viernes, 27 de marzo de 2015

Querido Pediculus humanus


Conmigo no vas a poder.

Mi idilio con los piojos viene de antiguo. De pequeña tenía cada dos por tres, cosa que desesperaba hasta el infinito a mi madre. En casa no podía faltar nunca el frasquito de Filvit (todavía me acuerdo de la musiquilla del anuncio "Filvit champú, Filvit mamá, porque más vale Filvit que tenerse que rascar"). Tentaciones tuvo mamá de raparme al uno, pero eso hubiese sido el apocalipsis para mí, niña introspectiva donde las hubiese, cuya única seña de identidad y reclamo para la socialización era precisamente su cabellera. Además, todo progenitor informado sabe que por poco pelo que haya siempre pueden poblarlo cientos de parásitos, y que además tienen predilección por las cabezas limpias, lo cual supone un cierto consuelo para esa madre que compungida observa el pelazo habitado de su hija pensando que por lo menos tiene la niña parasitada pero como los chorros del oro.

De adulta no me he escapado a mi amigo Pediculus. Los hijos de Mr. X han sido una fuente inagotable de insectos capilares. Decenas de veces habré limpiado sus cabecitas. Con parasiticidas de farmacia, con alcohol, con vinagre... Hago cole de liendreras.



                                                    Pediculus, cortesía de la Wikipedia


Pediculus ha estado presente en los momentos estelares de mi existencia. Aún me acuerdo de estar recién parida en el hospital observando un bichillo que avanzaba por el esparadrapo de mi catéter intravenoso. Pensé... "¿no será?". Era. Mr. X lo confirmó tras la caza y captura del espécimen.

También el día antes de mi boda estuvimos mis sobrinas, hijos varios de Mr. X y la menda con nuestras cabezas impregnadas en alcohol de cháchara en el jardín y hurgándonos la pelambrera en cadena cuales monos en pleno proceso de desparasitación. Esas cosas unen. Doy fe.

Tarde o temprano la historia tenía que perpetuarse en mi progenie. Dos veces he cazado algún piojillo despistado en la cabeza de Peque, siempre tras descubrir que sus hermanos estaban plagados y que él se rascaba de forma sospechosa.

Ayer, esperando el bus, Peque se rascaba. Cuando le pedí que dejase de hacerlo porque me estaba poniendo nerviosa y los otros humanos cercanos nos miraban con suspicacia, empezó a frotarse el cabolo contra el botón de mi abrigo. Blanca y en botella...

Una vez en casa empezó el proceso de investigación. Peque al principio no se dejaba, pero cuando encontré una liendre decidió claudicar. Consejo de despiojadora experta: vale la pena saber si esa liendre está "viva" o no (es decir, si alberga bichillo en proceso de formación o está más seca que la mojama). Si no lo está, será antigua y quizás no haya alimañas en ese momento. ¿Cómo saberlo? Fácil, se aplasta con la uña. Si hay chasquido asqueroso, estaba viva y hay que seguir buscando. Pues eso hice tras confirmar su frescura, y tras mucho hurgar, di con un ejemplar. Peeeero, era muy chiquitín, es decir, una ninfa, y esas aún no ponen huevos. Lo sé, lo sé, lo mío es high level de bichología, es lo que tiene ser madre piojosa y veterinaria. Por mucho que busqué ahí no había nada más, así que asumí que la pioja adulta ponedora de huevos había asaltado otra cabeza.

Ya relajada y disfrutando de mi merecida cena, sin ser consciente de ello me sobé el pelo. Debo decir que tengo costumbre de hacerlo y buscar imperfecciones en mi cuero cabelludo. Y mientras mi dedo fisgaba por ahí dio... con una liendre. Y luego otra. Y otra. Vivas. ¡Mecagoentoloquesemenea! Yo suelo detectar la vida no inteligente en mi cabeza por el picorcillo, ¡y esta vez no había tenido una mísera señal! Pasé la liendrera mechón arriba, mechón abajo y di con dos liendres más y por fin... ¡la gran ponehuevos! ¡Qué bicha más enorme, la jodía! Me dio algo de pena cargármela, últimamente estoy muy sensible con esas cosas, pero no estoy para poner una granja de piojos en casa, así que de un golpe certero y mortal me la cargué.

Hoy toca revisión, y espero, Pediculus de mis amores, que no te encuentre en mi territorio, porque no voy a tener piedad.


PS: No me lo digáis... Os pica todo. ;)




14 comentarios:

  1. Ainnnnsss... pues sí, me pica todo. En casa todavía no hemos tenido intrusos, afortunadamente, porque los insectos me quitan la vida (mas un insecto parasitario). No puedo ni con las mariposas.
    Lo sé, soy rarita. Y nunca he tenido ninguno (puede ser que mi nivel de ansiedad se dispare emitiendo ondas que los mantienen lejos de mis pelos: esa es mi hipótesis).

    Así que cuando en la guarde nos avisan de que algún niño tiene piojos, enseguida nos ponemos de loción preventiva hasta los pies. La peque y yo. Por si acaso.

