar, una vez en el avión no monto pollos ni nada... XD
      Lo de los escalones tiene truco, la ruta era circular! Pero no me ahorré bajar unos cuantos miles...
      Muas!

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  2. guauuuu , que con todas mis historias me había olvidado de éste viaje. Esperando la siguiente crónica con muchas ganas .

    y el volar no es nada , si has trepado hasta lo más alto ...qué es volar? ;)

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    1. Lo sé, lo sé... pero qué le vamos a hacer, no se me pasa ese miedo! XD
      A ver si pronto me pongo con el siguiente capítulo ;)
      Muchos besos y abrazos preciosa, espero que estéis bien.

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  3. te entiendo en lo de volar...
    que bueno saber de ti..Un besazo enorme

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    1. Y qué bueno volver después de tanto tiempo y reencontrarnos. ;)
      Besos!

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  4. menuda aventuraaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!

    y fueron 4, llevaste un polizonte xD

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    1. Jaaaajajajajaja! Esa sorpresita me la guardo para más adelante, muahahahahaha!
      Muas!

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