    Besotes!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí es un misterio absoluto que alguien con no haya tenido contacto con los piojos. Deben venir todos a mi casa!
      Besotes.

      Eliminar
  2. A mí también me pica todo!!! Esto no se hace sin avisar. Jajaja. Nunca entenderé por qué hay gente a la que parece que los piojos le tienen especial querencia. Un misterio, oye. Un beso y ánimo en la lucha contra la pediculosis!!!

    ResponderEliminar
  3. De momento (toquemos madera) en casa nunca hemos tenido piojos, ni tampoco yo de pequeña. Una vecina un día me dijo que había pelos que eran más propensos a tener y otros que no sabía porque las rehuian. Me dijo que era más difícil en pelos finos, o en rizados y que nunca iban a pelos teñidos. Yo desconozco el tema. Por si las moscas compré mejunje capilar y a la que saltan alarmas sprayo la pelambrana de Tsunami.
    Hace unos años lo que sí tuve y lo pasé fatal fue una pulga. Habían venido unos gatos del vecino, que había muerto y los hijos habían dejado los gatos que se asalvajaran. Yo fuí a trasplantar unas plantas y se ve que en el tiesto había pulgas. Hasta que la encontré lo pasé fata. Tuve que meterme crema de cortisona porque no había quien aguantara eso. Resulta que la encontré en el pantalón del pijama y eso que lo había lavado un par de veces en lavadora.
    De peque en una excursión una vez me picó una garrapata en la cabeza y esa también fue muy jodida porque acabé con mucha fiebre y antibióticos.
    Por cierto, ejem, ejem. La canción del filbit dice exactamente "Filbit champú, Filbit, Filbit, el champú que mata piojos para tí y para mí. Filbit champú, Filbit mamá, una vez a la semana y los piojos ya se van. Filbit, Filbit, porque más vale Filbit que tenerse que rascar" (Tengo el extraño don de recordar a la perfección las letras de las canciones de los anuncios, siempre y cuando estén en lengua inteligible por mi parte, jajajaja)
    Nota: ¿Has pensado ir al zoo de Barna y pedir que te dejen entrar un ratito con los monicos? Seguro que se dan un festín y te dejan el cuero cabelludo de los más desparasitado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pedazo alergia a las pulgas que tienes! Y lo de las garrapatas, son muy chungas, transmiten de todo y más.
      Qué memoria tan privilegiada para las canciones! Yo hasta he tenido que esforzarme para recordar ese cacho, jejeje...
      Besotes.

      Eliminar
  4. Pues sí, ya me pica todo!! Yo, gracias al cielo, sólo lo he sufrido un par de veces o tres en mis carnes, pero mi hermana mientras fue pequeña estaba cada dos por tres a ello!
    El champú no le servía de nada, ni vinagre, ni demás remedios caseros. Mi abuelo, que era un bruto de cuidado, un día le echó matamoscas en la cabeza y amenazó con echarle gasolina si los bichos no desaparecían... debieron oír la amenaza porque desde esa y hasta hoy nunca más jaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gasolina!!! O_O Eso es ser expeditivo!! (menos mal que se fueron solitos, jejeje...)
      A Peque le hemos encontrado otro habitante. Qué paciencia...
      Muas!

      Eliminar
  5. Hola, no se si habrás probado el aceite de árbol de te, pero es una maravilla, para prevenir, diluyes unas gotas en agua y lo pones en un pulverizador y lo echas en la cabeza. Y si tienes piojillos te lo pones directamente y te tapas la cabeza durante una hora y luego te lavas la cabeza.
    Espero que no tengas que usarlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola! Sí que he oído hablar, pero la verdad es que con la liendrera me apaño bastante bien, ahora mismo tenemos el problema controlado, jejeje... Lo tendré en cuenta, gracias!
      Un beso!

      Eliminar
  6. aaaaaargh picaaaa! xD

    solo tuve "habitantes" (mi abuelo les decía así xD) una vez, me pusieron el remedio que usaban todos los escolares de lima y me dio una alergia terrible que estuve toda roja e hinchada 3 días, pero fue mano de santo, nunca más! y cosa rara porque mi hermana y mis primos tenían saltarines día sí y día también, sangre dulce que le dicen x)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi madre también les llamaba "habitantes", jejejeje...
      Ese remedio casero te debió cambiar la sangre entera del cuerpo con la alergia, y así te libraste de los piojos para siempre jamás! (explicación súper científica avalada por la veterinaria) ;)
      Besos!

      Eliminar
  7. Ay, qué horror!!!.... yo no recuerdo haber tenido de pequeña... bien es cierto que recuerdo que me pusieran colonia para los piojos y los aclarados de agua y vinagre, que supongo que serían en plan prevención. Ahora con un peque en casa, de momento han tenido a bien no visitarnos y que siga, porque es pensarlo y se me ponen los pelos como escarpias, aún más cuando no tengo experiencia y no sé qué tendría que hacer y cómo localizar. Veo que tú tiene máster en ellos... Uuuffffff.

    Besotes!!!.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si te toca pasar por ello con el peque, ya sabes a quién preguntar... ;)
      Besototes.

      Eliminar